VALÈNCIA (EP). El empleado de Crespo Gomar Vicente Benlloch, que estuvo en la empresa del año 2000 a 2007 y que en su última etapa fue director general, ha asegurado este miércoles que él no tiene conocimiento de que se facturara "ninguna cantidad a ningún cliente que no corresponda" y que él sepa "no se ha facturado nada por cosas que no se hicieran". "Todo lo que se facturaba, se facturaba al cliente que encargaba el trabajo", ha reiterado.
Así lo ha asegurado durante su comparecencia en la comisión de investigación en Les Corts sobre la financiación electoral del PSPV y Bloc entre 2007 y 2008, en la que se le ha preguntado por sus funciones en la empresa y por la posibilidad de que los gastos que Crespo Gomar facturaba a estos partidos pudieran haber sido abonados por empresas.
Benlloch ha advertido que dejó la empresa en septiembre de 2007 y hay temas que, por el tiempo transcurrido, no recuerda. Ha explicado que era el director general en su último periodo en la agencia de comunicación y por encima de él estaban los gerentes, Alberto Gomar y Pepe Crespo, que eran "los que tenían la última palabra" porque al final él "no dejaba de ser un empleado".
Sus funciones eran, según ha dicho, de gestión interna de la empresa pero no estaba "en el trato directo" con los clientes, como tampoco en las facturas, ya que él se encargaba de los "grandes números" de la empresa. Ha indicado, después de que la exempleada Lucía Pascual señalase en esta misma comisión que él llevaba la facturación, que entre sus labores estaba la gestión de la facturación.
Ha asegurado no recordar qué ejecutivos de cuentas llevaban las de PSPV o Bloc, pero ha restado valor a la importancia de estos clientes: "No es que fueran clientes especialmente relevantes. Trabajábamos para PP, PSPV y Bloc, eran un cliente más dentro de la actividad normal de Crespo Gomar, las campañas políticas eran puntuales y no recuerdo que se prestara un especial interés". "Ya existía antes, era rentable mucho antes de que se empezara a trabajar en política, fue una consecuencia, no la razón", ha insistido.
Benlloch ha señalado que los clientes políticos entraban a la empresa "por la propiedad, que era quien tenía los contactos", aunque también podrían haberlo hecho por los comerciales y cuando se hacían los trabajos "las cosas se facturaban a cada cliente". Ante las preguntas de por qué entonces algunos trabajadores declararon que algunos pagos no correspondían a servicios prestados, ha indicado no tener "ni idea". "Que todos los trabajadores supieran exactamente todos los clientes para los que trabajábamos me parece difícil", ha agregado.
También ha indicado no recordar "que se hiciera un trato especialmente favorable para el PSPV", porque también se trabajó con el PP y el trabajo era "de mucho nivel" siempre con todos los clientes de Crespo Gomar: "Intentamos tratar a todo el mundo bien sea partido político o empresa porque intentamos vivir de esto".
Preguntado sobre la coincidencia al céntimo en algunos importes de facturas emitidas al PSPV y a empresas privadas, con coincidencia en el número de factura, ha señalado que esto último "no es raro", aunque que coincidan "al céntimo puede ser más complicado", pero ha asegurado no saber más sobre esta cuestión. Había algunas tarifas estipuladas, aunque "cada trabajo se personalizaba bastante" y, por tanto, eran orientativas.
Asimismo, ha indicado que no le parece "exagerado" que se pudiera facturar 200 euros por una nota de prensa, aunque no lo recuerda, pero "no es un importe desmesurado, hay notas que se escriben en cinco minutos, otras en dos días, depende de la complejidad".
El exdirector ha señalado que no vio nunca estadillos de las cuentas de los partidos en Excel con anotaciones sobre quién realizaría los pagos, y no tiene conocimiento "de que estuvieran por allí", remarcando que él supervisaba los cierres contables y "un director no está en la facturación del día a día".
Ante la existencia de un correo electrónico con Metrovacesa sobre una factura en la que se dirige a un interlocutor en Crespo Gomar llamado Vicente, ha insistido en que él no facturaba. Preguntado por si había algún Vicente con facultades de facturación, lo ha negado. "Si tengo que decir que es mío digo que no", ha dicho, porque no eran sus funciones.