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entrevista - maría josé catalá, portavoz adjunta del pp en les corts

Catalá: "Tras dos años de Botànic, el mal llamado modelo Cotino es ahora el modelo Oltra"

3/10/2017 - 

VALÈNCIA. Una de las parlamentarias más incisivas del PPCV en Les Corts es la ex alcaldesa de Torrent y ex portavoz del Consell, María José Catalá (València, 1981). Sobre ella, síndica adjunta de su grupo, recae la responsabilidad de algunas áreas -educación y bienestar social- en las que su formación política está mostrándose especialmente beligerante respecto a la gestión del Consell del Botànic.

Català, quien en su momento estuvo precisamente al frente del área de Educación en el Ejecutivo, focaliza sus críticas especialmente sobre la acción de gobierno de Compromís. "Si yo fuera Vicent Marzà dimitiría tras el fracaso reiterado con el plurilingüismo", señala, para también apuntar a la gestión de la vicepresidenta, Mónica Oltra: "Es incompatible su perfil, con ese afán de protagonismo, con llevar una conselleria de carácter social", sentencia.

La dirigente popular analiza para Valencia Plaza la actualidad política, incluida la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy en la profunda crisis abierta el pasado domingo durante el 1-O. "Es una situación compleja. Posiblemente hay errores por todas las partes, pero para mí el mayor es el del Gobierno catalán, que saltándose todas las normas ha llevado a sus ciudadanos a una situación deliberada de exposición", afirma.

-Este fin de semana ha sido intenso por todo lo ocurrido en Cataluña. Imagino que siguió la jornada de este domingo. ¿Cómo ve el PPCV todo lo que está pasando y de qué manera consideran que puede afectar a los valencianos?
-Sí, estuve todo el día siguiéndolo. Lo vemos con preocupación porque después de muchos años de consolidar nuestro marco democrático y constitucional, parece que estemos dando pasos hacia atrás. Es injusto también que se cuestione a la parte que se ha puesto del lado de la ley. Porque de esto se trata. En nuestro país, para hacer un referéndum se necesitan unas condiciones que en este caso no se daban y no puede ser que se demonice a quién se ha alineado con la Constitución y el marco democrático. En cuanto al PPCV, lo vemos con especial preocupación porque de alguna manera pensamos que Compromís es la versión valenciana de la CUP. Así como el PSOE trata de sacar tajada de la situación con fines electoralistas y políticos, Compromís se lo cree, cree en el proceso independentista. Me llamó la atención este domingo que Mónica Oltra fuera la líder autonómica que más claramente se posicionó a favor de este desafío a la democracia. Me inquieta que la vicepresidenta del Consell se alinee con estas tesis y tener un Gobierno autonómico que no coincide en sus versiones.

-¿Cómo ve esa posición del Consell? Porque no es solo que haya diferencias entre Puig y Oltra, es que en Compromís ha habido problemas entre Iniciativa y Bloc precisamente por la posición de la vicepresidenta la pasada semana.
-A mí me parece que no es lo mismo lo que decía Oltra el domingo que lo que decía este lunes Ximo Puig. En un momento tan difícil, deberíamos tener un Consell con una postura consensuada, en bloque, y no es lo que se detecta. Diría que la postura de Oltra ha sido muy volátil, líquida, en este proceso. Creo que va con la calculadora y adaptando su relato según considera. O no tiene relato propio o no lo quiere contar. Así es muy complicado que el Consell tenga una postura común y eso es lo que yo esperaba este domingo y lo que se espera de un gobierno autonómico serio.

-¿Qué diferencias ve entonces en el Consell sobre este asunto?
-Veo que los socialistas quieren que el desgaste lo asuma Rajoy y este proceso les sirve de coartada para criticar al PP. Sin embargo, para Compromís es una tesis que comparten, es una convicción y están alineados con el proceso: para mí, son el caballo de Troya del independentismo en la Comunitat. Diría que esa es la diferencia, aunque debo decir que echo de menos un relato socialista más firme en defensa de la Constitución.

