VALÈNCIA. Jornada de ida y vuelta de un Ibex 35 maniatado por Cataluña. Así titulaba ayer este diario el cierre de la sesión bursátil del martes. Un índice que se movió en poco más de 50 puntos -desde los 10.228,40 puntos del mínimo a los 10.283,50 puntos del máximo-, claro síntoma de que los inversores están esperando a conocer el desenlace de tan crucial cita no solo para los mercados sino para España.
El barómetro de la renta variable española se dejó ayer un simbólico 0,10%, lo que redujo la rentabilidad acumulada en lo que va de año hasta el 9,43%. Una subida que solo supera la del 5,62% del FTSE 100 inglés -y por aquello de la incertidumbre del Brexit- entre los grandes índices europeos y de los indicadores de referencia de todo el planeta. Por citar algunos, en Europa el Dax Xetra alemán avanza un 15,11% y el Cac 40 francés un 10,71%. Cierto es que el paneuropeo Euro Stoxx50, con una mejora del 8,86%, también es superado por el Ibex 35.
Al otro lado del charco sigue el paseo triunfal de los tres índices de referencia de Wall Street, marcando máximos históricos, aprovechando la primer victoria de Donald Trump como presidente de EE UU tras haber logrado sacar adelante la reforma fiscal. Ayer la Cámara de Representantes la valido y la envió al Senado donde se debe aprobar el proyecto de ley.
El Dow Jones de Industriales, el Nasdaq Composite y el S&P 500 ofrecen en este 2017 rentabilidades superiores al 20%. Idéntico avance presentan el Nikkei japonés y el Bovespa brasileño; mientras el Merval argentino y el Hang Seng de Honk Kong, por citar dos índices más, presentan ganancias del 60% y 32% respectivamente.
Basta echar un vistazo al gráfico adjunto para darse cuenta como el Ibex 35 frenó la impecable marcha alcista que llevaba este año hasta el 5 de mayo pasado -hasta ese día se disparaba un 19%-, cuando llegó a tocar los 11.135 puntos y alcanzar máximos del verano de 2015. Desde entonces ha dibujado una senda bajista que lo llevó hasta los 9.964 puntos el pasado 4 de octubre en lo que fue su peor sesión en año y medio, lo que implica una caída del 10,5% en esos cinco meses. Tres días antes había tenido lugar el referéndum unilateral en Cataluña, que a la postre derivó en la aplicación del artículo 155 por el Gobierno español el 21 de octubre.
"El mercado español está parado porque descuenta que los partidos constitucionalistas van a sacar un buen resultado, podrán formar gobierno y darán estabilidad. Si al final sale el resultado que descuenta el mercado, creemos que el Ibex va a experimentar un rally de Navidad, enganchándose al carro de las subidas bursátiles promovidas por la reforma fiscal de Estados Unidos", apunta Roberto Berzal, sales trader de Orey iTrade.
A su juicio, "si los votos acaban muy repartidos, no va a haber una debacle en el Ibex 35, pero habrá algo de volatilidad porque será complicado formar gobierno. Así, el día en que salgan los independentistas diciendo que pueden llegar a un acuerdo para formar gobierno el mercado podría caer por la incertidumbre y, por el contrario, si el bloque constitucionalista avanza para llegar a acuerdos, el mercado lo cotizará positivamente, si bien ya es el escenario que descuenta".
Por otro lado, y si finalmente el resultado electoral se salda con una mayoría independentista, Berza tiene claro que "volverá la volatilidad y la incertidumbre al mercado nacional y el Ibex 35 recortará. En este sentido, el selectivo podría ir a buscar mínimos mensuales, en torno a los 10.000 puntos, o incluso por debajo".
En cuanto a valores, el experto señala que los que más se verían afectados por el resultado de las elecciones serían los bancos, tan ligados a la macro y la microeconomía, que cotizarían al alza con una victoria constitucionalista y que se verían penalizados por una mayoría de los independentistas. "Además, también se verán afectadas las compañías más expuestas a Cataluña, como Grifols o Colonial, que han sufrido en los momentos de más incertidumbre y luego han recuperado en los momentos de tranquilidad".
Para terminar, y en ese escenario, el analista de Orey iTrade recomienda a los inversores que tienen valores expuestos a Cataluña "dejar la cartera como está, no sobreponderar la bolsa española y no entrar en nuevos valores. La gente que está dentro debería esperar a ver qué pasa en los próximos días y, si la volatilidad y las caídas aumentaran, podría ser necesario hacer coberturas a través de diferentes activos financieros, por ejemplo, productos derivados".