ALICANTE. Roto el tripartito de Alicante, el portavoz municipal del PP, Luis Barcala, ha dado el paso de reivindicar la Alcaldía para su partido como formación más votada en las municipales de 2015. Sostiene que cualquier otra fórmula, además de inviable, sería volver a incidir en los errores que ya se han cometido a lo largo de dos años y medio. Esta es su visión sobre la nueva situación política por la que atraviesa el ayuntamiento de la segunda ciudad de la Comunitat Valenciana.
-Lo que la veo es más imprescindible. Si hace un año tenía argumentos, en este año lo que hemos hecho es acumular muchísimos más argumentos.
-¿Cree que puede llegar a producirse antes de que acabe este mandato o el PP tendrá que esperar hasta ver qué sucede en 2019?
-Esa posibilidad existe desde el momento en el que, si hace un año el tripartito existía, ahora ha dejado de existir, y tenemos un gobierno con sólo seis concejales en la más absoluta ilegitimidad democrática y pendiente de un hilo tanto por la situación judicial del alcalde como por la deficiencia en la gestión que vamos a padecer. Si con 15 concejales, luego 14, la ciudad estaba paralizada, con seis concejales el caos va a ser absoluto. Al final, el PSOE no va a tener más remedio que hacer caer al alcalde y generar ese debate de investidura en el que puede pasar cualquier cosa.
-¿Cree que la ruptura del tripartito ha sido responsabilidad de los tres partidos que conformaban el tripartito o del alcalde, como consideran sus exsocios?
-El tripartito nació ya con malos mimbres. Había un único objetivo que era desalojar al PP. Ha resultado que ese era el único objetivo, no había un proyecto común y han sido incapaces de desarrollarlo. Del fracaso del tripartito han sido responsables los tres grupos. A eso hay que añadir que el alcalde, que es el peor alcalde de la historia de Alicante y lo está demostrando, es un problema añadido. Es un problema independiente y añadido.
-Hay quien piensa que durante la crisis del tripartito, el PP se ha preocupado más de contemplar las disputas, que de presentar una alternativa.
-Nuestra posición se puede contrastar en los plenos. De las apróximadamente 200 iniciativas que hemos planteado, 87 eran propuestas de actuación directa. De esas, nos han apoyado una docena, el resto las han rechazado sistemáticamente. Hemos hecho muchísimo trabajo: tenemos la comisión de Ikea, la comisión para relanzar el Plan de la Zona Norte... En muchos casos, las han rechazado porque supuestamente el equipo de Gobierno estaba trabajando en ello. El tiempo nos ha demostrado que ni lo han hecho, ni han apoyado esas comisiones. Nosotros hemos estado dos años y medio trabajando muy intensamente en hacer oposición y creo que a día de hoy podemos estar satisfechos. En gran medida si hemos logrado algo ha sido desenmascarar que detrás del tripartito no había nada y denunciar el desgobierno de la ciudad. Si hoy vivimos la situación que estamos viviendo se debe en gran medida al trabajo de oposición que hemos hecho.
-¿Cree desafortunado el mensaje que se trasladó de que sólo asumirían la Alcaldía por imperativo legal?
-No, mientras el tripartito existía, la única opción que tenía el PP para gobernar en la ciudad era que el tripartito echara al señor Echávarri y que fueran incapaces de ofertar una alternativa. Entonces entendíamos que la responsabilidad total de solventar esa situación era del propio tripartito: habían creado el problema y tenían la obligación de resolverlo. En consecuencia, si nosotros llegábamos a gobernar era por su incapacidad para llegar a un acuerdo y sustituir al señor Echávarri, y la ley determina que en esas circunstancias tiene que gobernar la lista más votada. Pero, en el momento en el que desaparece el tripartito y nos quedamos en una situación de anomalía total, como es un PSOE con seis concejales al frente del gobierno sin el respaldo de sus socios ni de las urnas, a partir de ese momento el escenario cambia. Ya no podemos esperar a que resuelvan los que ya han demostrado que no pueden resolver nada. Por tanto, nos toca reivindicar que en ese nuevo escenario la lista legitimada para gobernar es la más votada, que esa la del PP.
