VALÈNCIA. Los productores valencianos tienen nueva presidenta. Hace apenas unos días que Giovanna Ribes se puso al frente de la asociación empresarial Productors Audiovisuals Valencians (PAV), tomando el relevo del ahora expresidente Lluis Miquel Campos. Miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Fundadora de Dones en Art y CIMA pertenece también a la Asociación de Directores Valencianos, Mostra Viva del Mediterrani, European Documentary Network y a European Women Association. Entre los objetivos de Ribes está el de estrechar la relación entre los posibles rodajes y las films office de la Comunitat, así como colaborar en la estructuración de un modelo cinematográfico con el Institut Valencià de Cultura (IVC), en coordinación con agentes estatales, como el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y otros organismos autonómicos y televisiones. Por supuesto sin olvidad una televisión autonómica que va más lento de lo que esperan y una Televisión Española para la que también tienen mensaje.
-¿Por qué ponerse al frente de la asociación?
-Estoy convencida que debemos hacerlo. No puede ser que una persona proteste pero no haga nada, no estar involucrado, trabajando por lo común. Soy asociativa de naturaleza. Hay un momento en el que la gente que siempre está se cansa un poco y no encuentra relevos. Después de muchos años la gente estaba agotada y no valía decir: te apoyo pero no hago. Si puedo aportar algo nuevo por mi forma de ver las cosas, acepto pulpo.
-¿En qué punto está la asociación?
-La asociación tiene muchas ganas de trabajar, de intentar que no sea jerárquica sino más asamblearia, algo que últimamente estamos consiguiendo. Que no solo la gente de la junta directiva esté trabajando o formando parte de las decisiones, sino que llegue la información a todo el mundo. Solo se pueden cambiar las cosas si todos nos sentimos que formamos parte de eso. Es el punto en el que estamos, con ganas de trabajar. Es posible hacerlo en conjunto y por ello vamos a luchar, que no estemos en batallitas que no benefician a nadie. Hay que dejar de lado personalismos y mirar por lo realmente importante. No podemos perder el tiempo. El audiovisual es industria y cultura, eso no lo podemos olvidar, es una cosa muy marciana que nos lleva siempre a grandes divisiones. Si tenemos claro que tenemos este binomio entre manos y que todo lo que pasa por el audiovisual ejerce una influencia en el otro, tenemos que ser consecuentes con ello. Hay que trabajar por la industria y por la cultura.
-Si no hay que perder el tiempo, ¿cuáles son las urgencia del sector?
-Los puntos más candentes son, por ejemplo, el acercar la Academia de Cine a la Comunitat Valenciana, algo en lo que se está trabajando. Debemos tener esa ventana para que, aunque no puedas acudir a las asambleas, puedas participar. Si no tenemos esa relación directa no tendremos la fuerza suficiente para ser visibles como industria. También que el Institut Valencià de la Cultura (IVC) pueda dar la calificación; conseguir unos incentivos de distribución en salas grandes; trabajar en la red de distribución municipal, que hace que todos conozcan las películas hechas por valencianos, algo importantísimo que se hacía con danza y teatro y ahora se está empezando a hacer con cine en el IVC… todas esas pequeñas cosas que nos hacen más fuertes. Tenemos que trabajar en nosotros.
-Tienen la intención de ser un agente “activo” en la configuración del nuevo modelo televisivo de la Comunitat, ¿qué papel ocupan y cuál quieren?
-Ser un agente activo no va por ocupar una cierta posición, sino que significa estar siempre expectante, sabiendo lo que sucede y aportando cosas. Hay más asociaciones. Hay que pensar en la unión de todas. Un modelo activo significa no quedarse rezagados.
-¿Qué análisis hace del nuevo modelo de televisión?
-En la asociación creemos que la televisión está haciendo un gran esfuerzo por sacar todo adelante en tiempo récord, sabemos que está siendo muy complicado, pero también es verdad que venimos de una época de sequia tan bestia, de un desierto tan espantoso que nos parece que nada va lo suficientemente rápido. Entendemos que se está gestionando, pero por otra parte está la desesperación por ver cuándo podremos tenerla. Es agridulce.
-Desde la film office de la ciudad de València se ha potenciado la actividad y se han agilizado los tramites, ¿hacia donde debe ir?
-Los avances han sido muy positivos, simplemente hay que ver el antes y el después. Estos dos años se ha trabajado bien y las instituciones han estado por la labor. Es algo que se está germinando, su recorrido debe ir más allá. Por ejemplo, intentar que la Comunitat Valenciana promueva los incentivos fiscales, para que otras producciones puedan venir, para que haya más servicios… Sería lo perfecto avanzar a una film office autonómica. También se debería implementar un pequeño privilegio hacia las producciones valencianas para conseguir cosas más rápidas, una cierta flexibilidad. Parecen cambios pequeños pero es muy importante, hay ciertas películas que una vez consiguen la financiación no tienen tanto tiempo para poner en marcha el rodaje.
-Defiende la creación de una cuota valenciana en Televisión Española, ¿es realmente posible?
-Sabemos que es imposible, que no pueden haber cuotas, pero si pasan los años y de los proyectos que presentas, incluso en lengua vernácula, no hay ningún proyecto [aceptado]… a veces dan ganas de pedir lo imposible. Al menos cada dos años que haya uno. Existimos y no creemos que nuestros proyectos sean malos. Hemos hecho autocrítica, uno puede pensar que si presentamos un buen proyecto lo habrían seleccionado, pero los hemos comparado y vemos que nuestros proyectos son buenos, potentes, con buenos actores y buen guión. ¿Qué pasa? Esa es la pregunta.
-¿Donde está la asociación con respecto a la Academia?
-Ese acercamiento pasa por estar conjuntamente con las instituciones, con el Institut Valencià de Cultura, y que conjuntamente podamos hacer ese acercamiento. Desde la PAV vamos a pelearlo al máximo, pero siempre con los compañeros. No es una lucha solitaria.
-Teniendo en cuenta su vinculación a Dona i Cinema y otros proyectos enfocados a la visibilización de la mujer en el sector, ¿es esta etapa como directora de PAV también ocupará un ligar?
-Yo he tenido siempre las gafas violeta, dentro y fuera de la asociación. Muchas de las aportaciones mías, antes de ser directora pero dentro e la entidad, se han aceptado y discutido. También hay miembros varones que lo tienen claro. Es verdad que al estar yo de presidenta y tener una junta directiva más afín se hablará con más contundencia. Hemos avanzado, todas las asociaciones en conjunto, mucho en los últimos años desde la visibilización, la puntuación por tener el 50% de mujeres en los equipos… Una de las cosas que ha sido muy importante para mi es una puntuación, pequeña pero importante, en los contenidos de guion en los que la figura de la mujer no esté mal posicionada, desmerecida.