Victoria Puche. Foto: RAFA MOLINA.ALICANTE. El sector turístico trabaja sobre una planificación que no tiene ahora de base por la pandemia. Ésta es una de las premisas repetidas por la mesa de debate que inició el Foro de Movilidad Turística organizado por el Ayuntamiento de Alicante a través del Patronato Municipal de Turismo y el diario Alicante Plaza. El encuentro puso en relieve las trabas a las que se enfrentan desde que se desató la pandemia, siendo la falta de movilidad el lastre para su recuperación.
La mesa contó con la intervención del presidente de la patronal hotelera de la Comunitat (Hosbec), Toni Mayor; la presidenta de la Asociación de Hoteles de Alicante (Apha), Victoria Puche; el director del Patronato de Turismo de la Costa Blanca, José F. Mancebo; y José Ramón Bauzá Díaz, de Ciudadanos, miembro del Grupo Renew Europe, expresidente del Gobierno de las Islas Baleares, miembro de la Comisión de Turismo y Transportes y de la Comisión de Asuntos Exteriores en el Parlamento Europeo.
"Sin movilidad no hay turismo", así de tajante fue el presidente de Hosbec, que criticó que las administraciones públicas optan por "la brocha gorda" a pesar de que considera que las medidas necesitan "una cirugía más precisa". Se refiere así a las restricciones que abarcan grandes territorios en lugar de acotar más según la incidencia del virus en zonas más pequeñas para permitir la actividad en aquellos sitios donde los contagios estén más controlados y con una tasa más baja, como llevan defendiendo desde que se inició la pandemia.
En relación a este asunto, Victoria Puche manifestó su sensación de que "no tienen en cuenta que hotelería y hostelería trabajamos mucho sobre una previsión". Una situación que no entienden después de llevar un año de pandemia: "Sabemos que es una situación crítica, nunca antes vivida, pero no hay un plan". Así, recalcó la necesidad de tener una previsión porque hace unos meses tenían el foco puesto en Semana Santa "pensado que la Comunitat abriría el cierre perimetral, pero no ha sido así", lamentó la empresaria. Esto, dijo, provoca que estén contenidos en sus movimientos porque no conocen cuál puede ser el proceso de desescalada. "Más allá de eso, la vacuna marcará el futuro, sin eso no vamos a poder hacer nada", comentó Puche.
Mayor puso en valor la forma de actuar del gobierno británico, que han tienen fecha de cuánto tiempo van a estar sin turismo internacional y cuándo se podrá retomar la negociación para la vuelta de los vuelos. Una posición alejada para ellos de lo que se sabe de España, que solo tienen claro que el 9 de mayo está el tope para el estado de alarma. Con todo, el hotelero de Benidorm manifestó sus miedos a que dentro de unos días se pueda presentar una cuarta ola que deje tiritando la temporada estival.
Mancebo también dio su visión sobre la actuación en las medidas para evitar contagios, señalando que siempre se ha pensado en la movilidad como forma de restricción, pero no se ha mirado en el ámbito de la desescalada "porque no hay un plan". Así, también se refirió a los británicos, que han dado certidumbre al sector "porque al menos tenemos un horizonte temporal donde seguir planificando", dijo el director del Patronato de la Costa Blanca, dependiente de la Diputación de Alicante.
Después de un año de coste económico para empresarios y trabajadores, Bauzá quiso reconocer el "esfuerzo" que está haciendo el sector turístico en España, que calificó de "ejemplar". Desde un punto de vista más institucional, mencionó que el gobierno central "ha pasado el problema a las comunidades autónomas" y señaló que muchos de los criterios no están basado en evidencias epidemiológicas, sino en cuestiones políticas. "Lo deseable es que haya criterios comunes, no fronteras internas", comentó Bauzá, a lo que añadió que no consideraba que fuera una situación fácil de gestionar, pero llamó a trabajar con "sentido común" en las tomas de decisiones.
Para Mayor, mientras no llegue la inmunidad de grupo a nivel europeo, podría funcionar a nivel nacional un sistema parecido al implantado en la Unión Europea donde se tiene en cuenta la incidencia para poder viajar entre países, pero en este caso, se haría entre el territorio español. Sin embargo, todos los participantes de la mesa redonda coincidían en poner en marcha el pasaporte sanitario en la UE, al tiempo que la mentaban que no se terminara de consensuar los criterios.
Sobre esto se pronunció Bauzá, que informó que podría estar listo para mayo de este año. Un tiempo insuficiente para Puche, que entendía que esta medida se tendría que haber implantado desde hace tiempo, sabiendo que hay colectivos ya vacunados que podrían beneficiarse de este documento y comenzar la actividad: "Sigo pensando que estamos siendo muy pacientes en el sector", comentó Puche.
Para Mayor, la idea tiene que pasar por hacer "un cómputo de cosas" teniendo en cuenta que hay países que este verano "no tendrán una vacunación suficiente", por lo que abogó por introducir también el test como un mecanismo para garantizar que será un viaje seguro para el destino y para el resto de turistas. Bauzá confirmó que será a través de una app móvil para vacunados, mientras que los que no lo estén tendrán que pasar protocolos con PCR y cuarentenas.
Sobre el futuro del turismo y si se quedarán las medidas en la nueva normalidad, Mancebo explica que habrá dos tendencias que seguirán al alza, como es al digitalización y la sostenibilidad, dos asuntos que venían implantándose y que se han incrementado con el nuevo escenario. Por la parte contraria, evidenció que la "digitalización no llena hoteles", por lo que dijo que había que apostar por la presencialidad "cuando la movilidad tenga algo de sentido".
Por su parte, Puche es partidaria de pensar que será "una vuelta a los orígenes", que ubica en el sol y playa: "Es lo que ha permitido que España sea hoy en turismo lo que representa a nivel mundial, no hemos subido al motor de la gastronomía y al turismo de congresos, pero la base es el sol, el buen clima, cercanía y cómo acogemos al turista, como ese principio de los años 70...".
El presidente de Hosbec comentó que lo importante era "no perder la ilusión por ser mejores", recordando que Benidorm tiene 11 hoteles en reformas después de un año complicado en la economía de las empresas de alojamiento turístico. Eso, dijo, es reflejo de que hay "mucha fe en lo que tenemos". Una de las consecuencias que prevé que tendrá a partir de ahora el nuevo turismo será que los clientes alarguen sus estancias para evitar 'mini viajes' por la huella del carbono.
Uno de los temas que tocó la mesa de debate fue la última medida impuesta por el gobierno central, que es la obligación de llevar mascarilla incluso en espacios abiertos donde se garantice la distancia de seguridad, como son las playas. Los participantes fueron críticos con esta nueva situación, que Mayor confirmó que estaba realizando "un daño importantísimo en las reservas", que dijo que se habían parado por este motivo. Y Bauzá coincidía alertando que esto podría provocar que los turistas elijan otro destino donde no estén obligados a llevarla.
Finalmente, llegaron a la conclusión que el turismo de congresos será el último en poder recuperar la actividad como antes puesto que se necesitan espacios muy amplios para garantizar la distancia de seguridad sanitaria y que además sea rentable para el organizador.
