VALENCIA, (EFE). Su lema, "No enseñamos inglés sino que enseñamos en inglés", marca el paso de Total English Teaching, más conocido como método TET y pionero en la educación en inglés para bebés y niños hasta 3 años, ideado e instaurado en una guardería valenciana y que este año celebra 10 años con un éxito consolidado.
Su fundadora, Lola Sancho, explica que el éxito del método reside en que no fraccionan el idioma ni lo infantilizan: "Enseñamos a los niños a trabajar las emociones o áreas como matemáticas o geografía en inglés, tal y como lo aprendería un niño nativo".
La estimulación temprana caracteriza este sistema único que trabaja con bebés desde los cuatro meses. "Cuando empiezan tan pequeños, las neuronas que acumulan la información de ambas lenguas se depositan en la misma parte del cerebro; a partir de los 4 o 5 años ya se depositan en zonas diferentes", aclara Sancho. "Si al niño se le habla en dos idiomas desde que nace, los aprende indistintamente. El valenciano es el claro ejemplo", argumenta la fundadora del TET.
Aunque existe cierta controversia en torno a la estimulación temprana, ella se muestra convencida de que "no es un problema estimular el cerebro de un bebé. Hacer que crezca con muchísimos datos facilita su futuro aprendizaje". Durante los primeros años "se asientan las bases del niño y su sistema nervioso, y es el momento clave para detectar posibles problemas", explica. Por ello, critica la organización del sistema educativo actual que incluye la educación infantil desde los 3 años en los colegios.
"Me parece un error y una desprotección total a los niños", comenta Lola Sancho, quien opina que "un niño de 3 años no debe estar en un colegio donde todo lo que le rodea no es de su tamaño", por lo que no dudó en extender su sistema formativo hasta los 6 años. "Si la sociedad asimilase la importancia de los primeros años, la educación sería diferente porque la educación infantil bien comprendida y bien trabajada es el éxito de cualquier persona", afirma.
La eficacia del TET se materializó el pasado mes de mayo cuando uno de los centros que dirige Lola Sancho y que enseña con su método recibió por parte de la Organización Mundial de Educadores el Certificado a la Excelencia en Educación Infantil, al tiempo que se convirtió en la primera empresa de la Comunitat Valenciana en tenerlo y la segunda en España.
Desde que empezaron a impartirlo hace más de dos décadas en la guardería Chiquilín de Valencia, valora la experta, "tanto padres como colegios donde nuestros niños seguían su formación, y auditores que revisaban nuestros centros, nos felicitaban por nuestro plan educativo".
Esa serie de elogios impulsó hace diez años a Lola Sancho y a su equipo de educadores infantiles a compartir el método con otros centros educativos y aunque siguen el mismo formato, han perfeccionado todas las programaciones y materiales.
"A los centros que se acogen al TET les ofrecemos herramientas necesarias: canciones, vídeos animados, personajes... Todo ello bajo una programación estructurada y compuesta de las áreas que se van a trabajar y los objetivos lingüísticos que se van a conseguir", explica.
A pesar de la cantidad de materiales que proporcionan, la vocación es lo que prima y uno de los factores del buen funcionamiento de sus centros es la actitud que proyectan sus educadores y que trata de transmitir en los cursos de formación que imparte a los profesionales que se acogen al método.
"Hay que reconocer el trabajo de las educadoras infantiles porque durante los primeros años son la continuidad de las familias de los niños y forman parte de una etapa clave e irrecuperable como es la infancia", concluye.
Son torpes, inmorales, mentirosos y no muy trabajadores. Pero además algunos de nuestros gobernantes son unos zoquetes. No saben hablar ni escribir. La tienen tomada con el diccionario, por el que no sienten respeto. Hoy, cualquier analfabeto puede llegar a ser ministro
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