MADRID (EP). Una misteriosa fuente de señales de radio en el cúmulo galáctico Abell 2626 se origina en una turbulencia intergaláctica, que hace que las partículas cargadas se muevan más rápido.
Abell 2626, ubicado a 700 millones de años luz de la Tierra, es un cúmulo galáctico de 1,6 megaparsecs de longitud (1 parsec equivale a 3.2 millones de años luz).
Su galaxia más brillante, IC5338, consta de dos núcleos, y otra, IC5337, se asemeja a una medusa con parte de su material que se desprende mientras se mueve dentro del entorno relativamente denso del cúmulo.
El origen desconocido de una de las anomalías en el cúmulo Abell 2626 -varias estructuras simétricas de arco observadas en el espectro de radio- hacía tiempo que era investigado.
Algunos expertos creían que tienen que ver con el llamado "radio-halo", una fuente de emisión de radio que normalmente proviene del centro de los cúmulos galácticos. Otros argumentaban que son el resultado de la interacción gravitacional entre un par de núcleos IC5338.
En su búsqueda de un núcleo galáctico activo conectado a un par adicional de arcos de radio, un equipo italoestadounidense utilizó nuevos datos obtenidos por el telescopio de rayos X Chandra.
Buscando descargas de materia caliente y fría de las galaxias más cercanas que podrían haber sido la fuente de la emisión de radio anómala, descubrieron que los arcos podrían ser partes brillantes de un halo de radio invisible causado por el movimiento de gas térmico turbulento y la aceleración de electrones relacionada. Publican sus resultados en arXiv.
Los astrónomos también creen que las emisiones anómalas de radio podrían ser causadas por la colisión del gas térmico con el plasma del núcleo galáctico activo que se mueve a casi la velocidad de la luz, informa sputniknews.