VALÈNCIA. Tres de los cuatro grandes nombramientos realizados por PHI Industrial para relanzar Lladró han abandonado la compañía en menos de un año. El último en sumarse a esta preocupante lista ha sido el hasta ahora director comercial Daniel Talens, que provenía de la firma de relojes de lujo Hermès, donde ocupó el mismo cargo desde el primer trimestre de 2014.
El pasado mes de octubre trascendía su fichaje por la fabricante valenciana de figuras de porcelana, y solo siete meses después –ocurrió después de Pascua, según ha podido saber Valencia Plaza– abandonó voluntariamente la empresa. "Le surgió un proyecto que quería acometer", argumentan desde la compañía.
Su salida, sin embargo, ha disparado el nerviosismo entre la plantilla de la empresa por tratarse de la tercera marcha del equipo conformado por el grupo industrial de Jordi Bricio y Alexander Wit para cambiar la dinámica de la histórica firma valenciana, que acumula más de una década de descenso en las ventas.
La más abrupta fue sin duda la del CEO elegido por PHI para liderar el nuevo proyecto. La intención de los nuevos dueños era fichar a un directivo con experiencia en el sector del lujo para relanzar la enseña, y lo encontraron en el suizo Manuel Ehrensperger, ex consejero delegado del Grupo Pronovias y con trayectoria en la firma de joyería Swarovski o en la prestigiosa relojera suiza Chopard.
Pero dio la espantada solo doce días después de su nombramiento. "Manuel Ehrensperger deja la compañía por motivos personales que le impiden abordar con plena dedicación el proyecto Lladró en Valencia. No obstante, seguirá vinculado a PHI a través de proyectos de consultoría en algunas de las empresas participadas por el fondo. Ana Rodríguez seguirá ejerciendo de CEO apoyada por el Comité de Dirección y por cada uno de vosotros", comunicó entonces la mercantil a la plantilla. Corría el mes de julio del año pasado.
Y hasta el día de hoy así sigue liderada la multinacional valenciana. Rodríguez, que forma parte del equipo que lideró la entrada de PHI Industrial en Lladró y es esposa de Jordi Bricio, se ha asentado en un puesto que en principio ocupó de forma interina.
Ante este cambio, se optó por rodear su perfil técnico de personas con trayectoria en el sector del lujo, tales como la directora de Marketing Laure Pelloux, que se había incorporado meses antes, el propio Daniel Talens o el nuevo director creativo Pierre Favresse, que se incorporó el pasado diciembre. Pero solo este último permanece a día de hoy en la empresa. El resto se han marchado.
La salida de Laure Pelloux, como explicó Valencia Plaza, también se produjo por voluntad de la propia directiva, según confirmaron entonces fuentes de PHI. La dirigente, que provenía de Adolfo Domínguez, duró nueve meses en el cargo y salió también de forma repentina. Tanto es así, que había acometido una reestructuración en el departamento solo unos meses atrás para situar en el mismo a personas de su confianza.
Su puesto lo ocupó Cristina Ejido, hasta entonces directora del departamento en Lladró USA, otro movimiento interno de la compañía que, al menos hasta la fecha, parece haberse consolidado.
Preguntadas por todo el carrusel de salidas de la empresa en tan poco tiempo, fuentes de Lladró reconocen a Valencia Plaza que "es curioso que se hayan producido de forma reiterada". "Pero ha surgido así. No está relacionado con la gestión. Son fluctuaciones del mercado de la alta dirección", afirman.
La empresa subraya, además, sus "buenas perspectivas en el mercado". "Se están fraguando importantes lanzamientos de piezas, seguimos empujando y se están haciendo cosas muy interesantes, confiamos en hacer un buen final de ejercicio", afirman, al tiempo que destacan que el departamento creativo, con Pierre Favresse a la cabeza, "está trabajando intensamente" para llevar acabo la evolución que pretenden lograr en sus creaciones.
Por contra, voces del seno de la mercantil temen que la salida de directivos se deba a una falta de entendimiento con Ana Rodríguez y que incluso puedan producirse nuevas marchas en los próximos meses. "Lladró era una empresa donde la gente se jubilaba", recuerdan.