VALÈNCIA. Vía redes sociales. Así fue como el Consell expresó su malestar ante la nueva jugada de cartas del Gobierno central con el AVE. Una jugada que se inició con la promesa de Mariano Rajoy el pasado sábado de licitaciones relacionadas con el Corredor Mediterráneo que superarían los 2.000 millones de euros.
La promesa, sin embargo, ha quedo matizada este lunes. En primer lugar porque las licitaciones no son por esa cantidad, sino que hacen mención al presupuesto final estimado de la obra que se hará después. Y en segundo lugar porque estas actualizaciones de los estudios previos, entre ellas el túnel pasante de València, tienen un plazo tan largo que postergan las obras, en el mejor de los casos, a 2020. Un hecho este último que Rajoy omitió y que ha provocado la indignación entre miembros del gobierno autonómico.
Uno de ellos, que se expresó públicamente en su cuenta de Twitter, es Josep Vicent Boira, secretario Autonómico de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio. En un primer mensaje Boira recriminaba al Ministerio de Fomento el amplio margen de tiempo que se dan para los trabajos licitados. “¿Priorizar el Corredor Mediterráneo es dedicar 2 años a actualizar un estudio informativo ya redactado? Yo no lo entiendo así.”, escribía Boira.
Tras recordar que en 2010 ya se realizó un estudio informativo “y no se hizo”, Boira sentencia: “Que en 2019 haya un nuevo estudio no implica que el Corredor Mediterráneo sea realidad”. Y añade en otro tuit: “Si fuera prioritario se debería realizar estudio informativo y proyecto constructivo al mismo tiempo. Obras en 2019, no solo estudios”.
Igualmente, el alcalde de València se refirió a este hecho. Así, Joan Ribó a preguntas de los periodistas minimizó el impacto de las licitaciones publicadas este lunes. “Si no tenemos nueva estación y no tenemos el túnel que vaya desde la nueva estación hasta la salida por la Universidad Politécnica, que eso está en el aire al igual que la estación, ese tramo servirá de poco porque no conectará con nada”, dijo .E igualmente criticó que se retrase tanto la obra. “Sorprende que las cosas se alarguen de manera infinita. Se han de plantear con rapidez y agilidad o, en caso contrario, el corredor Mediterráneo tendrá un semáforo en València”, concluyó.