MADRID. De las más de 300 escuelas de negocios que funcionan en España, 3 juegan en primera división de la liga mundial. Se trata de IESE, Esade y el IE Business School. Ya de carácter público, destaca la Escuela de Organización Industrial (EOI). Aunque son varios los rankings que existen para valorar a las mejores y las posiciones fluctúan, se puede decir, sin temor a equivocación, que las 4 citadas se hallan en el top 20 mundial. Algunas de ellas, y dependiendo de los programas y el año, en el top 10.
Los indicadores que miden la categoría de una escuela de negocios son muchos. Las instalaciones, los programas de formación, el cuadro de profesores nacionales e internacionales, el talento de los alumnos, el cumplimiento de sus expectativas, el porcentaje de mujeres y doctores en el claustro, el nivel de investigación o la retribución laboral de los egresados tres años después de abandonar la escuela, son algunas de las variables que se tienen en cuenta para determinar la brillantez de estos centros.
Asimismo, a todas se las presupone proyección internacional, de aquí el valor de los rankings que cada una exhibe a conveniencia. Así, mientras que desde IE Business School informan de ser la escuela “nº 1 del mundo en programas MBA online” según el Financial Times, en Esade hablan, tomando también como referente la misma publicación financiera del pasado mes de diciembre, de situarse “por cuarto año consecutivo, entre las cinco mejores escuelas de negocios de Europa, concretamente en la 5ª posición”.
Otro de los aspectos que insisten en señalar desde Esade es la internacionalización de la escuela tanto “por el número de empresas internacionales que reclutan a sus estudiantes, así como por el número de participantes extranjeros que pasan por sus aulas”.
El Real Instituto Elcano publicaba a finales del año pasado los resultados de un estudio realizado en colaboración con el IE, IESE y Esade para determinar la imagen de España entre los estudiantes extranjeros de escuelas de negocio (EENN) españolas. Un predominio de hombres sobre mujeres, con edad media de 30 años y muchos de ellos ya integrados en el mundo laboral, era el perfil medio de los participantes en la investigación.
En cuanto a la procedencia de los alumnos extranjeros que llegan a nuestras EENN son, por este orden, América Latina (29,7%), Unión Europea (26,8%) y asiáticos (21,8%). Mucho más irrelevantes son los valores de otros americanos, otros europeos, Oceanía y África. A la pregunta de en qué se habían fijado los alumnos a la hora de elegir una u otra escuela, “los datos resultan aplastantes- se afirma en el estudio-. Casi un 80% de los entrevistados dice que los rankings le influyeron “mucho” y casi el 20% restante que lo hicieron “bastante”.
Al margen de esta disputa por el posicionamiento, se queda la EOI por eso de que ser una institución pública te lleva a jugar en otros terrenos. Lo que no renuncian es a enarbolar el estandarte de ser la primera escuela de negocios creada en España. “Nacimos hace más de 60 años como una iniciativa del Ministerio de Educación y el Ministerio de Industria con la alianza de las principales escuelas americanas. El objetivo era formar un cuadro de directivos públicos y privados potentes de una forma económicamente asequible, cuando no había escuelas de negocios en el país”, explica Miguel Sánchez Galindo, responsable de emprendedores, innovación y pymes de la escuela.
La ventaja de ser una institución 100% pública es que permite apuestas a más largo plazo. “Hemos hecho actuaciones a lo largo de la historia que quizás no fuesen rentables en el momento del lanzamiento, pero que a lo largo del tiempo se han convertido en actividades exitosas”. Se refiere Sánchez Galindo a la puesta en marcha de programas pioneros en sostenibilidad y gestión ambiental, “cuanto no había formación de ciencias medioambientales” o la incorporación, “hace 20 años, de programas de energías renovables”. Habla también del programa de Big Data que la escuela puso en marcha hace 6 años y de otro en materia de ciberseguridad.
Pero si la pública puede permitirse el lujo de tantear el terreno, a la privada se le exigen resultados rápidos y palpables, que para eso pagan los alumnos sustanciales cantidades, más a mayor prestigio de la institución. Nos adentramos ya en el concepto de negocio, donde hay que satisfacer el éxito que se promete al cliente. Lo que más se demanda en estas escuelas es el Master in Business Administration, los conocidos MBA. La instrucción en liderazgo y altos ejecutivos es la razón de ser que dio origen a estas instituciones. Sin embargo, con el paso del tiempo, han ido ampliando y diversificando la oferta que ya no se dirige sólo a postgrados. Ahora se diseñan programas de grado, doctorados o programas de verano. Asimismo, hace años que algunas se dedican también a alentar el ecosistema emprendedor.
En este sentido IE, como institución privada, se jacta de ser la primera en interesarse por revitalizar el tejido empresarial. “Es una escuela creada por y para emprendedores”, precisa Daniel Soriano, director del Centro Internacional de Gestión Emprendedora del IE. “Desde 1983 se inculca a todos los alumnos el tema del emprendimiento, tanto para practicarlo dentro como fuera de la empresa. Para que la formación resulte lo más práctica posible, seleccionamos a parte del profesorado en base a su bagaje profesional, conectados a la realidad empresarial, y no sólo por su nivel académico”.
Para apoyar el emprendimiento desde la base, el IE, además de desarrollar programas específicos, habilitó un espacio para incubar startups, Área 31. La mayoría de los equipos lo integran alumnos del centro pero también tienen cabida algunos proyectos de fuera que juzga interesantes la organización. Del segundo nivel, el de la aceleradora, se encargan en Venture Lab, ya solo para alumnos.
En cuanto a la EOI, lo que ofrece es una formación en abierto con programas gratuitos para emprendedores y pymes. Para ello han distribuido 50 espacios de coworking por toda España “donde ayudamos a acelerar a emprendedores, con la diferencia de que nosotros no tomamos participación de las empresas. Los formamos y les dejamos crecer”, dice Sánchez Galindo.
Otra diferencia que resalta el profesor con respecto a otras aceleradoras es que en la escuela pública “no buscamos siempre la escalabilidad de una empresa sino que miramos más el impacto social”. Cada espacio coworking lanza dos convocatorias al año con una media de 20 emprendedores por centro. La matrícula para los seleccionados es gratuita dado que es una actividad cofinanciada por el Fondo Social Europeo.