Un año más la celebración del Día de la Mujer pretende recordar el movimiento de igualdad de derechos y oportunidades que se inició hace muchos años, y se pide que se siga avanzando en esta materia para lograr una sociedad igualitaria para hombres y mujeres.
La situación ha mejorado mucho, pero indudablemente quedan esferas donde aún queda un largo camino por recorrer.
Desde El Círculo- Directivos de Alicante, no podemos sino trasladar que somos unos afortunados porque nuestro día a día no se ve afectado por esta problemática. Somos directivos -hombres y mujeres- que compartimos problemas, sueños, proyectos y experiencias.
No existe sesgo alguno en nuestra asociación; ni en los miembros, ni en la representación en la junta (somos siete mujeres y siete hombres) pero lo que es más importante, no hay diferencia real alguna por nuestra condición.
Trabajamos codo con codo, de igual a igual. Por comités, por temáticas, por especialidad, en función de nuestras capacidades y experiencias, y no nuestro género. Cada persona aporta y se implica según sus deseos, y no creo que tampoco aquí se observe una merma de presencia o entrega entre las mujeres.
Sé que el lector puede pensar que esta situación, esta realidad, conllevará un alto precio para las mujeres, renunciando a su vida familiar, o a costa de su vida personal, pero por la relación que tengo con las mujeres parte de mi junta y otras muchas de la asociación, puedo asegurar que no es así. Siento que son mujeres felices y satisfechas porque hacen lo que les gusta y toman sus decisiones de forma consecuente. Han sido capaces de compaginar sus carreras profesionales con una vida privada plena, llena de éxitos y alegrías.
Sin embargo, no se trata de un cuento de hadas, sino de historias de esfuerzo y trabajo continuo. Lo fácil no existe, o no se disfruta igual. Si en ese camino han existido obstáculos por ser mujer, éstos se han superado con actitud y desviando la mirada hacia otras cuestiones de valor. Porque la forma en que se afrontan las situaciones también son una manera de minimizar y ridiculizar cualquier comportamiento discriminatorio o machista que haya podido existir.
Considero que, si preguntamos a los hombres directivos acerca de las mujeres directivas, no podrán sino reconocer su valía y su posicionamiento al mismo nivel que ellos. Sin complejos.
Así me siento yo en mi día a día, y supongo que ese sentimiento es la meta; y es que, la igualdad más preciada y real es la que se logra desde la normalidad.
Eva Toledo Alarcón es presidenta del CIRCULO-Directivos de Alicante