El PSPV se lame las heridas en una comida de Puig con la dirección

VALENCIA. El líder del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reunió este lunes a la cúpula del partido en un céntrico restaurante de la calle Roteros de Valencia para analizar la situación creada en la formación socialista tras la traumática decisión adoptada en el Comité Federal del PSOE del domingo.

Allí, como ya informó este diario, la delegación valenciana en el organismo votó dividida respecto a la abstención en el Congreso de los Diputados para investir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. El recuento del PSPV arrojó 10 votos favorables a abstenerse, incluido el de Puig, por 8 respaldando mantenerse en el 'no' al PP y enfrentarse a unas terceras elecciones.

Una decisión con un coste político a priori importante aunque difícil de calcular, aunque resulta innegable asumir que el propio presidente de la Generalitat, implicado directamente en la caída de Pedro Sánchez, está sufriendo un desgaste interno y externo a causa de todos estos movimientos.

Así, la reunión del Secretariado del PSPV celebrada en el reservado de El Forcat congregó prácticamente a la totalidad de los miembros de la alta dirección. De esta manera, Alfred Boix, Ciprià Ciscar, Francesc Romeu, Manolo Mata, Miguel Soler, David Cerdán, Rosa Peris, Toñi Serna, José Luis Ábalos, Conxa Andrés, Víctor Sahuquillo, Ana Barceló y Vicente Bufort, compartieron mesa y mantel con el líder de los socialistas valencianos para analizar el complejo escenario político.

Durante la comida, Puig reiteró las razones para respaldar la abstención, una decisión sobre la que él mismo había tenido dudas en los días previos a la cita del Comité Federal, según admitió. En este sentido, uno de los motivos esgrimidos que puso sobre la mesa para justificar su voto fueron los estudios y sondeos que señalan que el 60% de los valencianos no deseaba unas terceras elecciones.

En este sentido, fuentes del partido aseguraron que los miembros de la dirección coincidieron con el presidente en la necesidad de "seguir atendiendo" y "priorizando" la Generalitat tratando de limitar y amortiguar lo máximo posible los problemas orgánicos del partido.

Un encuentro que se desarrolló en un clima "tranquilo" y "sin estridencias", según las fuentes consultadas por este diario, y donde no se reprodujo ninguna de las tensiones que tuvieron lugar en los pasados comités federales pese a que en la misma mesa se sentaron dirigentes que habían votado diferente en la jornada anterior.