VALÈNCIA. "La Bolsa de Valencia redujo, plantilla e ingresos netos a lo largo del pasado año". Así titulaba el 31 de julio de 2018 este diario respecto a las cifras obtenidas en 2017 por la rectora local y lo cierto es que 365 días después la historia se ha repetido y muy especialmente en lo que a empleados se refiere. Las prejubilaciones recortaron una cuarta parte de la plantilla de la Bolsa de Valencia (BdV) durante el pasado ejercicio, al pasar de 19 empleados a los 14, tal y como lo ha constatado Valencia Plaza de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Una bolsa que como las de Madrid, Barcelona y Bilbao -además del resto de mercados financieros oficiales nacionales- está integrada en Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Nunca antes el parqué valenciano había contado con tan reducida plantilla, cuanto menos desde 1989 cuando el organismo supervisor ofrece información. Lejos, muy lejos, quedan los 42 empleados que llegó a tener la Bolsa de Valencia en 1990, el año en que se constituyó la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF) que también está en el edificio conocido como la 'casa del señor de Bétera' -Palau dels Boïl d'Arenós ubicado en la calle Libreros 2 y 4- donde tiene su sede la rectora local.
A lo largo del pasado año el saldo de la cuenta de personal de la BdV recogió dotaciones a las provisiones por las bajas incentivadas durante 2018 por importe de 1,11 millones de euros, según se recoge en las cuentas anuales auditadas por PriceWaterhouseCoopers, públicas a todos los efectos en el site del organismo presidido por Sebastián Albella. De ahí que el gasto de personal -incluyendo tales provisiones, salarios, planes de retribución variables en acciones y cargas sociales- se disparase durante el pasado ejercicio un 53%, desde los 1,54 millones de euros hasta los 2,36 millones. Un gasto de personal inferior al de Madrid (12,37 millones), Barcelona (4,59 millones) y Bilbao (2,79 millones).
"A priori para este año no hay previstas ni jubilaciones ni prejubilaciones, pero nunca se sabe. La plantilla de la rectora local se ha venido aligerando -y mucho- en los últimos años ante el avance de la digitalización y la escasa presencia tanto de entidades miembros de la Bolsa de Valencia y ya ni te cuento de los inversores que se dejan ver". Son palabras de un antiguo trabajador del parqué valenciano que le atisba un futuro incierto. "Desgraciadamente creo que más pronto que tarde las bolsas regionales en España serán historia". Y con los datos en la mano no le falta razón porque de las 13 entidades oficiales que son miembros de la institución presidida por Vicente Olmos -una treintena había a principios del siglo XXI- se pueden contar con los dedos de una mano las que realmente cruzan operaciones de verdad por la BdV.
"Son muy pocos los que intermedian y la mayoría lo hacen principalmente desviando negocio de otras plazas donde también están presentes", añade no sin recordar "el escaso peso que históricamente ha tenido València en Bolsas y Mercados Españoles (BME)". A destacar Álvaro Martínez Castro, actualmente consejero del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y director de Mercado de la rectora local, que a finales de 2018 fue elegido presidente de la delegación valenciana del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF).
Actualmente los miembros de la rectora local son Ahorro Corporación Financiera, Auriga Global Investors, BBVA, Banco Mediolanum, Banco Sabadell, Banco Santander, Bankia, Bankinter, CaixaBank, CecaBank, GVC Gaesco Beka, Renta 4 Banco y Société Générale, según lo ha constatado este diario de la web de la propia Bolsa de Valencia (BdV). Apenas quedan trece cuando el número llegó a alcanzar la treintena y donde extintas entidades como Bancaja, Caja de Ahorros del Mediterráno (CAM) y Nordkapp canalizaban sus operaciones por aquí como también lo hacía la catalana Interdin Bolsa, que llegó a ser la que más intermediaba.
Cierto es que los trece miembros actuales del parqué valenciano superan en tres a los de la Bolsa de Bilbao y está por debajo de los 20 de Barcelona y los 43 de Madrid pero no lo es menos que el papel actual de los miembros en València es meramente figurativo y el de utilizar las instalaciones para sus actos.
Sin embargo, conviene resaltar el papel de Vicente Olmos como responsable del Entorno PreMercado (EPM), impulsado hace dos años y medio por BME y la asociación nacional de 'business angels' Big Ban Angels, donde ya son trece las compañías integradas en este proyecto creado para potenciar su acceso a la inversión privada y conocer el funcionamiento del mercado bursátil.
Todo ello mientras el también presidente del parqué local sigue tratando de convencer a empresas de la Comunitat Valenciana -a través de las múltiples reuniones que ha mantenido y va a seguir manteniendo- de las ventajas de salir a financiarse a través de la bolsa. Pero ni aún así cala el mensaje entre el empresariado valenciano como tampoco en los que tienen una sicav, por cuanto prefieren tenerla en otra rectora como se recoge mensualmente en la sección de finanzas de la Revista Plaza.
Lo cierto es que la BdV fue la que más plantilla redujo el pasado año (-26,3%) frente al 14% de Barcelona -de 50 a 43 empleados-, Madrid con un 8,3% -de 121 a 111- y Bilbao con un 3,3% -de 30 a 29-. Conviene recordar que históricamente València ha estado siempre por encima del parqué bilbaíno, pero a 31 de diciembre de 2018 no solo doblaba en plantilla a la rectora del Palau dels Boïl d'Arenós sino también en beneficio.
Así, mientras la Bolsa de Valencia ganó el pasado año 5,15 millones de euros, un 11,8% por debajo de lo obtenido en 2017, la de Bilbao presentó un beneficio de 10,43 millones (-3,9%), situándose a muy poca distancia de Barcelona con 11,30 millones (-22,7%). Ni que decir tiene que Madrid sigue al frente de las cuatro -tal y como ha sucedido siempre- con unas ganancias en 2018 de 47,06 millones, pero eso sí un 19,1% menos que en 2017.
También los números fueron descendentes en la BdV en lo que a la cifra neto de negocios se refiere, al pasar de los 5,60 millones de 2017 a los 5,14 millones en 2018, es decir, un 8,2% menos. Una cifra a un mundo de las de Madrid (81,16 millones), Barcelona (18,36 millones) y Bilbao (12,79 millones).
Por el contrario, la Bolsa de Valencia está igualada frente a sus tres compañeras de BME en lo que al número de consejeros se refiere, dado que la rectora catalana es la que más tiene con 6 mientras el resto cuenta con 5. En el caso de BdV son Vicente Olmos, Ángel Pardo, Jorge Yzaguirre, Gabriel Domínguez y Álvaro Castro.
Mientras tanto el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que sigue buscando sede y tiene en el radar al Palau dels Boïl d'Arenós como reconoció su director general Manuel Illueca a este diario en el pasado certamen de Forinvest, no ha vuelto a tener un sillón en el consejo desde 2014 después de la dimisión en julio de 2015 del exsecretario autonómico de Economía Fernando Díaz Requena tras el cambio de Gobierno en la Generalitat Valenciana.
Hasta entonces, y desde sus orígenes a finales de 1990, el IVF siempre había estado representado en el consejo de la rectora valenciana, un sitio de su agrado para instalarse. Sin embargo, la BdV tiene una cesión gratuita otorgada en 1995 por la Generalitat Valenciana por un plazo de 30 años, que no expira hasta dentro de seis años... "con la condición de ser destinado a sede y servicios propios de la bolsa" como reza en el contrato firmado entonces.