VALÈNCIA. La tercera ola del coronavirus avanza implacable por la Comunitat y sus efectos ya rozan de cerca a más de 4,5 millones de personas, el 88,5 % de la población residente en territorio valenciano. Todas ellas viven en un municipio donde la incidencia del virus en los últimos 14 días supera el umbral del máximo nivel de riesgo, los 250 casos por cada 100.000 habitantes que estableció, hace poco más de tres meses, el Ministerio de Sanidad en su sistema de indicadores básicos.
La cifra evoluciona además con cierta rapidez, ya que entre el lunes y el jueves de la semana pasada más de 95.000 personas han visto cómo la incidencia de su localidad pasaba a situarse en muy alto riesgo. Hace justo un mes, poco antes de las celebraciones navideñas, esta situación afectaba en cambio al 16 % de la población valenciana y a un centenar de localidades, tal y como se desprende de las actualizaciones sobre el avance del virus que proporciona la Conselleria de Sanidad.
Las tres provincias de la Comunitat cuentan asimismo con numerosos municipios donde la pandemia está descontrolada. En la provincia de Alicante, el 82 % de la población vive en una localidad con la incidencia en máximo riesgo, mientras que en Castellón el porcentaje crece hasta acercarse al 91 % y en Valencia se sitúa por encima del 92 %. Un contexto ante el que muchos municipios han decidido adoptar medidas adicionales a las hasta ahora impuestas por la Generalitat Valenciana, desde el cierre de espacios públicos al autoconfinamiento de sus habitantes.
En este sentido, Castelló es uno de los últimos consistorios en solicitar a sus vecinos que permanezcan en casa siempre que sea posible, una decisión que la alcaldesa de la localidad, Amparo Marco, justificaba este viernes “por responsabilidad y ante la evolución de la situación epidemiológica” en la ciudad. Pocos días antes Joan Ribó había reclamado lo mismo para València, y pedía también a Sanidad un “confinamiento parcial” en el que las personas “puedan salir a trabajar o ir al colegio”. Mientras, el máximo responsable de Albal, Ramón Marí, planteó el pasado viernes el cierre perimetral de todos los enclaves de l’Horta Sud.
Desde la Generalitat Valenciana, el propio president de la Generalitat, Ximo Puig, reconocía este domingo la llegada de días “muy duros” por la pandemia y avisaba de que el Consell podría adoptar medidas “todavía más restrictivas” en caso de considerarlo necesario. De momento, y junto al adelanto del ‘toque de queda’ a las diez de la noche y el cierre de la hostelería a las cinco de la tarde, alrededor de una treintena de municipios valencianos se encuentran en situación de cierre perimetral desde el 7 de enero, dada la incidencia extrema del virus.
En algunas de estas poblaciones, como Alcoi, este indicador es todavía ocho veces superior al umbral de los 250 casos por cada 100.000 habitantes de Sanidad, mientras que en otras localidades también cerradas, como Massanassa o Utiel, la tasa se sitúa igualmente por encima de los 1.000 contagios en los últimos 14 días. En total, hasta 110 municipios de la Comunitat Valenciana poseen una incidencia acumulada que sobrepasa los 1.000 casos, cuando justo un mes antes eran 8.
Todas las localidades que estaban entonces en esa situación poseían no más de 5.500 habitantes, y por lo tanto la incidencia acumulada podía dispararse con pocos contagios. Sin embargo, algunos de los municipios más poblados del territorio valenciano se han unido ahora a ese grupo, como ponen de manifiesto los casos de Xàtiva, Ontinyent, Dénia, Petrer o Vinaròs.
Además, el 70 % de las poblaciones en muy alto riesgo está por encima de los 500 casos por cada 100.000 habitantes, un registro que dobla el umbral del Ministerio de Sanidad y que se ha utilizado en otras regiones como listón para justificar el endurecimiento de las restricciones. Ocurre así en Andalucía y el País Vasco, donde todas las localidades que superan esa barrera están confinadas de forma perimetral. De llevarse a cabo en la Comunitat, se verían afectadas 228 poblaciones, el 42 % del total. Una situación en la que estarían municipios como València, Sagunto o Godella en la provincia de Valencia, Benicarló o Vila-real en Castellón, y Elda o la Vila Joiosa en Alicante.
Por su parte, y desde una perspectiva más amplia, la mayoría de las localidades del litoral tienen su incidencia acumulada en el nivel de riesgo más elevado, y solo Guardamar de la Safor, con poco más de 500 habitantes, no ha registrado contagio alguno en los últimos 14 días. Son unos trece municipios, como Pilar de la Horadada, Torrevieja, Xeraco o Peníscola, los que escapan de momento a la incidencia superior a los 250 contagios por cada 100.000 habitantes.
Las zonas con contagios recientes se reducen en el interior de Castellón, una de las áreas más despobladas de la Comunitat Valenciana, ya que muchas de sus localidades, como Fanzara, Zucaina o Ares del Maestrat, mantienen por ahora su incidencia a cero. Tampoco en la comarca valenciana del Rincón de Ademuz se han detectado apenas contagios, así como en algunas poblaciones de el Comtat y la Marina.
En este escenario, la incidencia acumulada de la Comunitat Valenciana crece con fuerza y ya se sitúa por encima los 760 casos por cada 100.000 habitantes, según la actualización ofrecida por el Ministerio de Sanidad. Este indicador ha aumentado un 94 % desde comienzos del mes de enero, por lo que la región valenciana ya es la cuarta con mayor incidencia tras Extremadura, Murcia y Castilla-la Mancha.
Por provincias, y como se refleja en el último informe de indicadores básicos de Sanidad, fechado el pasado miércoles, Valencia es una de las que obtiene mayor incidencia con 802 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, una cifra solo superada por cinco provincias. En dos de ellas, Badajoz y Ciudad Real, la incidencia se encuentra opr encima de los 1.000 casos, mientras que Castellón registra 716 contagios cada 100.000 habitantes y Alicante 629.
Aun así, a nivel estatal se aprecia la magnitud de la tercera ola, ya que solo cinco provincias, Sevilla, Lugo, Asturias, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, están fuera del riesgo más alto. Por último, y en materia de positividad, la valenciana es la segunda comunidad con la tasa más alta tras Castilla-la Mancha (30,29 %), al registrar un 29,91 %.