Persisten silbidos y cánticos contra políticos y las referencias a Cataluña en un camino con fuerte presencia policial
VALÈNCIA. (EFE). La Reial Senyera, la bandera de València y de la Comunitat, ha recorrido este martes las calles del centro de la ciudad en la tradicional procesión cívica, que este año se ha caracterizado por el amplio dispositivo policial que no ha impedido que en determinados puntos una parte del publico abucheara a las autoridades.
La Real Senyera ha bajado a las 12 horas desde el Museo Histórico Municipal para iniciar después la procesión cívica del 9 d'Octubre por el siguiente itinerario: plaza del Ayuntamiento, calle San Vicente, plaza de la Reina, calle La Paz hasta Alfons el Magnànim.
Furgonetas antidistubios de la Policía Nacional estaban apostadas en las inmediaciones de la plaza del Ayuntamiento, además de un autobús atravesado en la calle Marqués de Sotelo junto a la de Xàtiva para prevenir incidentes, mientras que decenas de agentes formaron con el mismo fin un cordón de seguridad en torno a la Senyera y a las primeras filas de autoridades durante todo el recorrido.
La Procesión Cívica del 9 d'Octubre ha recuperado este año gran parte de la normalidad que se vio alterada en 2017 en un recorrido en el que ha predominado la unanimidad de los asistentes sobre la enseña, con aplausos, vítores y constantes gritos de 'Visca València' a su paso. Las proclamas y silbidos contra las autoridades de la Generalitat y el Ayuntamiento de la ciudad han persistido, pero se han entremezclado con otros ciudadanos que mostraban únicamente su cariño a la bandera valenciana.
La comitiva ha realizado este año su tradicional recorrido desde el consistorio de la capital valenciana hasta el Parterre con la Reial Senyera --portada en esta ocasión por la teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal socialista, Sandra Gómez-- como protagonista.
A lo largo de todo el trayecto de la procesión se pudo observar numerosas senyeras y, en menor medida, banderas españolas portadas por ciudadanos que dieron el punto de color y festivo, aunque respecto a otras ediciones este año destacaba la ausencia de pancartas y simbología de grupos de extrema derecha.
No obstante, en determinados puntos del recorrido los ciudadanos hicieron sonar silbatos, abuchearon e insultaron a las autoridades, aunque en ningún momento pasaron de la agresión verbal, y también hubo banderas carlistas y tradicionalistas.
En la vuelta de la Senyera al Ayuntamiento, un grupo de jóvenes con camisetas negras pero sin identificación partidaria intensificaron en la calle del Pintor Sorolla el acoso verbal y los insultos, aunque unos policías les hicieron un marcaje separándolos del público y cerrándoles el paso a la altura de la calle del Poeta Querol.
La lluvia ha dado tregua en la procesion cívica, aunque el Senyera-móvil escolta a la bandera, portada por Sandra Gómez, en todo el recorrido. La portavoz socialista ha destacado el orgullo de ser este año la portadora de la bandera.
La Reial Senyera ha completado su tradicional recorrido desde su descenso en vertical del Ayuntamiento (la tradición dice que no se inclina ante nadie) hasta el Parterre, para su posterior regreso al Ayuntamiento y la mascletà con la que se ha cerrado este acto enmarcado en el día de la Comunitat Valenciana. La enseña ha bajado al son de la Marcha de la Ciudad y, antes de iniciar su camino, se han interpretado los himnos autonómico y español, entre aplausos y cánticos de 'Viva España'.
Tras la enseña han realizado el recorrido el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; la vicepresidenta, Mónica Oltra; consellers como Vicent Soler, Manuel Alcaraz, Rafael Climent Gabriela Bravo o Ana Barceló; el presidente de Les Corts, Enric Morera; el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Fulgencio; además de diputados autonómicos, provinciales y de las Cortes españolas, altos mandos de las fuerzas de seguridad, representantes de asociaciones culturales o la fallera mayor de València, Rocío Gil, entre otros.
Tras su descenso, la Reial Senyera ha iniciado su camino hacia la calle San Vicente. Después, la comitiva ha seguido su camino por la calle de la Paz hasta llegar a los jardines del Parterre, donde se ha procedido a la tradicional ofrenda floral a los pies de la estatua de Jaume I, seguida de una nueva interpretación de los himnos, acompañados de un respetuoso silencio y un coral aplauso final.
Finalmente, la bandera de la Comunitat ha reiniciado su camino por las calles Pintor Sorolla y Barcas en su regreso al Ayuntamiento, donde ha vuelto a ser alzada para volver a ser acogida por la casa consistorial. La pólvora ha sido la encargada de dar conclusión a la procesión cívica de este año con una mascletà.
En cuanto al público, los aplausos habituales se han entremezclado este año con algunos abucheos, silbidos e insultos en partes del recorrido y referencias puntuales a la situación de Cataluña, como 'Fuera, fuera' o 'No als Països Catalans' y una pancarta con el lema 'Yo también llevo un lazo amarillo', con el dibujo de una soga.
También ha habido ánimos y aplausos de parte de los asistentes con gritos de 'alcaldesa, alcaldesa' a la portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, o los 'vivas' dirigidos a la Policía Nacional.
En la comitiva desfilaron también representantes de entidades cívicas, sociales y profesionales de la ciudad de València; miembros del Consell, diputados, senadores, miembros de Les Corts Valencianes y otras autoridades militares de la Comunitat.
Junto a la estatua ecuestre del rey Jaime I, fundador del antiguo Reino de Valencia, se realizó la ofrenda floral, con coronas de laurel depositadas por la Societat Coral El Micalet, Lo Rat Penat, Ateneo Mercantil y el Ayuntamiento de València, esta última depositada por el alcalde, los portavoces de los grupos municipales y el president de la Generalitat.
De vuelta al Ayuntamiento, la Reial Senyera fue izada en vertical hasta el balcón del edificio consistorial, para posteriormente ser trasladada al Museo Histórico Municipal, donde está depositada todo el año.
Sobre el desarrollo de la procesión cívica, Joan Ribó ha manifestado que "ha funcionado mejor que otros años" y ha añadido: "Me gustaría que, poco a poco, llegara a ser una fiesta familiar", al tiempo que ha resaltado que valencianos son "todos" los que viven, trabajan y quieren a esta tierra.
Ribó también ha indicado que el 9 d'Octubre ha de ser un día para reivindicar más inversiones en los presupuestos del Estado de 2019, para proyectos como el Parque Central, soterramiento de vías, ayudas al transporte metropolitano y al Palau de Les Arts