VALÈNCIA. "Tres años seguro y dos más de prórroga". Fue la respuesta de Carlos Casanovas, director corporativo de negocio inmobiliario de CaixaBank, a una pregunta directa del público: ¿cuánto va a durar el crecimiento en el sector inmobiliario? Ocurrió en la segunda mesa redonda de la jornada 'presente y futuro del sector inmobiliario valenciano' organizada por Valencia Plaza.
En el encuentro, que se celebró en el Hotel Las Arenas y que contó con el patrocinio de Improven, CaixaBank, Net de Gerrers y Broseta, el directivo explicó que los indicadores con los que trabaja la entidad financiera auguran una muy buena evolución en el sector inmobiliario, con un crecimiento a la vista de al menos cinco años -si bien la prudencia le invitó a una revisión del pronóstico cumplidos los tres primeros-.
El resto de los participantes de la mesa redonda asintió ante la exposición de Casanovas. Gonzalo de Ortega, director del área jurídica de Lánderer Consultores, habló de una previsión de crecimiento estable durante los próximos años. Eduard Navarro, CEO de Net de Gerrers, se pronunció en la misma línea, y además auguró que "no veremos una burbuja repentina como la que tuvimos" dado que "las condiciones internacionales no se dan".
La reflexión saltó incluso a los corrillos posteriores a la mesa de debate, donde una empresaria de la construcción calcaba el pronóstico de Casanovas: tres años seguros de crecimiento tras los que tendría "mucha más prudencia" en la tramitación de promociones, todo con el objetivo de -dado el retraso de la burocracia- no encontrarse con demasiado producto terminado pasados los cinco años en los que se augura una progresión positiva.
Más allá de esta cuestión la mesa reflexionó sobre 'los nuevos actores en el mercado versus la financiación tradicional', tal y como rezaba su título. Casanovas defendió el rol de la banca y su rigor tras los errores de la crisis, si bien destacó que "todos los actores son necesarios". "Los fondos son los que adquieren más el riesgos al comprar por precios que entienden que han tocado mínimos", dijo.
Por contra, De Ortega subrayó que las socimis y los fondos otorgan "una mayor capacidad y agilidad para invertir en grandes proyectos". "Los fondos están dinamizando un sector que estaba muy ralentizado", afirmó."
"La elección es una cuestión de tamaño", apuntó al respecto Navarro, que agregó que "las promociones más grandes sí pueden gozar de financiaciones alternativas". En la misma línea que De Ortega, el empresario afirmó que "los fondos norteamericanos y de otros lugares están invirtiendo en Valencia".
Al respecto, Joaquín Giráldez, socio de Broseta Abogados, añadió que los fondos extranjeros "a veces no tienen el equipo necesario para analizar operaciones interesantes en el lugar de destino". "Cada vez hay más financiación participativa, pero faltan actores que quieran trabajar en nichos como las pequeñas promociones. Echamos de menos a la banca", dijo.
La primera mesa de la jornada, que reflexionó sobre "los nuevos retos en la gestión de la cadena de valor en el sector inmobiliario", estuvo precedida por una ponencia del socio y director general de Improven, Sergio Gordillo, que puso el sector inmobiliario frente al espejo de la automoción o el textil.
"Hay que saber entender bien a qué tipo de cliente debemos atender. Entender bien qué necesita, ofrecerle una marca concreta que lo fidelice y maximizar las sinergias como hacen la automoción y el textil. El sector debe buscar recursos, diseños compartidos pero personalizando las propuestas, y lograr fidelizar al cliente, porque poca gente volvería a comprarse una vivienda con quien lo hizo hace décadas. El mundo ha cambiado", expuso.
En este sentido, Pablo Serratosa, presidente de Grupo Zriser, explicó que el cliente "exige una mejora de la calidad de vida, no solo de los materiales de su vivienda". "Quiere adquirir habitaciones con tamaños razonables y lógicos, zonas comunes como jardines o piscina que le den calidad de vida, buenas ubicaciones, buenos entornos... En definitiva, el cliente exige más ahora por el dinero que paga", detalló.
Por su parte, Teresa Puchades, directora general dela promotora Avanza Urbana, detalló que su compañía se reinventó durante la crisis ante la caída de la demanda. "Nos hemos convertido también en una empresa de servicios y soluciones para la industria de la vivienda. Somos gestores de proyectos de esta industria", dijo.
Mariano Sebastiá, gerente comercial de TAU Cerámica, explicó que en su sector los principales cambios han consistido en la irrupción de la tecnología, que les ha permitido ofrecer a los clientes unos productos "que imitan a los naturales de una forma más real"; y en la tendencia hacia la eliminación de la figura del distribuidor, el intermediario entre la industria y el cliente final.