VALÈNCIA. El candidato de Podem a la Presidencia de la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, fue el protagonista días atrás de la ronda de encuentros electorales que está organizando Plaza con el objetivo de conocer las propuestas y prioridades de los distintos partidos y candidatos a alcanzar la jefatura del Consell. En esta ocasión, el formato del encuentro fue un almuerzo en el histórico restaurante Café Madrid en el que participaron redactores del periódico, colaboradores habituales e invitados externos que también plantearon cuestiones de actualidad.
A lo largo de la cita, el aspirante a presidenciable expuso cuáles van a ser las prioridades del partido morado si lidera o forma parte del futuro Gobierno, se mostró optimista sobre los resultados que obtendrá la formación a nivel autonómico en las elecciones del 28 de abril y convencido de que el futuro Consell lo formarán tres partidos: "Podem, PSPV y Compromís serán quienes integren el futuro Ejecutivo. Ahora estaremos los tres sentados en la mesa, conmigo de presidente de la Generalitat Valenciana", afirmó.
Ahora bien, atendiendo a los términos en los que se ha producido este adelanto electoral -Ximo Puig se reunió en primer lugar con Podem, socio parlamentario que está fuera del Consell, antes que con la vicepresidenta del Gobierno valenciano Mónica Oltra y tomó la decisión con la disconformidad de Compromís-, Dalmau insistió en que el día de después de las votaciones "nadie debe llegar a la mesa de una negociación con líneas rojas, sino con la mayor solidaridad del mundo y siendo responsables para buscar la mejor solución para la Comunidad Valenciana".
Sobre esto, aseguró que no le produjo alegría cuando Puig adelantó los comicios autonómicos para hacerlos coincidir con los estatales -aunque en sus filas reconocen que esta simultaneidad podría beneficiarles por la influencia de la presencia de Pablo Iglesias en la campaña para revitalizar la marca-, pero sí admitió que sintió alivio por conocer "por fin cuándo se iban a producir". "La incertidumbre, me mata. Daba igual cuándo, pero debíamos saberlo cuanto antes para conocer en qué condiciones jugábamos. Llevábamos meses con el rumor de que iba a adelantarlas", subrayó.
En esta línea, se mostró comprensivo con Oltra respecto a su reacción con el mencionado adelanto. "Cuando Puig nos llamó, no sabíamos a qué íbamos al Palau de la Generalitat, pero lo intuíamos. Y desde luego no sabíamos, ni podíamos imaginarnos, que no se había reunido con Mónica. Luego cuando yo la escucho, la entiendo. Entiendo su enfado", manifestó.
A lo largo de esta legislatura, Podem ha defendido la necesidad de poner en marcha tres iniciativas para cambiar el modelo productivo que han topado con la negativa de la patronal autonómica -Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV)- que preside Salvador Navarro y, por ende, con la del PSPV, que decidió no dar ningún paso adelante si había reticencias entre los productores.
Un escenario que ha impedido que a lo largo de esos cuatro años haya podido ponerse en marcha el Sistema de Depósito Devolución y Retorno de envases (SDDR), la tasa turística, o la tasa a las bebidas azucaradas con la que ya cuenta Cataluña. Estas, y otras, son medidas a las que Dalmau aseguró en el encuentro con Plaza que no renunciarán en la siguiente legislatura. "No nos doblegaremos a los intereses de la patronal si de mí depende. Aunque lógicamente eso debe negociarse democráticamente porque no puedo sentarme en la mesa y decir que se hacen las cosas como yo digo", explicó el candidato.
"Estas son medidas que han tenido respaldo social, pero no político", aseguró, para más tarde incidir en la idea de que el modelo turístico actual está basado en la "precarización" y no es "sostenible". "Cada empleada de la limpieza de un hotel cobra entre 1,5 y 3 euros al día por cada habitación que arregla. ¿Cuántas deben limpiar al día para tener un sueldo digno? Por no hablar de la economía sumergida que genera el sistema actual", se quejó Dalmau.
En este sentido, el aspirante a jefe del Consell insistió en que la tasa turística que Podem planteó contaba con dos tramos, uno autonómico y otro municipal, que servirían para paliar las deficiencias del sector. "El primero haría que la Generalitat tuviera más recursos y, por tanto, pudiera mejorar la inspección de trabajo y aplicar políticas públicas para eliminar esa precariedad o al menos ir disminuyéndola; el segundo, iría destinado a la sostenibilidad, limpieza, mantenimiento de parques", explicó, para más tarde abordar el temor del sector hostelero: "Nadie deja de viajar a un destino, a Roma o a Barcelona, por pagar un euro más al día durante su estancia. Y si dejan de hacerlo, es que quizá no nos haga falta ese tipo de turismo", sentenció.
Del mismo modo, el candidato se mostró partidario de contar con una conselleria propia en el área de Turismo: "Uno de cada tres euros que ingresa la Generalitat Valenciana viene del sector turístico en esta Comunidad. No tiene sentido que esté dentro de Presidencia con rango de Secretaría Autonómica, debe tener entidad propia".