-Ahora bien, tampoco debemos obviar todo lo ocurrido este domingo: con cargas policiales, cientos de heridos... imágenes que han dado la vuelta al mundo. ¿Se equivocó el Gobierno de Rajoy al ordenar estas actuaciones cuando había tomado medidas previas para desbaratar el referéndum?
-Es complicado. No puede ser que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado pasen de ser unos héroes hace unas semanas con la lucha frente al terrorismo en Cataluña y ahora sean unos verdugos. Los policías, los guardias civiles... son personas como todos nosotros que tratan de cumplir con su labor de la mejor manera posible. A nadie nos gustan las imágenes de este domingo. En el punto en el que estamos, esto es una democracia emocional: los impactos visuales cuentan mucho y es duro ver esas imágenes. Ahora bien, creo que el Gobierno ha venido actuando con guante blanco sin adelantarse a las decisiones del Govern catalán: lo ha hecho cuando tenía a su lado la ley. Cualquier gobierno tendría problemas para gestionar una situación tan complicada como la del domingo.

-Evidentemente que los policías y los guardias civiles son personas, hacen una labor y son a quienes llamas cuando tienes un problema porque son los que te van a ayudar.  Pero de lo que hablamos es de una actuación concreta respaldada por el Gobierno de Rajoy. ¿Fue un error?
-Bueno ha habido también mucha manipulación y han existido otras imágenes, como la de un policía convenciendo a un padre para que sacara a su hijo de esa situación de peligro. Sin embargo, no han tenido tanto impacto. De cualquier manera, la Policía Nacional se puso a disposición de la Fiscalía General del Estado y siguió instrucciones en todo momento incluso cuando fue a detener a miembros de altos cargos del Gobierno catalán y creo que había una instrucción clara de evitar que se realizara esa consulta. Todos en nuestro trabajo nos podemos equivocar en algún momento: lo que digo es que tanto el Gobierno, la Fiscalía, la Policía... creo que han actuado con la mejor de las intenciones que han podido dentro de una situación muy compleja y delicada. También debo decir, aunque no sea políticamente correcto, que en algunos casos también parecía perseguirse la foto del Estado represor. Como digo, es muy complicado y posiblemente hay errores por todas las partes. Ahora, y sin justificar la violencia, para mí el mayor error es el del Gobierno catalán, que saltándose todas las normas ha llevado a sus ciudadanos a una situación deliberada de exposición.

-La escalada de tensión no parece que vaya a detenerse. La declaración unilateral de independencia podría abordarse esta misma semana y el Gobierno de Rajoy tendrá que tomar una decisión. Ahora bien, ¿cómo afecta a la agenda valenciana el proceso catalán? Reforma del sistema de financiación, inversiones...
-Para la financiación necesitamos un gran acuerdo de Estado en el que el PSOE se implique dado que el PP no dispone de la mayoría parlamentaria en el Congreso. ¿Cómo puede afectar? Depende de qué postura adopten los socialistas, Ciudadanos... si tenemos un bloque constitucionalista serio, que no busque sacar rédito político de esta situación, podemos avanzar. Si no, no es que será un problema para la Comunitat, será para toda España, porque no se avanzará ni en la financiación, ni en los presupuestos... En cuanto a Cataluña, es muy difícil el diálogo y consensuar una solución con el gobierno irresponsable que existe ahora allí. Lo propio sería que Carles Puigdemont convocara elecciones autonómicas y que salieran del Ejecutivo las personas que no han querido cumplir con el marco constitucional.

-¿Y plantearse seriamente una reforma de la Constitución?
-La Constitución se puede cambiar, pero nunca bajo amenazas.

-Vamos con la actualidad valenciana. El presidente Ximo Puig anunció en el pasado Debate de Política General una inversión de 700 millones de euros para reformar y construir colegios con el apoyo de los ayuntamientos. Usted que ha sido consellera de Educación, ¿cómo ve este proyecto?
-Lo veo como una huida hacia delante. El conseller Marzà, de Compromís, ha licitado un solo colegio -el de Cremona- en dos años en una autonomía que tiene más de dos mil centros. El resto de los proyectos estaban licitados en la etapa del PP y lo único que ha hecho es el seguimiento de obra que no tiene ningún mérito. Esta idea que puso sobre la mesa Puig ya la intentamos nosotros cuando gobernábamos y todo fueron problemas: con los proyectos de ejecución y los proyectos básicos, con las licitaciones, sobrecostes... porque no está implicada una sola Administración y en muchas ocasiones una Administración local no tiene personal especializado en esto y eso comporta problemas. Lo que me preocupa de esto es que la propuesta tenga como finalidad culpar a los ayuntamientos cuando el Consell no hayan cumplido sus promesas. Tienen toda una plantilla que se dedica a esto en Ciegsa, que no la han liquidado porque no han querido, y ahora derivan el problema a los consistorios.

