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tribuna libre / OPINIÓN

Exigimos futuro y transparencia en Ford

12/11/2020 - 

La crisis sanitaria derivada del coronavirus, y las consecuencias que ha desatado en la economía y el empleo, ha puesto de manifiesto la necesidad de acelerar la transformación del modelo de producción, apostando por el conocimiento y la innovación. Así mismo es indispensable reequilibrar el peso de los sectores económicos, apostando por ampliar la base industrial. Todos ellos, aspectos esenciales recogidos en el acuerdo “Alcem-nos” suscrito  por los agentes sociales con el Consell de la Generalitat.

El sector del automóvil, en particular, está llamado a desempeñar un papel fundamental en la transición digital y ecológica. Tiene ante sí el reto de incorporar los nuevos sistemas de navegación, sustituir el consumo de combustibles fósiles por energías limpias y tener en consideración la ruptura drástica con el modelo de movilidad predominante en la actualidad. 

En los últimos tiempos asistimos a un proceso de reconversión del sector con ejemplos de distinto signo en empresas como Nissan, OPEL o Wolsvagen. En nuestro territorio aún resuena el anuncio de restructuración de la compañía Ford en Europa, desvelado a finales de 2018, en el que el sobrante de plantilla era de 12.000 personas, de las más de 50.000 que trabajaban entonces. Se planteaba que Alemania sería el país que más lo sufriría con 5.000 empleos menos, seguido de Reino Unido con 3.100 y el cierre de la planta de motores de Bridgend. También se informaba del cierre en Rusia y del despido de 2.200 personas. Igualmente del cierre de la planta de transmisiones en Burdeos, Francia, con más de 800 personas en la calle y la venta del centro de fabricación de transmisiones en Kechnec, Eslovenia. Rematando la faena con una restructuración de 2.200 personas menos en administración. 

Respecto a la factoría de Almussafes se dijo que se resolvería con una reorganización administrativa y, adicionalmente, el anuncio de un cambio de turnos y la bajada de producción que traería un ERTE, (ya van por seis, más una prórroga desde noviembre de 2018), y 350 despidos acordados que no estaban en el guion inicial comunicado.

Lo cierto y verdad es que Ford arrastra problemas productivos anteriores a los efectos provocados por la covid. Padece una crisis de producto y un problema de mentalidad y beneficio en Europa. La factoría del óvalo llega tarde a la carrera por la electrificación de vehículos, como ya llegó tarde a la de los SUV. En la actualidad, solo cuenta con un vehículo 100% eléctrico, el Mustang Mach-e, cuyo precio de salida está por encima de los 48.000 € y no se produce en nuestro país. En Almussafes se producen dos híbridos, uno de ellos de buena aceptación, pero con problemas tecnológicos que han llevado a la parada de la producción. 

El peso y efecto tractor de Ford en la economía valenciana es indiscutible. Una factoría en la que la UGT tiene la mayoría absoluta de la representación y un centenar de empresas auxiliares en las que CCOO es el sindicato claramente mayoritario requiere de paso corto y luces largas para abordar el futuro del sector con garantías. 

Para ello apostamos por la unidad de acción sindical, en la exigencia inaplazable de un plan industrial y de competitividad para la planta de Almussafes y su cadena de valor. No debemos conformarnos con la adjudicación de un nuevo motor de 2 litros y con la fabricación de una furgoneta hasta 2023, evidenciando claramente la crisis de proyecto y de futuro para la factoría y sus auxiliares. 

También consideramos estratégico mayor transparencia en la adopción de las medidas en materia de empleo y la democratización de las relaciones laborales. El Gobierno valenciano tiene mucho que decir, pues Ford es un proyecto que afecta al presente y futuro de nuestro territorio, que requiere de mayor transparencia y conocimiento público, porque cuenta con el apoyo de un volumen muy importante de fondos de la Generalitat. 

Arturo León López, secretario general de CCOO PV

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