VALÈNCIA (EP). El primer año de pandemia ha llevado al 15% del pequeño comercio de la Comunitat Valenciana a echar el cierre definitivo. Pero además, unas 20.000 tiendas, un tercio de las 62.000 existentes en la región, se encuentran en "riesgo extremo" de desaparecer, con lo que este año la cifra de establecimientos que bajen la persiana podría alcanzar el 25% si no se toman las medidas adecuadas.
Sus esperanzas se centran ahora en un 'Plan Resistir 2' que les ayude a "respirar", ha apuntado el presidente de la Confederació del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç CV), Rafael Torres, en una entrevista a Europa Press.
Los establecimientos de equipamiento personal están siendo los más afectados por la crisis de la covid, fundamentalmente de textil, cuya caída media de la facturación está en un 40% y en algunos casos alcanza entre el 60% y el 80%, sobre todo desde las restricciones de enero, que hasta este lunes limitaban la apertura comercial hasta las 18.00 horas, y que han supuesto un "parón descomunal" para el sector, ha asegurado Torres.
Ante esta situación, el representante del pequeño comercio ha valorado que se hayan atendido sus peticiones en cuanto a prolongar el horario comercial hasta las 20.00 horas y aumentar el aforo comercial al 50% en la desescalada que ha arrancado este lunes.
Aún así, ahora que empieza la devolución de los ICO y que la pandemia se está prolongando más de lo esperado, considera necesario acompañar al comercio con un "plan de contingencia". Tras un año de restricciones y "sin ayudas directas", se han quedado "sin defensas, en una agonía que ya no pueden más".
Por fin, ha señalado Torres, la administración se ha dado cuenta de que "necesitamos ayuda", ha incluido al sector en el diálogo de la desescalada y se está negociando un 'Plan Resistir 2' que en esta ocasión prevé ayudas directas al pequeño comercio. Sin embargo, hasta ahora, el sector se ha sentido "bastante olvidado" y la "indignación había alcanzado un nivel muy grande".
En todo caso, espera que se pueda pactar un plan de contingencia con las medidas que requiere el sector para "respirar algo" y pide que los Ayuntamientos destinen recursos al sector. Asimismo, confía que la reapertura de las terrazas de la hostelería "anime el ambiente en la calle" para las ventas.
El presidente de Confecomerç CV ha admitido que la "desesperanza" ha hecho mella en el pequeño comercio, que esperaba que la crisis de la covid-19 remitiera en unos meses y que sin embargo ve como esto "continúa y continúa y no se ve el final".
No todos los sectores comerciales se han visto afectados igual y aunque la caída media del comercio se sitúa en un 8%, hay que tener en cuenta que este porcentaje abarca desde subsectores como la alimentación que ha crecido, o el hogar que se ha mantenido, hasta el equipamiento personal, cuya facturación sufre un "absoluto desastre" con una caída media del 40%.
De hecho, en textil, las caídas han llegado al 80% con las restricciones establecidas en enero para frenar el avance de la tercer ola. Y es que según Torres, la obligación de cerrar a las 18.00 horas ha supuesto un "parón descomunal" agravado por el cierre de la hostelería, los cierres perimetrales, el teletrabajo, la falta de turismo, los llamamientos a quedarse en casa, y la reducción de la movilidad.
En este escenario no todos los establecimientos han sufrido por igual. Los locales del centro y los de las zonas turísticas son los que se llevan la peor parte.
El presidente de Confecomerç CV augura unos meses de "difícil equilibrio" hasta que realmente haya una vacunación masiva, y mientras tanto, el pequeño comercio necesitará de un apoyo que pase por ayudas directas y exenciones fiscales.
En este primer año de pandemia ha sido como una "bofetada en la cara" que ha obligado a los negocios a "ponerse las pilas forzosamente" en materia de digitalización. Se ha avanzado 12 meses lo que hubiera costado años, ha reconocido Rafael Torres.
A pesar de todo, "el 90% de la venta sigue siendo física y el 10% online, con que lo que los negocios físicos no van a desaparecer. Desaparecerán los que estén mal gestionados y se mantendrán los que consigan ser omnicanal", ha augurado.
El representante del pequeño comercio ha admitido que los establecimientos se han visto obligados a modernizarse "rápido", no es solo la venta online, es digitalizar todos los procesos y toda la información. El futuro de los negocios pasa por ser "omnicanal", ha concluido.
Por otra parte, el presidente de Confecomerç CV ha lamentado que la Conselleria de Economía Sostenible haya autorizado el desarrollo de un centro comercial en Turianova, el nuevo barrio junto a la Nueva Fe de València en los terrenos de Fuente de San Luis, cuando hay ya una "sobresaturación descomunal" de grandes superficies.
Torres considera que el proyecto de AQ Acentor, promotora inmobiliaria de Aquila Capital en España, "no aporta nada nuevo a lo que ya existe", pero además, no solo afectará al comercio de proximidad sino que también a los centros comerciales ya establecidos en los alrededores. En una entrevista a Europa Press, ha manifestado que este nuevo complejo no tiene ningún rasgo "diferencial" y considera que "no es necesario ni recomendable".
En concreto, la autorización concedida por la Conselleria es para la construcción de un nuevo complejo que albergará áreas comerciales y de ocio en 77.000 m2, además de zonas de uso hotelero, deportivo, residencial colectivo, oficinas y de servicios hasta completar los 168.000 m2. Conceptualmente se crea una sucesión de espacios abiertos que se integran en el gran parque público del barrio de Turianova, donde la promotora tiene también en marcha la construcción de 1.200 viviendas.
A pesar de que el Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunitat Valenciana (PATSECOVA) está aprobado, tampoco puede impedir el desarrollo de un proyecto como este puesto que no excede el límite de 120.000 metros cuadrados que pone la norma a la superficie comercial.
Además, el Patsecova no empezará a aplicarse hasta septiembre pese a estar aprobado, con lo que este es "un año perdido", ha agregado. Rafael Torres valora que la norma obligará a los ayuntamientos a desarrollar planes de comercio, algo que hasta ahora no se hacía, pero ha lamentado que por el momento, no se haya dotado presupuesto.