LA CASA AZUL

Guille: "Antes planteaba respuestas en mis canciones; ahora plasmo las cosas como las siento"

20/07/2019 - 

BENIDORM. "Estoy viviendo mi momento favorito en la historia del grupo". Esta mezcla de esperanza cumplida y realidad prolongada se entrelaza en la suerte pronunciada por Guille Milkyway (Guillem Vilella), fundador, vocalista y, en definitiva, responsable de La Casa Azul, el grupo musical que actuará en el Low Festival, un evento que la banda vive "casi desde la primera edición, que tiene un punto a favor, que es el de la playa, y que supone el ejemplo de la mega profesionalización, porque hoy en día es de los grandes festivales a nivel nacional", considera el cantante, compositor y productor musical. El sábado 27 de julio La Casa Azul llegará a Benidorm dentro de la gira de su último álbum, La Gran Esfera, un disco que supuso, más bien, la gran espera para sus fans, quienes ya se preguntaban el porqué de presentar por tomos los temas que componen su último trabajo, que se lanzaron entre los años 2016, 2018 y 2019. Publicar un disco fragmentado "la verdad es que no fue querido, sino por causas no artísticas, no creativas", asegura el líder de la banda. "Realmente, esto ha sido lo no deseable. Teníamos ganas de empezar a funcionar de forma normal, porque cuando sacamos el primer single en 2016, la idea era que al cabo de medio año saliera el disco, pero después de que ya se hubiera retrasado dos años, de repente se vuelve a retrasar dos más, aunque ha sido por causas ajenas", insiste.

Para compensar esta casi ausencia musical, la voluntad ahora es hacer lo contrario: "Después de verano queremos empezar a sacar singles nuevos y que no se repita la situación", expone las intenciones del grupo. Ir de un polo a su opuesto, del parón al ritmo frenético, ahora que el proceso creativo se ha agilizado: "Ha sido sacar el disco y, de golpe, desbloquearse todo y empezar a grabar los temas nuevos de forma muy rápida. Para mí, es la mejor situación del grupo desde sus inicios; estamos en el momento más guay. En el estudio tengo la sensación de que todo va más rápido, de que hemos empezado a trabajar de una forma un poco distinta, más en equipo", expone el músico. Y desvela que fue en 2017 cuando decidieron empezar a ensayar La Gran Esfera, "aun sabiendo que al álbum todavía le quedaban dos años más, pero lo hicimos para tener la banda muy compacta y montada, con una puesta en escena guay para poder funcionar en los próximos años de forma muy seguida". Un disco que, finalmente, salió a la luz el 22 de marzo de este 2019, ocho años después de que se publicara su antecesor, La polinesia meridional (2011).

Son diez los temas que se incluyen en este trabajo musical, donde se pueden encontrar "canciones como Saturno o Gran Esfera, que conectan con La Casa Azul de la primera etapa, muy del 2014, y canciones como Ataraxia, El momento o Ivy Mike, que es un poco hacia donde se perfila el sonido del grupo", desgrana Guille. Se trata, en consecuencia, de un nexo entre el pasado y el futuro del grupo, del álbum más presente de la trayectoria de La Casa Azul, "un disco de transición", según lo califica el músico, quien defiende que "tiene un poco de todo. Los cimientos del grupo han sido siempre los mismos; no ha cambiado mucho todo el desprejuicio, el mezclar muchas cosas a la vez o el amor por el pop en mayúsculas, entendido como el no dogma, un lugar en el que todo cabe y un amor profundo por la canción melódica. Eso seguirá siendo lo mismo, pero sí es cierto que el momento actual del grupo es, quizá, más reposado con respecto al ritmo hiperefervescente del pasado", distingue.

Además de un mestizaje envuelto en la evolución de la banda, en las canciones también se puede apreciar la paradoja, la incoherencia, la dualidad contradictoria que se muestra enfrentada entre temas como Ataraxia, un canto al amor, y El final del amor eterno, con la muerte del amor como costumbre, en su concepto romántico: "Hubo un momento en el que con los discos y canciones pretendía plantear respuestas, pero al hacerme mayor mi único objetivo ha sido el de plasmar las cosas tal cual las siento, lo que implica, al menos en mi caso, contradicciones continuas, porque soy una persona que vive mucho en un conflicto interior continuo", justifica. Una cualidad que no es exclusiva de Guille Milkyway, que no lo convierte en el único rara avis, sino que comparte con el resto de la humanidad: "Creo que es una cosa bastante general, aunque a la gente no le gusta presentarse así, porque todo lo que nos define como personas que dudan, que viven en conflicto y que tienen contradicciones no nos vuelven interesantes, por lo que se tiende a presentarnos más fuertes, con opiniones formadas de las cosas, todo muy argumentado... Y yo no soy así", subraya. Esta duda, esta contradicción, es la que despierta interés en el músico por resultarle "más veraz, más sincero con mi realidad, despojándola de la obsesión que existe en la historia del arte por dar respuesta a todas las cosas", manifiesta.

El grupo, que repite como integrante del cartel del Low, también visitará otros puntos de la geografía española como Santiago, Toledo o Sotogrande, "sitios donde no hemos tocado mucho en los últimos años", comenta Milkyway, quien también adelanta que visitará Valencia, "con un concierto largo", y el Dcode Festival (Madrid), en septiembre. Una gira bastante completa que pilla al grupo en "el mejor momento, motivo por el cual hemos apostado por tocar mucho. Por primera vez en la vida espero que llegue en fin de semana para actuar, que es algo que no me había pasado nunca, ya que siempre me ha costado y agobiado tocar en directo", confiesa el músico. "Supongo que, en parte, tengo la seguridad de que la propuesta es sólida y que a nivel musical la banda está súper compacta, lo escénico es interesante y estoy muy acompañado, porque viajamos unas doce personas", apunta agradecido el líder de La Casa Azul.

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