-Finalmente su partido ha dado el paso de reclamar la Alcaldía como lista más votada y ha tendido la mano a Cs, pero lo que le responden es que presente una moción de censura. ¿La van a presentar?
-La moción de censura, la plantee quien la plantee, es un brindis al sol porque para presentarla se requieren ya 15 votos y sabemos que los no adscritos no cuentan. Desde el momento en que tanto Guanyar como Compromís nos cierran la puerta a apoyar una moción de censura, es imposible reunir los 15 votos, no podemos plantearla. Pero tampoco la puede plantear Ciudadanos. Los únicos que podrían plantear una moción de censura son los ex miembros del tripartito. Pero han preferido salir huyendo a intentar por todos los medios consensuar una solución al problema que han generado y rehuyen una moción de censura, ellos que sí pueden presentarla. Si el resto de partidos manifestaran que apoyarían una moción de censura presentada por el PP con un candidato del PP para que el PP gobernara la ciudad, nosotros esa posibilidad la estudiaríamos y la podríamos llegar a plantear. Ahora mismo, lo que hemos planteado es que si no se ponen de acuerdo y se llega a la investidura, que nos respalden para gobernar la ciudad de Alicante, entrando en el gobierno, o apoyando puntualmente las propuestas que se presenten para gobernar la ciudad.
-Al reivindicar la Alcaldía, ustedes invitaron a Cs expresamente a sumarse a ese nuevo gobierno, ¿abrirían la puerta a Guanyar y a Compromís?
-No; pero son ellos los que ya han manifestado de antemano que no apoyarían al PP. Eso es coherente, porque crearon el tripartito para que el PP no gobernara. Yo eso lo respeto. La oferta en concreto a Cs es por la sencilla razón de que hemos coincidido absolutamente en los problemas, en sus causas, en sus consecuencias, y en gran medida en las soluciones que hay que aplicar. Esa coincidencia nos permite presumir que podríamos estar de acuerdo para gobernar esta ciudad sin ningún problema.
-Entonces, el PP descarta por completo la posibilidad de la censura aunque sólo sea en busca del desgaste político del PSOE.
-Es que nos hacen falta las 15 firmas para presentar la propuesta, no ya para llegar a votarla. Esa aclaración es importante. Los 15 votos son para proponer. No podemos hacerla. Y, por otro lado, con una crisis institucional como la que tenemos, hay que medir muy bien las propuestas que se hacen, no valen sólo los gestos. Cuando se hacen propuestas de este tipo, no valen los gestos, se deben impulsar con toda la intención de llevarlas a efecto.
-Si Guanyar o Compromís planteasen una moción de censura para apartar al alcalde, ¿el PP le daría su apoyo?
-No, en absoluto. No respaldaremos nunca a un nuevo tripartito, con o sin Echávarri. Y no apoyaremos a un gobierno que ya ha fracasado y que ya ha demostrado su incapacidad. Alicante lo que necesita ahora es otra cosa: una alternativa que no pasa en absoluto por rerefundar un tripartito de izquierda. Han tenido su oportunidad y la han tirado a la basura.
-¿Tampoco lo harían por responsabilidad institucional, en busca de la estabilidad, en el supuesto de que se demuestre que los intentos del PSOE por gobernar en solitario puedan resultar inviables?
-El tripartito ha demostrado ser incapaz de ofrecer a Alicante una estabilidad institucional. Es que no tendría que cambiar sólo Echávarri, es que tendrían que cambiar todos, porque todos han contribuido a esa inestabilidad, a la paralización de Alicante y a la situación de desgobierno que vivimos. Es que Echávarri es un problema, pero no es el único problema. En este tripartito, el problema lo han sido todos. Y si queremos comprobarlo, hacemos un repaso a todas y cada una de las áreas que han gestionado sus concejales.
-Después de eludir una primera respuesta, el presidente provincial de su partido, José Císcar, sí ha dicho que usted sería un alcaldable que recabaría consenso. ¿Qué opina?
