ALICANTE. No hubo sorpresa final. En el último día del mercado de fichajes el Hércules no hizo ninguna incorporación.
La cosa pintaba negra allá por finales de junio pero, al menos en lo deportivo, pronto giró a gris y ahora, en función de los resultados (esto es un juego, no una ciencia exacta), incluso podría terminar siendo de color de rosa.
Un nuevo técnico y once fichajes, además de varias renovaciones y bajas, son los pilares sobre los que se asienta un proyecto deportivo que, por primera vez, lleva el sello en exclusiva de Javier Portillo. Al de Aranjuez se le concedieron por Juan Carlos Ramírez galones pero también libertad absoluta para decidir, con el apoyo de Carlos Luque y dando también voz al entrenador, Gustavo Siviero. Todo empezó con el técnico argentino, se podrá decir el día de mañana, tanto si la aventura iniciada hace dos meses termina bien como si lo hace mal.
Falcón (portero), Samuel (central), Mikel Santamaría (central), Vilanova (central), Juanjo Nieto (lateral), Navarrete (mediocentro), Pepelu (mediocentro), Moha (extremo), Nieto (delantero), Carlos Fernández (delantero) y Óscar Díaz (delantero) son los once jugadores con los que se ha reforzado una plantilla en la que continúan Buigues, Checa, José Gaspar, Miguel Ángel Nieto y Álvaro Salinas que contaban con contrato en vigor y Peña, Pol Bueso, Miñano y Chechu a los que se optó por renovar. Los anteriores, junto a los Connor, Tarí, Pedja, Pedro Inglés..., son los mimbres que el Hércules ha puesto a disposición de Siviero bajo cuyas órdenes arrancaron también la pretemporada Omgba, Javi Flores y Berrocal a los finalmente se ha decidido rescindir contrato.
Una plantilla de dos hombres por puesto, mezcla de veteranía y juventud, como mínimo tan cara como las tres anteriores (nadie suelta prenda al respecto pero no tardaremos mucho en, al menos, conocer el presupuesto que maneja el club) y que cuenta con el mismo objetivo: ascender.
Por cierto, también pintaba hace dos meses todo muy negro en lo institucional y, si bien los nubarrones no se han disipado (sigue sin resolverse el problema de la deuda con los acreedores, entre los que destacada la Agencia Tributaria), el que haya equipo, abonos, ..., en definitiva que se pueda hablar de un Hércules 2017/18, ha animado a propios y extraños a afrontar la adversidad con otra cara. Veremos si aquellos que también tienen la obligación de responder rascándose el bolsillo lo hacen. Oportunidad van a tener.