El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert. Foto: RAFA MOLINA
20/11/2016 -
ALICANTE. Acumula años de experiencia en varios escalones de la administración (fue director general de Economía con Joan Lerma y director general de Inversiones y Financiación en el ICO), así como en los puestos directivos de cajas de ahorro (fue director general de CAM y de Ruralcaja) en los que ha desempeñado responsabilidades antes de recalar en el Puerto. Juan Antonio Gisbert (Alcoy, 1952). Su última etapa profesional la desarrolló como profesor en Fundesem, hasta que Ximo Puig le reclutó para dirigir su oficina electoral en Alicante. Pero es, ante todo, un economista y se aplica en ello. En el balance económico de la APA de 2015, publicado esta semana en el BOE, ya se da cuenta de su trabajo.
-¿En qué situación encontró el Puerto a su llegada y cuál es el estado de la cuestión ahora, más de un año después de su toma de posesión?
-Como es suficientemente conocido, el puerto de Alicante, como consecuencia de la crisis económica y de la confluencia de otros factores, ha vivido años muy sombríos, en los que, como resumen de todo un conjunto, entró en pérdidas, solamente compensadas por las aportaciones del Fondo de Compensación Interportuario. Afortunadamente, se está empezando a remontar dicha situación, con un importante crecimiento del tráfico, que termina por traducirse en resultados positivos.
-¿Cuáles son sus prioridades para contribuir a su desarrollo? ¿Qué le hace falta al puerto para ganar competitividad?
-La prioridad es elaborar un plan estratégico para el puerto, del que se carece, precisamente porque ese es el instrumento adecuado para establecer los objetivos que debemos plantearnos a medio plazo. El puerto de Alicante tiene un tamaño adecuado para las previsiones que puedan existir a medio plazo, por lo que no cabe pensar, a corto plazo, en posibles ampliaciones y, en consecuencia, en grandes inversiones públicas. Sin embargo, sí va a haber importantes inversiones privadas ligadas a las solicitudes de ampliación del plazo original de algunas concesiones que están tramitándose. Ello va a permitir renovar, actualizándola y mejorándola, la imagen de las zonas que suponen una mayor vinculación con la ciudad. Además, y en este caso sí gracias a la inversión del propio puerto, está previsto mejorar todos los aspectos medioambientales. El puerto ya está mejorando claramente en competitividad, aunque esa mejora tiene límites, particularmente cuando el sistema de precios que afectan a la competitividad está regulado externamente.
-Se da por sentado, puede que de manera errónea, que sus grandes bazas son las conexiones con Canarias y Argelia y el acceso ferroviario directo. ¿Podemos esperar novedades en alguna de estas tres vertientes?
-Efectivamente, lo que podríamos denominar puntos fuertes o potenciales de especialización del puerto de Alicante, son las conexiones con Canarias y con el norte de África, estrategia en la que debemos profundizar, y una forma de ganar competitividad, para poder hacerlo, es a través de la conexión ferroviaria, de momento con el centro de la península. Trabajamos para mejorar y, para conseguirlo, tendrá que haber novedades en los próximos años.
-Ahora mismo llegan dos trenes semanales desde Madrid, ¿habrá más?
-En septiembre de 2015, aunque hacía más de un año que se había restablecido la posibilidad de la conexión ferroviaria con la terminal de contenedores del puerto de Alicante, no entraba ningún tren. Como usted dice, un año después, entran dos. El primer paso, en noviembre del pasado año, fue iniciar este tráfico, después consolidarlo, y, posteriormente, se ha conseguido, recientemente, un segundo tren. El objetivo ahora no puede ser otro que consolidar esta segunda operación.
-¿Cuenta con que el Puerto quede finalmente conectado con el Corredor Mediterráneo?
-Las obras de ejecución del Corredor Mediterráneo acumulan demasiados atrasos, como están poniendo de manifiesto las instituciones, los empresarios y los sindicatos. Cabe esperar que la presión existente termine por generar la necesaria sensibilidad en el nuevo Gobierno para apostar decididamente en una infraestructura de tanta importancia y, dentro de la misma, no sería concebible que el puerto de Alicante no estuviera conectado.