-Nosotros estamos en un contexto que es el actual, en el que se puede dar el supuesto de gobernar por la incapacidad del tripartito. Ese es el que abordamos. El presidente Císcar dio la misma respuesta que cuando él era el protagonista en una situación como esta, a mí no me supone ninguna respuesta rara. Hasta cierto punto también es obvia: nosotros tenemos una estructura y una jerarquía del grupo municipal y la lógica te dice que mantendríamos exactamente la misma.
-Para que eso ocurriese, la señora Goitia, 'número 2' de la lista del PP, tendría que renunciar a asumir la Alcaldía…
-Repito, nosotros tenemos una organización en el grupo municipal que funciona a la perfección. El equipo está cohesionado, es una piña, sabe lo que quiere, y está preparado para asumir cualquier responsabilidad que nos toque, como asumimos la responsabilidad de hacer oposición.
-Si se diera el escenario y usted asumiera la Alcaldía, ¿cree que quedaría disipada la elección del candidato para 2019?
-No tiene nada que ver una cosa con la otra. O por lo menos nosotros no nos lo planteamos ni estamos condicionando una cosa con la otra. Aquí hay mucho trabajo por hacer: hay un año y medio por delante y eso a veces a la gente se le olvida. Nosotros no lo olvidamos y tenemos muy presente que haremos el trabajo que nos toque, sea en la oposición o sea otro, durante un año y medio. Cuando llegue el momento, el partido valorará no sólo el trabajo hecho, sino lo más conveniente para los alicantinos. Y en eso estamos todos.
-Seguimos en el terreno de la hipótesis: ¿qué sería lo primero que haría en caso de acceder a la Alcaldía en este mandato?
-Hay que borrar el ruido, la bronca institucional en la que permanentemente está este Ayuntamiento. Hay que trasladar imagen de estabilidad, de que no se está respondiendo a otros intereses ni se está a otras cosas que no sean gestionar la ciudad. Eso es lo que nos piden constantemente por la calle.
-¿A qué intereses se refiere?, ¿qué está primando ahora por encima de la gestión?
-Es evidente que el alcalde, cuando está declarando en los juzgados de Benalúa, estará pensando en lo que se le viene encima, y no en otras cosas. Pero como no es el único que está en esa situación en el equipo de Gobierno, cuando son varios los que están pensando más en los juzgados que en la ciudad, eliminar ya esa inquietud supone dar estabilidad a Alicante.
-¿Qué otras decisiones tomaría, al margen de borrar ese ruido?
-Después de eso, tenemos un montón de cosas que bien son problemas generados por el tripartito, o no resueltos por el tripartito. Tenemos Ikea; tenemos horarios comerciales; reestructuración del propio Ayuntamiento y de la plantilla de la Policía, por ejemplo; las medidas para la generación de empleo, nos preocupa mucho que Alicante siga muy por debajo de la media en disminución del paro; y tenemos la generación de focos de riqueza para la ciudad, recuperar cruceros, potenciar la ciudad y la imagen de la ciudad. El tripartito se ha encargado de abrir debates estériles creando problemas o ha destruido proyectos porque eran proyectos del PP.
-¿Cree posible una refundación del tripartito con 15 votos como la que Guanyar y Compromís dicen que ya están buscando?
-Su obligación era haber reunido esos 15 votos, pero también estoy convencido de que si el señor Echávarri sigue en la Alcaldía es porque entre los tres no han conseguido reunir esos 15 votos, ni los van a conseguir. Es que con la gestión, con los antecedentes de dos años y medio de tripartito, han puesto muy difícil conseguir 15 votos. Han perdido la credibilidad en la calle y en la institución.
-Es decir, que no cree viable que Ciudadanos -que, excluido el PP, es el único que podría hacerlo- les pueda dar ese apoyo que necesitan.
-Matemáticamente es posible. Ciudadanos ya apoyó al tripartito en la investidura de Echávarri. A veces sorprende porque es capaz de hacer cualquier cosa contraria a lo que dice. Pero me parecería de una incongruencia tan grande que un partido como Ciudadanos volviera a depositar su confianza, después de las críticas que han hecho, a los mismos, aunque no estuviese Echávarri. Menos después de lo que hemos visto en Cataluña. Que apoyase a un partido nacionalista como Compromís, sería de una incongruencia tan grande que dudo mucho que pueda plantearse esa posibilidad.