Los aranceles al acero y aluminio suponen un impuesto masivo para los consumidores estadounidenses, a juicio del economista jefe de Saxo Bank
MADRID. El impulso crediticio de China se ha derrumbado y el de EE UU va en la misma dirección. Ahora, la decisión del presidente estadounidense Trump de imponer fuertes aranceles sobre el acero y aluminio importados anuncia una desaceleración enormemente perjudicial en los flujos comerciales.
Los aranceles suponen un impuesto masivo para los consumidores estadounidenses y han hecho que la probabilidad de recesión en los Estados Unidos en los próximos 12 meses se haya disparado al 70%.
En más de 30 años nunca he visto suposiciones y premisas más incorrectas que las presentadas por la administración de los EE UU sobre el comercio.
Impacto
El impulso crediticio de EE UU, que adelanta la economía real entre 9 y 12 meses, ha estado en contracción desde el tercer trimestre de 2017. En el segundo trimestre, se encontraba en el 0.4% del PIB y en el tercer trimestre cayó a menos del 0.7% del PIB. En una economía altamente apalancada como la de EE UU, el crédito es un determinante clave del crecimiento.
En los próximos trimestres, la menor generación de crédito se traducirá en una menor demanda y una menor inversión privada, que podría mitigarse parcialmente con la reforma fiscal de Trump. Existe una correlación alta de 0.70 entre el impulso de crédito de los Estados Unidos y la inversión privada fija y una correlación significativa de 0.60 entre el impulso de crédito y la demanda interna final.
La menor generación de crédito está ocurriendo en un momento crucial para la economía de los EE UU, ya que el riesgo de desaceleración en el ciclo industrial ha aumentado en los últimos seis meses.
La combinación de contracción en el impulso crediticio de EE UU, crecimiento de préstamos comerciales e industriales más bajo pero aún no negativo y el riesgo de inversión de la curva de rendimiento son claros signos de que EEUU está cerca del final del ciclo.
Estos indicadores aún no han alcanzado niveles asociados con un riesgo recesivo, pero validan el escenario de una próxima desaceleración económica que podría empeorar cuando el efecto del declive del impulso crediticio de China también afecte al crecimiento global.
Steen Jakobsen es economista jefe de Saxo Bank