ALICANTE. Los tres copropietarios del Teatro Principal de Alicante, Ayuntamiento, Consell y Banco Sabadell, se verán las caras finalmente este próximo miércoles 14 de octubre, más de un año después de que se celebrase su último consejo y junta general. En esta ocasión, el desarrollo de las dos citas será telemático, en cumplimiento de los protocolos de prevención de contagios de la covid-19. Y lo cierto es que en ninguna de esas dos reuniones se augura un desenlace fácil, ya que en sus respectivos órdenes del día se incluye el debate de las dos cuestiones que siguen pendiente de solución desde finales de 2018: el uso de los tres millones aportados por la Generalitat para entrar a formar parte de la comunidad de bienes titular de la sala, con la compra del 29% de sus acciones (14,5% de manos del Ayuntamiento y 14,5% de manos del Sabadell) y la cobertura del déficit acumulado, de 950.000 euros.
Fuentes consultadas por Alicante Plaza precisaron que en esas dos convocatorias se tratará de desenredar ese doble nudo con la única solución que permanece sobre la mesa, después de que se haya intentado buscar sin éxito un pacto entre los tres copropietarios para modificar la redacción de las escrituras de compra de las acciones adquiridas por la Generalitat. Sencillamente, no habrá variación en esa inscripción que permita flexibilizar el uso de los fondos, de modo que los 1,5 millones percibidos por el Ayuntamiento seguirán siendo esclavos de ese uso finalista.
Así, la salida del laberinto para poder usar los tres millones del Consell no es otra que destinarlos al objeto con el que quedaron escriturados: es decir, íntegramente para la reforma del edificio. De hecho, la propuesta que se pretende poner en marcha es la de programar esos trabajos el próximo verano. El Principal, como ente autónomo, sería quien tendría la potestad de encargar la redacción de los proyectos que resultasen necesarios y de contratar su ejecución de manera directa. Los detalles de la remodelación que resulta necesaria ya son conocidos: básicamente, la renovación del patio de butacas; la incorporación de nuevos sistemas de iluminación y sonido; la reparación de daños en cubierta y fachada y el repintado de todo el inmueble.
En ese escenario, el escollo pendiente por resolver continuaría siendo la liquidación de deudas. El déficit estructural arrastrado por la sala a partir del año 2010 sigue siendo de 950.000 euros. Y ya se da por descontado que la única manera de cubrirlo es que los tres cotitulares amplíen sus aportaciones a partes iguales. Se trata de una propuesta que ya se planteó durante el pasado mandato, cuando la sala permanecía bajo la dirección del actual portavoz socialista en el Ayuntamiento, Paco Sanguino, sin que llegase a tener respuesta.
En la actualidad, esa aportación asciende a 140.000 euros, lo que hace un total de 420.000 euros con la suma de las entregas de los tres titulares del teatro. La alternativa ahora sería estirar esa inyección para que, como mínimo, pueda duplicarse: 280.000 euros por propietario.
La propia Generalitat ya ha planteado públicamente la opción de aumentar su dotación, siempre que se convocase la reunión del consejo y que también se retomase el concurso para la elección del nuevo director del Principal. Pero el Ayuntamiento considera que en estos momentos esa cuestión no es una prioridad. Y menos en un año marcado por la crisis sanitaria del coronavirus, que obligó a suspender la programación desde marzo hasta septiembre. De hecho, la elección del director no figura entre los puntos a tratar en ninguna de las dos reuniones convocadas para el día 14: consejo y junta.
En esas sesiones sí se dará cuenta de cuál es el estado del presupuesto de este ejercicio. Pese a la suspensión de la actividad teatral durante seis meses, el Principal ha registrado ingresos por más de 765.000 euros, sobre los 1.100.000 que se había presupuestado. De los ingresos percibidos, 446.000 derivan de la programación, cuando estaban estimados en 636.000. Por lo que respecta a los gastos, han ascendido a 717.000, frente al 1.100.000 presupuestado. Entre la previsión estimada, figuran 50.000 euros en suministros de luz y agua; 35.000 por la comisión de venta de entradas a través de internet; 195.000 por retribuciones del personal fijo; 30.000 por derechos de autor y 73.000 por servicios como la contratación de personal de apoyo para montaje de escenografía, azafatas, limpieza y gastos de material de oficina, entre otros.
En las dos reuniones también se dará cuenta de la evolución de la taquilla. Así, en el año 2019, se alcanzaron los 67.900 espectadores, lo que supone un incremento respecto al dato de 2018, de 52.600 asistentes. El dato de 2017 fue de 87.363, similar al de 2016, de 81.530. Con todo, el mejor balance de los últimos ocho años es el que se alcanzó en 2013, con 104.200.