-¿Y por qué cree que no han liquidado la empresa?
-Pues entiendo que por los seguimientos de obra, pese haberla denostado sistemáticamente a Ciegsa se ven obligados a recurrir a ella.

-Se ha hablado de que las diputaciones podrían prestar apoyo técnico a este proyecto. ¿Se sumarán las del PP?
-Como dijo Javier Moliner, el presidente de la Diputación de Castellón, si hacemos colegios no podemos hacer carreteras...

-Pero se habla de soporte técnico...
-Pero, ¿es realmente ese el problema o es el dinero? Las diputaciones no van a ser los cajeros automáticos de la Generalitat. 

-Los recursos económicos en principio los pone la Generalitat según se ha anunciado hasta ahora...
-Entonces, ¿en qué se avanza?  Si se tiene el dinero pueden sacarlos adelante con el personal de Ciegsa, que ha hecho más de 600 colegios, sin mezclar a los ayuntamientos... Admito que es complicado, pero creo que siempre la construcción de centros educativos tiene que estar lo más centralizada posible para no generar sobrecostes. Los especialistas están en la conselleria no en los ayuntamientos ni en las diputaciones. 

-Bueno, tampoco es que Ciegsa se caracterizara por no generar sobrecostes... aunque el exconseller Font de Mora insistiera la semana pasada en que no hay 1.000 millones de sobrecoste como sí asegura el Consell.
-Yo no viví la etapa de mayor actividad en Ciegsa. Cuando yo llegué a la conselleria, la ley de la reestructuración del sector público me marcaba la liquidación de Ciegsa y su integración en el Eige, por lo que desgraciadamente me tocó afrontar un ERE, ir cerrando los proyectos y no encargarle más. En todo hay luces y sombras. Lo que no comprendo es que con tanto que la han criticado por qué continúan prolongando la vida útil de esta sociedad. Si se han hecho cosas mal o irregularidades, pues que los tribunales actúen; pero de ahí a denostar toda la labor de Ciegsa en los últimos 20 años me parece injusto y absurdo.

-¿Consideran un pequeño triunfo la variación introducida por Marzà en la batalla del pluringüismo?
-Si yo fuera Marzà sentiría mucha vergüenza de este fracaso del que es uno de los pilares de su política. Han hecho un decreto, después un decreto ley y ahora una proposición de ley. Parece que no se dan cuenta de que el problema no es el rango de la norma, sino su incapacidad para redactar un proyecto lingüístico que se adecúe a la Constitución. Esta última proposición busca la inmersión lingüística. Nosotros teníamos tres hitos en este tema que no se cumplen en este caso: pedir opinión a las familias, éramos flexibles según las características del área y del centro y regulábamos la exención lingüística de las zonas castellanohablantes, algo que por cierto viene de la ley socialista de Ciprià Císcar. Su propuesta va dirigida a imponer el valenciano y, recuperando el tema de Cataluña, esto que intenta Compromís es algo que se ha aplicado allí, politizando la educación. Ideologizar provocando una inmersión lingüística y generar un sentimiento, un estado de ánimo que aquí no existe y persigue generar un rechazo al proyecto común de España.

-Usted también se hace cargo de asuntos de bienestar social. ¿Cómo ve la gestión de Oltra en las residencias de la tercera edad?
-Para empezar, tenían que haberse adjudicado 3.300 plazas en enero que en teoría suplirían las plazas del mal llamado modelo Cotino. La realidad es que no se han adjudicado y Oltra sigue aplicando lo que ellos bautizaron como modelo Cotino y que hoy en día es ya el modelo Oltra porque dos años después esas residencias siguen trabajando, se les paga por enriquecimientos injustos y de esta manera continúa aplicando el mismo modelo.

