ENTREVISTA | Mundo Falcó, PRESIDENTE DEL CÍRCULO DE EMPRESARIOS DEL MEDIO VINALOPÓ

“El balance en el Medio Vinalopó es negativo; el comercio ha sufrido y, por tanto, la industria sufre”

10/01/2021 - 

ELDA. El coronavirus ha marcado también el último ejercicio económico en las poblaciones del interior de Alicante. Recién iniciado el de 2021, el eldendse Mundo Falcó, gerente de desarrollo empresarial en la fábrica de calzado Polinsole S.L. y presidente del Círculo de Empresarios del Medio Vinalopó, desgrana los efectos de la crisis sanitaria en la economía comarcal y las tareas pendientes para la adaptación al nuevo contexto social, tecnológico y laboral.

¿Cuáles han sido los sectores económicos más afectados por la pandemia en la comarca del Medio Vinalopó?

Los sectores más afectados han sido tanto el comercio como la hostelería y, en esta zona, también la industria del calzado, ya que producimos en su mayoría zapato de fiesta y salón y, al no haber eventos, ha sido un sector bastante castigado.

¿De qué forma ha afectado la pandemia a los diferentes sectores?

Las restricciones de movilidad, tanto en el comercio como en la hostelería, está claro que han influido, además de las restricciones como las nuevas medidas de la Generalitat, que solo les permiten abrir [a bares, restaurantes y pubs] hasta las cinco de la tarde. Por otra parte, el comercio y la industria van ligados, por lo que todo lo que no ha vendido el comercio, tanto el minorista como los grandes almacenes, lo siguen teniendo en stock y eso llega a la industria, a la que, en esta nueva temporada, no le entran todos los pedidos que deberían entrarle porque hay un stock acumulado, y eso retrasa toda la cadena de producción.

los cambios que deberían darse son, sobre todo, la digitalización, la creación de marca y la economía circular

¿Se deben corregir los modelos de negocio instaurados hasta el momento en la comarca? ¿En qué sentido?

Pienso que, no gracias a esta pandemia —porque nos ha perjudicado a todos—, pero sí a causa de ella, la gente se ha reinventado. Cuando vienen momentos difíciles es cuando se agudiza el ingenio, y creo que esto acelera el hecho de digitalizar el negocio, usar otras plataformas y crear otros modelos más futuristas, porque a los modelos de negocio tradicionales que no sepan adaptarse al cambio y a los nuevos medios, les va a ser más difícil salir de todo esto. Por eso, creo que los cambios que deberían darse son, sobre todo, la digitalización, la creación de marca y la economía circular. Es hacia esos tres puntos hacia donde nos tenemos que dirigir.

En el foro celebrado en INESCOP el 18 de diciembre (en el que intervino), se apuntaron seis recetas fundamentales para corregir el modelo actual: filosofía de la colaboración, creación de marca, mejora de polígonos, automatización, generación y atracción de talento, y asociacionismo. ¿Las suscribe?

Sí, totalmente, sobre todo la colaboración y la mejora de los polígonos, porque en la comarca, ahora más que nunca, es el momento de intentar ofrecer espacio industrial para no quedarnos solo en el calzado y en la poca industria que tenemos aquí, sino atraer nuevas empresas tecnológicas que pueden ayudar a que, si el calzado en algún momento pasa una época difícil, no constituya el 80 % de la economía de la comarca.

¿Qué sectores convendría, entonces, implantar en la comarca o cuáles deberían reforzarse?

Cualquier industria es buena. Aquí estamos preparados: somos un pueblo industrial, tenemos una mano de obra muy cualificada y con el tema de las mascarillas, muchas empresas se han adaptado a la fabricación de este material de la noche a la mañana de una manera muy eficiente. Eso es una forma de demostrar que estamos preparados para cualquier tipo de industria, como la automoción, por ejemplo.

¿Hay algún municipio del Vinalopó que ya haya tomado medidas en ese sentido y que puede servir como ejemplo de reinvención industrial?

Sí, el ejemplo lo tenemos en Ibi. Era una población que estaba dedicada, casi en su totalidad, a la fabricación de juguetes. Ahora, con sus mismas maquinarias de inyección para fabricar plásticos y demás, está fabricando muchas piezas para la automoción. Es un ejemplo de cómo se puede reconvertir una industria para salvaguardar su existencia.

“Se requiere una mejora de la autovía, suelo industrial y, por supuesto, el puerto seco”

¿Qué recursos o infraestructuras faltan para que la economía comarcal sea más competitiva?

Un punto importante sería conseguir el tercer carril de la autovía que recorre nuestra comarca, porque el tramo que va desde Villena hasta Alicante es el más accidentado. Así que, en cuanto a infraestructuras, se requiere una mejora de la autovía, suelo industrial y, por supuesto, si consiguiéramos instalar en la comarca el puerto seco, sería algo muy bueno de lo que nos podríamos beneficiar todos.

