ELCHE (EP). El equipo de investigación del catedrático de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Salvador Martínez, y el de la investigadora Rut Valdor, del IMIB-Arrixaca de la Universidad de Murcia, han demostrado cómo el glioblastoma -el cáncer cerebral más frecuente-, "secuestra" las células defensoras que rodean los vasos sanguíneos del cerebro para desactivar su acción antitumoral y obligarlas a trabajar en la expansión del tumor.
El descubrimiento se ha realizado por medio de un modelo de ratón, en el que han logrado revertir este proceso y evitar el desarrollo del tumor. Este descubrimiento, coordinado desde el Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, abre la puerta a nuevas vías terapéuticas para tratar esta "agresiva enfermedad", según han explicado este martes en un comunicado.
Salvador Martínez ha explicado que el glioblastoma es el cáncer cerebral "más frecuente y agresivo", debido a su gran habilidad para burlar al sistema inmune y crecer. Sin embargo, la forma en que logra inducir esta tolerancia inmune no se conocía en detalle.
El nuevo estudio, publicado en la revista 'PNAS', demuestra cómo consigue este tumor invadir el tejido sano sin apenas resistencia, un hallazgo que podría convertirse en un "talón de Aquiles" que logre frenar la progresión de este cáncer cerebral. En el trabajo han colaborado, también, los grupos de los investigadores Ana María Cuervo y Fernando Macian, en el Albert Einstein Med School (EEUU).
Este cáncer cerebral altera la función de las células defensoras que rodean los vasos sanguíneos del cerebro para convertirlas en células "enemigas", a través de la modificación de uno de los "servicios de limpieza" celular: la autofagia mediada por chaperonas.
Mediante la autofagia, la célula descompone y destruye proteínas dañadas o anómalas. Las chaperonas son proteínas que trabajan activamente en esta tarea. La alteración por el cáncer cerebral de este servicio de limpieza cambia la función de defensa proinflamatoria de las células que rodean los vasos sanguíneos por otra inmunosupresora, que favorece la supervivencia del tumor.
Según el investigador de la UMH, los resultados apuntan a la autofagia mediada por chaperonas como un objetivo terapéutico prometedor para tratar este agresivo cáncer cerebral hasta ahora sin cura. Trabajos previos del grupo mostraron que la influencia de este tipo de cáncer cerebral sobre las células murales de los vasos sanguíneos impide que los linfocitos T destructivos puedan atacar al tumor. "Por eso, el cerebro no detecta el cáncer y no puede reaccionar contra él", ha detallado Martínez, director del grupo de Neurobiología Experimental del Instituto de Neurociencias.
Este nuevo hallazgo del grupo estrecha el cerco contra este agresivo tumor cerebral y está en sintonía con la hipótesis actual sobre el papel de la autofagia en la supresión de los primeros estadios del desarrollo tumoral y cómo las alteraciones en este proceso contribuyen a su progresión.
El glioblastoma multiforme es un cáncer altamente invasivo que se caracteriza por cambios en los vasos sanguíneos cerebrales y la invasión gradual de los tejidos circundantes. Como indica el catedrático de la UMH, es el tumor cerebral más frecuente y de peor pronóstico. A pesar de décadas de intensa investigación, su compleja biología sigue sin entenderse del todo y los tratamientos existentes no han conseguido un incremento significativo de la supervivencia.