MADRID (EFE). El pesquero Nuestra Madre de Loreto de Santa Pola, que lleva diez días bloqueado frente a las costas de Libia con 11 migrantes a bordo, ha decidido regresar a España desoyendo las indicaciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que instó a cumplir las leyes internacionales y dirigirse al puerto más seguro y cercano.
Según ha informado esta noche a través de su cuenta de Twitter Oscar Camps, fundador de la ONG Proactiva Open Arms, la tripulación del pesquero alicantino ha decidido poner rumbo a España "con la dignidad de haber rescatado a personas en peligro de muerte y anteponen proteger sus vidas a las consecuencias que este hecho les pueda acarrear".
Esta decisión se produce horas después de que el presidente del Gobierno instara al capitán del pesquero a respetar las leyes internacionales y a dirigirse al puerto más seguro y cercano. Sánchez hacía esta recomendación al capitán en la conferencia de prensa que ofreció al término de la cumbre del G20 de Buenos Aires, donde se encuentra estos días y donde recordó que todos, no solo el Gobierno de España, sino los ciudadanos y los barcos privados también, están sometidos a la ley internacional y la ley comunitaria. Afirmó además que ambas legislaciones son muy claras y, que en casos como este, lo que se tiene que hacer es ir al puerto cercano más próximo y seguro.
"Ahora mismo existe esa posibilidad. Por tanto, recuerdo que tenemos que estar sometidos todos a la legislación comunitaria e internacional, y eso le pediría al patrón de ese barco", añadió el presidente del Gobierno.
Entretanto, el director gerente de la Cooperativa de Pescadores de Carboneras (CARBOPESCA), Pedro Hernández, a la que está afiliado el armador del pesquero Nuestra Madre Loreto, aseguraba este medio día que "en las próximas horas" la embarcación volvería a su base en Santa Pola si no se daba una solución a su situación.
En declaraciones a Efe, Hernández denunciaba que la situación de los miembros de la tripulación y los inmigrantes es "insostenible", ya que se les han acabado los víveres y "no tiene ningún sentido -añadía- permanecer en el mar (frente a las costas de Libia)".
Finalmente el pequeño pesquero español ha decidido poner rumbo a la costa valenciana al encontrarse atrapado en una fuerte marejada y olas por encima de los dos metros, con combustible y vituallas para apenas tres días y después de haber estado navegando sin rumbo a unas cien millas al norte de Libia y a unas 150 millas al sur de Malta, país que ha decidido cerrar su puerto.
La situación crítica de la embarcación ha llevado al gobierno libio a aceptar este mismo sábado, a través de los canales diplomáticos, hacerse cargo de los once migrantes, lo que finalmente parece que no va a ocurrir, según la ONG Proactiva Open Arms.