-¿Y por qué, según usted, no las adjudica?
-Porque el 70% de las plazas irán a las mismas empresas que desarrollaron el modelo Savia porque son las que se han presentado con las mejores ofertas. Esto supondrá poner en evidencia la gran demagogia de los últimos años. La verdad es que Oltra, en mi opinión, ha renunciado a su proyecto social por la incapacidad para gestionar. Pienso que creía que iba a poder lucirse mucho en el aspecto social. Tú no puedes ir a una conselleria así con ganas de lucirte: tienes que ir con ganas de ayudar, hacerlo lo mejor posible, trabajar con discreción y generar los mínimos problemas que puedas. Es incompatible el perfil de Mónica Oltra con llevar una conselleria social. Tiene demasiado afán de protagonismo y busca demasiado la foto. Recuerdo que nos llamaba buitres a nosotros cuando estaba en la oposición porque decía que esperábamos a que la gente se muriera sin dar las ayudas de la dependencia. En los dos años que ella lleva la gestión han fallecido 4.600 personas esperando la ayuda para la dependencia. Me pregunto si ella se ve ahora mismo como un buitre porque ella trató muy injustamente a los que han llevado el área social en la Generalitat en los últimos años.

-Pero el gobierno del PP dejó decenas de miles de valoraciones pendientes... el Consell ha avanzado mucho en ello, no lo niegue.
-Vale, sí. Pero una cosa es hacer la valoración y otra pagar la prestación. Es cierto que hay más valoraciones hechas, entre otras cosas porque han pasado de tener una veintena de valoradores de la Generalitat a tener los 400 y pico de trabajadores sociales de los ayuntamientos. Ahora bien, que las tengas hechas no quiere decir que cobres la prestación: ahora hay más gente con la valoración pero menos gente que percibe el dinero.

-La polémica con las residencias de menores también arreció antes de verano. ¿Está el PPCV preparando alguna iniciativa?
-Pensamos que debe haber un modelo más potente, organizado y coherente respecto a los menores tutelados. No puede pasar, y le ha pasado a Oltra, que tenga un informe un año de la Fiscalía de Menores diciéndole que saque a unos menores  tutelados por la Generalitat de un centro porque enfrente hay un piso de proxenetas que están abusando de ellos. No puede ser que los traslade, que actúe, cuando le llega el agua al cuello. Es evidente que no hay prioridades. Y estos son los hijos de la Generalitat y necesitan que la Administración vele por ellos. Sería muy inteligente por su parte que intentara consensuar con los grupos de la oposición un modelo de atención residencial de menores y que intentara llevarlo a cabo con el mayor consenso posible. De momento solo hemos recibido hostilidad y denuncias sobre centros concertados que dependían de órdenes religiosas para tapar sus vergüenzas...

-Perdone, también ha habido casos gravísimos en esos centros... 
-Sí, pero qué curioso que surge esto antes de que estalle el otro caso, el de los menores de Monteolivete. Si lo sabes antes, mal, por no haberlo denunciado previamente; y si has aprovechado el momento para tapar tus vergüenzas, mal también por intentar manipular a la opinión pública.

-Se han producido algunas imputaciones en cargos socialistas por denuncias del PP. ¿Está a favor de la judicialización de la política? ¿A quién hierro mata, a hierro muere? ¿O no hay consigna?
-No, como norma no. Flaco favor hacemos a la política cuando la judicializamos. Es cierto que presentamos recursos por ejemplo con la solicitud de documentación, pero esto es una cuestión en la que priorizamos proteger a los ciudadanos y hacer la labor de oposición, como si presentamos un recurso contra el decreto de pluringüismo. Pero no es una consigna.

-Durante esta primera parte de la legislatura, los ataques del PPCV se han dirigido principalmente a Mónica Oltra. ¿La ven como la rival a batir para 2019 o meditan poner el foco a partir de ahora sobre el presidente, Ximo Puig?
-El gran delito para mí de Puig es la omisión. Permitir que bajo su mandato se haga una gestión tan deficiente porque de él depende nombrar y destituir a consellers. Así que lo que le echo en cara es que ha bajado los brazos y viene ejerciendo desde hace tiempo de expresidente. Ha renunciado al honor de ser el presidente por la mordaza política. Solo busca un equilibrio que le mantenga, sin ejercer de presidente, en el Palau del presidente.

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