¿Qué supondría la instalación de un puerto seco en la comarca para la economía del Vinalopó? Y en su opinión, ¿dónde convendría instalarlo?

Ahí no me puedo mojar. Sé que Villena y Novelda están peleando fuerte por la candidatura y en Elda parece que hay una pequeña posibilidad, por lo que siempre me gustaría que fuera aquí, porque es la zona que represento. No sabría decir cuál sería el mejor punto, pero sí que sería bueno para la comarca y para el conjunto de la provincia, porque se crearían puestos de trabajo, empresas auxiliares… Al final, alrededor de una gran industria se generan industrias paralelas, y eso nos puede venir muy bien.

Al margen de las infraestructuras, ¿hay otras carencias en la economía comarcal?

Siempre es necesario tener personal cualificado y vendría bien, por parte de las administraciones de la comarca, fomentar más los cursos formativos de nuevas tecnologías. Pero todo esto tiene que ir acompañado de la industria. Si no, vamos a estar formando a gente y se va a ir a otros lugares. Va todo de la mano, tiene que ser algo progresivo. Las empresas se tienen que modernizar a la vez que se tiene que formar a nuevos trabajadores.

¿Se adapta la oferta formativa existente a las necesidades de las empresas?

Quizás, en las empresas tradicionales, es donde más dificultad hay para encontrar personal, ya que el de aparadora o el de cortador no son trabajos atractivos como para que los jóvenes se animen a aprenderlos. Por eso, creo que el tema de la formación es importante, porque si formamos a la población en nuevas tecnologías y en la creación de start-ups, como están haciendo Elda y Petrer con los cursos de Idelsa y Petreremprende, ayudaremos a que esta gente emprenda nuevos negocios y se genere así una cadena. Por supuesto que estoy a favor de se añadan más cursos, respaldados por las administraciones, para ayudar a arrancar la economía de la comarca.

Concretamente, ¿qué procesos de innovación o transformación digital deberían adoptar las empresas del Vinalopó?

Sobre todo, la creación de marca, la venta online y la digitalización de los procesos de fabricación. Es decir, que entre un pedido y directamente le llegue al trabajador, y todo este tipo de aspectos que ayudan a que el puesto de trabajo sea más atractivo y a que los jóvenes quieran ocuparlo. Es más llamativo trabajar en un puesto con todo digitalizado que en uno tradicional, donde los pedidos se pasan sobre un papel. Quizás, es en esto en lo que tenemos que trabajar todos para garantizar que la industria siga siendo atractiva para los jóvenes que empiezan. Pero, sobre todo, la creación de marca y la venta online, porque con esta puedes vender a todo el mundo y es una oportunidad en la que nos tenemos que enfocar todos.

El mundo va a cambiar en los próximos dos años más que en los últimos diez

¿Qué potencialidades de nuestra economía cabría explotar más?

Tenemos que enfocarnos en mejorar los puntos anteriores. Todo va ligado: las empresas se tienen que digitalizar, se tiene que formar a la gente para estar preparada y, a la vez, ayudar al emprendedor a crear nuevos modelos de negocio, como estamos viendo día a día con ejemplos americanos. Creo que el mundo va a cambiar en los próximos dos años más que en los últimos diez, y en todo esto tenemos que ir de la mano los empresarios y la administración, porque estoy seguro de que muchos jóvenes tienen buenísimas ideas que, al final, no llegan a ningún lado por falta de recursos.

Con todo, ¿qué balance general hace de la situación actual de las empresas de la comarca? 

El balance en la comarca es negativo, por supuesto. El comercio ha sufrido y, en consecuencia, la industria sufre. Hay algunas empresas que se están reconvirtiendo de una manera muy rápida y podrán salir beneficiadas cuanto antes, mientras que a otras les costará más, pero esperemos que la vacuna llegue cuanto antes y que todo pueda volver a su normalidad. Tenemos que ser positivos y pensar que va a ser así.

¿Cree que eso ocurrirá en un futuro cercano?

Me gustaría pensar que antes del verano la situación haya mejorado bastante. Esa es la esperanza que tenemos todos. Ahora mismo, tenemos que aprender a vivir con la incertidumbre, pero siempre siendo positivos y confiando en que el Gobierno central y la Generalitat van a poner todas las medidas para que se recuperen pronto hosteleros, comerciantes y, en consecuencia, la industria. Esto no va a pasar de la noche a la mañana, pero tomando las medidas adecuadas y manteniendo las precauciones oportunas, junto con la vacuna, podremos volver a la normalidad cuanto antes. Con el trabajo inteligente, la ayuda de la administración y, esperemos, de la vacuna, saldremos pronto de esta.


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