Por otra parte, consideró que también deben trabajar en el modelo turístico para que no solo se considere a la Comunitat Valenciana como "destino de sol y playa". "Debemos estimular el potencial del turismo de interior, crear una Ley de Patrimonio Industrial, recuperar todo ese patrimonio y ponerlo a disposición de la sociedad, porque lo tenemos totalmente abandonado", expresó.
Ahora bien, no fue la única que el candidato consideró que tenía el rango suficiente como para dedicarle un nombre propio. Separar el área de Cultura de otra de gran envergadura como Educación, con la que ha compartido cartel esta legislatura y que ha absorbido casi todo el protagonismo, es otra de las propuestas de Podem para los próximos cuatro años.
"No tenemos que tener miedo a que determinadas áreas de Gobierno tengan su propia conselleria. Eso que dice Toni Cantó de reducirlas de 10 a 7 para reducir el gasto público, es no tener ni idea de cómo funciona la administración pública. Aunque elimines consellerias, debes reubicar o reasignar al personal funcionario en otras áreas del Ejecutivo valenciano que hayas diseñado. No puedes prescindir de ese funcionariado", expresó Dalmau. "En Cultura sería más eficiente tener una conselleria propia, aunque no sé si con apellidos". Esto es, si le acompañaría, por ejemplo, Deportes o alguna otra otra área de Gobierno.
Así, consideró que también se debe repensar el formato cultural establecido: "Hay que descentralizar la cultura. No todo son macroeventos, hay iniciativas locales muy interesantes que se deben respaldar desde la administración. No debemos volver a proyectos como la Ciudad de la Luz, que fue otro fasto; un fracaso de estructura organizada para crear cultura a nivel cinematográfico que ha debido reconvertirse en un distrito digital", opinó.
No faltó en el almuerzo, como era ineludible, mención a la infrafinanciación que sufre la Comunitat que ha marcado la agenda valenciana esta legislatura y a la que Dalmau se refiere como "la causa para no poder aplicar muchas políticas emancipatorias". "Podemos hará todo lo posible para resolver ese problema y reformar el modelo de financiación", aseguró.
Ahora bien, aunque en la formación morada se han mostrado siempre favorables a la igualdad entre territorios en términos de financiación y evitar la confrontación entre comunidades autónomas por esta cuestión, lo cierto es que el partido de Pablo Iglesias apoyó en noviembre de 2017 la modificación del Concierto Económico del País Vasco y la nueva Ley del Cupo Vasco para el quinquenio 2017-2021. Tan solo Ciudadanos y Compromís votaron en contra de esta relación financiera entre el País Vasco y el Estado Central, que en definitiva supone un desequilibrio respecto al resto de autonomías.
Dalmau, en este punto, defendió la posición adoptada por su partido en el Congreso: "El problema del Cupo Vasco es que está recogido en la Constitución. ¿Qué hacemos? ¿No lo aplicamos? Porque yo cambiaría toda la Constitución...".
Mientras el problema de la infrafinanciación valenciana siga sin resolverse, Podem propone trabajar en iniciativas que permitan aumentar el capítulo de ingresos de las arcas de la Generalitat Valenciana como la ya mencionada tasa turística, reconsiderar los tramos autonómicos actuales del IRPF para que "la gente que más tiene, pague más", "combatir el fraude fiscal controlando la contabilidad de empresas importantes", o que la recién creada Agencia Tributaria Valenciana tenga capacidad de recaudar impuestos propios.
Otra de las áreas, según puntualizó el candidato, en las que Podemos se esforzará en esta campaña y trabajará en la legislatura que viene es en medio ambiente. "Debemos tomar conciencia de que si continuamos actuando con el nivel de depredación actual, si seguimos desertificando nuestras tierras con el 33% de incendios que se han originado en la última década, y sin crear mecanismos de sostenibilidad ambiental, estamos perdidos. Hay que plantear un horizonte verde, pensar de forma diferente", explicó Dalmau.
Es por ello que muchas de las iniciativas y propuestas que plantean, tienen una vertiente ecológica o respetuosas con el planeta. El fichaje de Julià Álvaro, no en vano, es una declaración de intenciones para reforzar esa área en la que Podemos ya venía trabajando de forma tenaz con Beatriz Gascó al frente de esta materia en Les Corts Valencianes. De momento, una de las propuestas estrella en este apartado es la creación de una empresa pública valenciana de energía como la que hay en Barcelona. Con esta visión, además, creen que podrán atraer al voto joven, entre quienes cada vez hay más concienciación sobre la "necesidad de trabajar e invertir en energías limpias".
Otra de las propuesta estrella que Dalmau planteó -y también el partido a lo largo de estas semanas de precampaña- acometer si llegara al Ejecutivo era la de crear un área en el propio Gobierno dedicada al feminismo y a la defensa de los derechos de las personas LTGBI. "Buscamos erradicar la discriminación de la mujer", recalcó durante el encuentro organizado por este diario.