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El 45% de los emprendedores cambiará su modelo de negocio 

Estrategias de saneamiento para empresas azotadas por la crisis

18/05/2020 - 

VALÈNCIA. No va a ser solo una cuestión de crear espacios libres de COVID a base de señalizaciones, disparos de ozono y dispensadores de hidroalcohol. La vuelta de las empresas a la nueva realidad plantea retos desconocidos o ignorados hasta ahora. Ha cambiado el entorno, han surgido otras necesidades y el consumidor ya no es el mismo. Un coctel con distintos ingredientes que conduce a la reinvención empresarial.

Muchos lo entienden así. Al menos eso es lo que pone de manifiesto un documento del Observatorio del Emprendimiento en España, también conocido como Red GEM, en el que se recoge la reacción de los emprendedores españoles ante la crisis de la Covid-19 a través de una encuesta realizada el pasado mes de abril. Según este, un 45% de los emprendedores entrevistados tienen previsto cambiar su modelo de negocio para adaptarse a una nueva realidad, aunque todavía no esté muy bien definida.

Consultoras como Board of Innovation describen escenarios post Covid dentro de la que denominan “economía de bajo contacto” en la que tendremos menos dinero o miedo a gastarlo, en el que habrá más personas con trastornos psicológicos, donde el teletrabajo y la digitalización reducirán las relaciones interpersonales en general y con las personas mayores en particular, una mayor concienciación por el impacto social…Y todo ello se puede ver de dos formas, desde la parálisis que produce el drama o desde el empuje para salir de él. Esto último, en el entorno empresarial, se conoce como la búsqueda de oportunidades gestionando, más que nunca, la incertidumbre.

A la búsqueda de “la inmensa minoría”

En la consultora Hecho.company lo que proponen es convertir el entorno postCovid en el año año cero para tu empresa. El mensaje va dirigido a todas aquellas organización que han logrado sobrevivir a la crisis, pero que han salido maltrechas. Sus responsables, por el pago mínimo de 8.000 euros, se comprometen a diseñar para ellas un plan de 90 días, para repensar la empresa y salir fortalecido. Requisito imprescindible es, también, disponer de un producto o servicio que sea modificable y adaptable a la nueva realidad. La clave, para pasar del estado de shock al del ataque al mercado, la ponen en la innovación y en el uso de metodologías ágiles, además de la inmersión, ya por defecto, en el mundo digital. En este sentido, Nando Abril y Oyer Corazón, los socios fundadores, sostienen que la mejor forma de gestionar la incertidumbre es reaccionar cuanto antes, bien haciendo algo nuevo, bien incorporando capas de innovación a lo que ya se hacía.

“Ni se pueden quedar parados ni pueden seguir haciendo las cosas como hasta ahora-sostienen- porque lo que ha provocado esta crisis ha sido acelerar lo que hasta hace unas semanas considerábamos tendencias a 2 o 3 años. Esas, ya están aquí, y ahora toca optimizar los recursos, conocer al nuevo cliente y darle lo que pide”. Para alcanzar ese aprendizaje del cliente, además de la digitalización, ponen el acento en el data, ciencia hasta ahora relegada al ámbito de las grandes corporaciones y de las startups. “Cualquier negocio debería comprender a sus clientes y a sus usuarios.-dice Corazón- Ahora tienen que volver a ganarse su confianza, sobre todo la del cliente local, y eso solo se consigue entendiéndole y dándole más a cambio. Se trata de encontrar a la inmensa minoría”.  Asimismo, aunque consideran que la digitalización empresarial ya no es una opción, sí que defienden la existencia de toda una gama de grises entre el todo digital y el todo analógico, con opciones flexibles donde se da la confluencia de ambos entornos.

Volvemos a hablar de la economía circular

También Javier Peña, director general y científico de Elisava Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona, piensa que la crisis puede ser un buen momento de inflexión para cambiar el mundo de los negocios. Férreo defensor del conocimiento del lenguaje de los materiales y de la economía circular, más que interpretar como el fin del reciclaje el abuso actual del usar y tirar, de las unidosis, del papel o de los plásticos, lo entiende como el principio de una nueva industria. “Ya se sabía, pero la crisis sanitaria ha puesto mas en valor materiales como el plástico que se ha utilizado para hacer ventiladores, pantallas o equipos de protección. Es un material valiosísimo, pero que luego nos podemos encontrar en nuestros mares, en los montes o en las playas. No es que el plástico tenga patitas para desplazarse, es la falta de concienciación humana la que lo conduce allí”.


La solución para ponerlo en valor sería invertir en la creación de grandes plantas de reciclaje por todo el país que diesen a todos los materiales una segunda o tercera vida en forma de producto nuevo y útil. “No hablo de filosofía, hablo de economía y de una oportunidad de negocio brutal- aclara-porque es un cambio de paradigma en la relación del hombre con la naturaleza. Si antes de la Covid parecía que era el hombre el que conquistaba el mundo, ahora nos toca a nosotros pedir que nos integre”.

Los que prefieren el atajo

Pero los hay también que, con menos ambiciones, optan por tomar un atajo que precipite su llegada al futuro. Lo que hacen es aclimatarse a los cambios y reorientar las estrategias y la cartera de clientes. Esto es lo que han hecho, por ejemplo, en Yo pongo el hielo, una empresa que nació para vender bebidas alcohólicas por internet, luego añadió los refrescos y ahora, viendo que el confinamiento dejaba desabastecidos a muchos clientes, acaban de lanzar otra marca: ‘Te doy la lata’, a través de la cual distribuyen desde esta semana productos de alimentación y droguería. La marca, que se promociona como el Supermercado Online del Grupo YPH y Yo pongo el hielo, según Yago González, uno de sus impulsores “ha funcionado bien desde el primer día, tanto que hemos tenido que contratar a dos personas nuevas en plena crisis”. La estrategia ha sido sencilla, aprovechar a los clientes que ya tenían y ampliar producto. Una prueba de que a veces la innovación y el pivotaje no es exclusivo de unos pocos.

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