VALÈNCIA (EFE). La empresa valenciana Zeleros, impulsora del sistema Hyperloop de transporte a 1.000 kilómetros por hora, ha dado un paso más para poder operar este servicio que ofrece las ventajas de velocidad del avión y de conectividad del tren.
Zeleros acaba de firmar en Bruselas un acuerdo junto con otras empresas desarrolladoras del sistema de transporte en tubos a alta velocidad para establecer unos estándares que permitan la interoperabilidad del Hyperloop entre países.
Este pacto ha sido firmado por cuatro de las seis empresas que existen en el mundo que desarrollan sistemas completos de Hyperloop, una idea original del empresario estadounidense y consejero delegado de Tesla, Elon Musk.
Además de la valenciana Zeleros, las europeas Hardt (Holanda) e Hyperloop Poland y la canadiense Canada TransPod han acordado regirse por unos estándares en cuanto a diámetro del tubo, la presión a la que operar o el tipo de energía que pueden utilizar los vehículos.
Estos criterios se irán concretando poco a poco, con la intención última de crear una tecnología "exportable" y que se pueda utilizar "desde Valencia hasta Rusia o hasta China y que no se corte el servicio", según ha manifestado a EFE uno de los cofundadores de Zeleros, Juan Vicén.
Las empresas americanas Hyperloop One e Hyperloop Transportation Technologies, las primeras que comenzaron a desarrollar propuestas para este sistema, no han mostrado por el momento su interés en sumarse a este acuerdo, en el que podrían cooperar si quisieran, según Vicén.
Al parecer, Hyperloop One negocia en España el alquiler privado de un espacio de Adif que quedó en desuso, no de una pista de pruebas, han indicado estas fuentes.
Los estándares marcarán el desarrollo de procesos de un proyecto que requerirá de inversión y apoyo de las instituciones europeas y también del entorno privado, ya en una fase más avanzada de pruebas a escala real.
Los impulsores del Hyperloop español ya se han reunido con el ministro de Ciencia, Pedro Duque, quien "supo entender muy bien las necesidades de un proyecto complejo como éste", según ha afirmado Vicén.
El próximo objetivo de Zeleros es integrar sus tecnologías en un vehículo que será utilizado en las pruebas de finales de 2019 en una pista a escala mediana que será construida en el parque industrial Parc Sagunt, en Sagunto (Valencia).
Para ello necesitan una inversión de dos millones de euros para el vehículo y de diez millones para el tubo, que buscan en inversores privados y en empresas proveedoras. El Ayuntamiento de Sagunto y la Generalitat ya han expresado su apoyo a esta iniciativa.
En esta pista de dos kilómetros de longitud formada por una tubería recta probarán las velocidades y las aceleraciones, en una fase previa a las pruebas en escala real de cara al año 2021 que requerirán mayores longitudes e inversión.
Por esa razón propondrán un espacio de pruebas común en Europa, al estilo del CERN en Suiza, que minimice las necesidades de inversión.
Según el cofundador de Zeleros, Hyperloop mezcla todo lo bueno del avión (la velocidad, ya que podría llegar a 1.000 o 1.200 km/h), la conectividad del tren (se puede acceder a él en el centro de las ciudades) y la frecuencia de paso del metro, ya que serían cápsulas de unos 40 pasajeros que pasarían con una frecuencia de 2 o 3 minutos.
Zeleros colabora con empresas como Altran, centros de investigación (Universitat Politècnica de València, Politécnica de Madrid e IMDEA Nanociencia), organismos europeos (ClimateKIC) y nacionales (Marca España) y con inversores como Plug and Play y el fondo de inversión Angels, de Juan Roig.
La historia del Hyperloop español nació en agosto de 2015, cuando un equipo de cinco estudiantes y un profesor de la Politècnica de València participó en la competición lanzada por Elon Musk y logró el premio al mejor diseño y mejor sistema de propulsión.
Quince meses después, tres de los cinco estudiantes fundaron la empresa Zeleros para llevar el desarrollo a su nivel real, y en paralelo siguen apoyando al equipo universitario para crear el primer prototipo de Hyperloop español (el Atlantic) y montar el primer tubo de pruebas en España para pruebas en estático.
Zeleros "aprende" de las lecciones del los primeros trenes de levitación magnética en China y Japón, con enormes costes de infraestructuras porque llevan imanes durante toda la pista, que Elon Musk convirtió en una propuesta combinada de tubo y levitación por aire a la que llamó Hyperloop.