-¿Hay margen para crecer en el mercado de los cruceros, tras superar los 75.000 visitantes en los últimos diez meses?
-Sin duda, y para ello estamos trabajando duro, el concesionario terminalista, los patronatos local y provincial de Turismo, y el propio puerto.
-Ha trascendido que existen negociaciones para captar a otras navieras punteras del sector, al margen de Pullmantur. ¿Hay algún acuerdo cerrado?
-En cuanto lo haya se hará público.
-En este mismo periodo, los diez últimos meses, el tráfico de mercancías ha crecido un 34,4%, ¿se ha tocado techo?
-Por supuesto que no se ha tocado techo, lo que no quiere decir que podamos seguir creciendo a dicho ritmo, cuando el conjunto del sistema portuario está creciendo al 1%. Creceremos, pero más despacio.
-¿Los empresarios de la provincia apuestan realmente por el puerto de Alicante para exportar sus productos?
-Hay un gran número de TEUs con mercancías exportadas o importadas por empresas ubicadas en la provincia de Alicante que se mueven por puertos distintos al de Alicante, esencialmente por el de Valencia, pero de esa realidad no cabe concluir una falta de interés de los empresarios alicantinos por el puerto de Alicante, sino que son las empresas logísticas las que, en la mayor parte de las ocasiones, condicionan esas decisiones. Nuestra misión ha de ser averiguar qué operaciones podrían realizarse, en igualdad de condiciones por nuestro puerto e intentar captarlas.
-¿Qué le parece la propuesta para promover la declaración de una zona franca para la provincia impulsada desde la Diputación con el apoyo de los Ayuntamientos de Alicante y de Elche?
-En mi toma de posesión manifesté que el proyecto cuenta con todo mi apoyo, si bien añadí que tenemos que ser muy cuidadosos para no generar falsas expectativas, dado que su tramitación es extremadamente compleja y exigente, sin que, en ausencia de grandes empresas concretas interesadas en instalarse en la misma, pueda considerarse factible su autorización. Hemos de pensar que la principal ventaja de una zona franca consiste en el disfrute de determinados beneficios tributarios, beneficios que, hoy, pueden obtenerse igualmente utilizando los regímenes de depósito aduanero y de perfeccionamiento activo, en almacenes o en empresas de transformación autorizadas, sin necesidad de que estén ubicadas en una zona franca.
"Con la zona franca debemos ser muy cuidadosos para no generar falsas expectativas [...]. Hoy existen más de 60 depósitos aduaneros autorizados en distintos polígonos industriales y en otras ubicaciones empresariales de la provincia, dos de ellos en el Puerto"
De hecho, hoy existen más de 60 depósitos aduaneros autorizados en distintos polígonos industriales y en otras ubicaciones empresariales de la provincia, dos de ellos en el puerto de Alicante; autorizaciones que se pueden obtener con una tramitación administrativa menos costosa y con una gestión menos complicada que la que supone una zona franca. Dicho eso, el puerto se encuentra integrado en la comisión técnica establecida por la Diputación y puede ofrecer una parte del terreno que resulte necesario, si así se desea.
-¿Qué puede aportar el puerto a esa propuesta?
-Como acabo de señalar, el puerto se ha integrado en la comisión técnica formada al efecto, desde la que prestará toda su colaboración, además de la existencia de terrenos para que puedan ubicarse las empresas interesadas.
-Se ha encomendado a la consultora PwC la búsqueda de inversores interesados en instalarse en esa hipotética zona franca. ¿Conoce algún candidato? ¿Qué opciones contempla?
-Hasta donde conozco, PwC empezará a trabajar en este proyecto en los próximos días, aunque no me constan los extremos exactos de lo que la Diputación ha contratado; por todo ello deduzco que, en caso, de que se le haya encargado la búsqueda de inversores, todavía no existirán hipotéticos candidatos, pero esto, en todo caso, de forma solvente, podrá contestarlo la Diputación y, en su caso, PwC.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert. Foto: RAFA MOLINA
