VALÈNCIA. Los acontecimientos tras la detención del exministro Eduardo Zaplana y la sentencia de Gürtel por la que ha acabado condenado el Partido Popular han precipitado los acontecimientos en la agenda política. A lo largo de este viernes, se producía una reacción en cadena de cada formación política que intensificaba la sensación de crisis global en el panorama político español. Una caída de fichas de dominó que podría afectar también al escenario valenciano y a las elecciones autonómicas y locales de 2019.
Así, el PSOE de Pedro Sánchez golpeó primero con la presentación en el Congreso de una moción de censura para lograr la Presidencia del Gobierno. Ciudadanos contraatacó apelando a una convocatoria de elecciones generales por parte de Mariano Rajoy y, este último, insistió en su comparecencia en su deseo de agotar la legislatura. Unas maniobras que dejan un escenario altamente complejo que, al igual que sus consecuencias, resultan difíciles de predecir.
A priori, lo que se desliza de todo este proceso es un órdago por parte de los socialistas para dejar a Ciudadanos en una situación complicada: o dan su apoyo a Sánchez para que sea presidente del Gobierno -alineándose con fuerzas como Podemos y Compromís- o lo rechazan salvando así a Rajoy, a no ser que el PSOE recibiera el respaldo de los independentistas. Otra vía, la que defiende Ciudadanos, va dirigida a que Sánchez retire su moción de censura y presentar una conjunta de carácter instrumental que sirva solo para la convocatoria electoral.
Los socialistas, sin embargo, se muestran reticentes y quieren mantener la suya y negociar sobre ella: la clave, según apuntan dirigentes del PSOE, es que Sánchez no quiere convertirse en 'presidente por un día' sino que aspira a rentabilizar por un tiempo su hipotético paso por La Moncloa más allá de erigirse como el artífice de la caída de Rajoy. Una hoja de ruta que no conviene a Ciudadanos que, con los sondeos a favor, no está dispuesto a regalarle la Presidencia a Sánchez sin pasar por las urnas. Esto conduciría a una situación de bloqueo -la más probable para muchos- que permitiría sobrevivir a Rajoy.
Varias posibilidades -más algunas nuevas que irán surgiendo- sobre las que girará el debate político en los próximos días pero cuyas consecuencias también pueden dejarse notar en la Comunitat Valenciana.
Así, fuentes del PSOE consideran que si el socialista Pedro Sánchez se sale con la suya y consigue ostentar la Presidencia del Gobierno aunque sea con carácter temporal, implicaría un espaldarazo para la marca. Una visión optimista que algunos dirigentes del partido no terminan de compartir dada la compleja situación existente con el problema catalán todavía sin resolver y de la que Sánchez debería hacerse cargo.
Además, no es descartable si el líder del PSOE alcanza La Moncloa que finalmente hubiera que enfrentarse a unas elecciones generales que coincidieran con las autonómicas y locales de 2019. Un escenario que desde el PSPV siempre han preferido evitar, si bien pocos se aventuran a determinar con toda seguridad si sería especialmente negativo o positivo porque dependería de la situación en la que llegara la marca estatal al proceso, aunque posiblemente Compromís pudiera verse más afectado por esta coincidencia de fechas al ser un partido netamente autonómico.
Ahora bien, casi inquieta más una hipotética convocatoria de elecciones generales este mismo año. Distintas fuentes dentro del Consell tanto de PSPV como de Compromís coinciden en que la situación a día de hoy estaba controlada para el Gobierno valenciano y las fuerzas políticas que lo sustentan. Gran parte de los sondeos dibujaban amplias posibilidades de la continuidad del Pacto del Botànico en las instituciones con una caída clara del PP y un ascenso, según la encuesta, más o menos importante de Ciudadanos.
Sin embargo, un encuentro con las urnas antes de las autonómicas podría condicionar de forma muy intensa la correlación de fuerzas para el gobierno de la Generalitat. Por ejemplo, si se produjera en la cita estatal un ascenso de Ciudadanos como el que predicen algunas encuestas a día de hoy, PSPV y Compromís podrían encontrarse con una formación naranja en la cresta de la ola para los comicios que se celebrarían meses después. Una situación que sería mucho más difícil de contener que si la hoja de ruta que hasta ahora se manejaba se mantuviera intacta.