VALÈNCIA. La caja fija de la Generalitat Valenciana es un cajón de sorpresas. Este tipo de anticipos, que existen en todas las administraciones, son gastos que no cuentan con fiscalización previa y que en pasadas legislaturas dieron más de un susto.
Habitualmente se utilizan para cubrir dietas, gastos de locomoción, material no inventariable o conservación. Sin embargo, un dato llama la atención, y es que la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio gastara casi 30.000 euros de enero a mayo de 2017 bajo el concepto 'agua'.
Lo curioso es 27.834,90 euros pertenecen al Centro Desarrollo Marítimo València para el que, haciendo una búsqueda, la información encontrada es prácticamente nula. Fuentes de la conselleria explican que se trata de un ente puesto en marcha durante el mandato de Eduardo Zaplana, en 2001. Éste dotaba de personalidad jurídica a los 35 puertos deportivos de la Comunitat Valenciana, pertenecientes a la Generalitat, pero fue eliminado en el año 2007 por el entonces presidente Francisco Camps.
Sin embargo, la caja fija la mantiene en el recuerdo. Y es que desde hace más de diez años paga el agua -no consta si embotellada o por suministro- gastada por los puertos deportivos a través de este centro a pesar de ser un gasto corriente y recurrente. Pero simplemente se utiliza como concepto, no tiene actividad ni sede.
En diez años la administración no ha recaído en eliminar de los datos un ente no existe. En 2007, primera fecha que consta la caja fija y la cantidad que se fue sucediendo no bajó de 90.000 euros anuales que se estiró hasta más de 120.000. Esto supone alrededor de un 12% de lo gastado por Obras Públicas en caja fija.
En total, la suma pagada a través de la caja fija desde 2007 a 2017 es de 1,08 millones de euros. La misión de este agua, según apuntan desde conselleria, es limpiar las embarcaciones cuyo pago luego recupera a través de un canon de los usuarios. A priori, el motivo por el que se tramita a través de este organismo es el hecho de que sean diferentes los proveedores de agua de estos puertos pero lo habitual es canalizarlo a través de los gastos corrientes en el presupuesto.
Recientemente, la Comunitat Valenciana ha vuelto a recortar el límite a gastar en la caja fija. En 1998, Zaplana puso el límite nada menos que en el 12%, según consta en una orden firmada el 17 de abril de ese año por el entonces conseller de Economía, Hacienda y Administración Pública, José Luis Olivas, mientras que la normativa estatal fijaba el 7%.
A principios de 2017, el Consell volvió a legislar para que la cuantía global del fondo de la caja fija no excediera el 7% del total de créditos iniciales del capítulo II. Con el nuevo decreto tampoco es posible realizar con cargo a los fondos de la caja fija pagos individualizados por importes superiores a 5.000 euros, cuando la anterior norma fijaba el tope en 12.000 euros. Asimismo, se establece taxativamente la prohibición de fraccionar estos pagos.
