VALÈNCIA. El PP elegirá este jueves entre seis candidatos a su nuevo presidente tras la marcha de Mariano Rajoy. Una cita con las urnas a la que están llamados todos los afiliados inscritos para el proceso y del que saldrán, salvo mayoría aplastante de uno de ellos, los dos aspirantes que llegarán a la segunda vuelta que se celebrará en el congreso del 20 y 21 de julio.
Pablo Casado (Palencia, 1981), es uno de los favoritos para alzarse con el triunfo junto a las dos candidatas más conocidas y a la par eternamente enfrentadas: Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. El diputado, cuya mujer es ilicitana, ha reiterado en numerosas ocasiones que siente la Comunitat Valenciana como su "segunda tierra". Sobre esto, recuerda además que siempre apoyó al PPCV de Isabel Bonig "incluso cuando nadie le apoyaba".
Casado atiende a Valencia Plaza en la recta final de la campaña para, además de analizar el proceso, hablar de la actualidad política autonómica y nacional.
-Si usted es el nuevo presidente del Partido Popular, ¿apostará por hacer públicos cuanto antes los candidatos autonómicos y los locales como el de València ciudad?
-Necesitamos ganar tiempo, la capacidad de encontrar a los mejores candidatos, de evitar también que nos los puedan quitar otros partidos y tener la posibilidad de estar ya en la calle planteando nuestras propuestas y nuestros equipos. Así que después del congreso hay que lanzar las candidaturas cuanto antes y convocar una convención extraordinaria para preparar los programas. Ambas cosas creo que formarán el cóctel que nos permita ganar las elecciones de 2019.
-En la Comunitat Valenciana, ¿cree que está existiendo la neutralidad que ha intentado promulgar Isabel Bonig?
-Bueno... creo que ha habido posicionamientos por parte de los presidentes provinciales y, sin entrar a valorarlo, me gustaría que, en ese sentido, se pronunciaran a título personal. En cualquier caso, creo que lo importante es que se garantice la libertad de voto de los militantes.
-¿Si usted gana apoyará a Isabel Bonig como candidata?
-Siempre he estado muy cerca de la Comunitat Valenciana, de hecho mi mujer es ilicitana. Debemos tratar de recuperar las instituciones que no estamos gobernando; siempre apoyé al PPCV cuando nadie le apoyaba y me gustaría también recibir ese apoyo en el próximo congreso. No lo he pedido de forma explícita ni he pedido a nadie que se retrate al respecto, pero espero que los militantes valoren que yo he sido uno de los responsables públicos que más ha defendido esta tierra en los peores momentos.
-La reforma de la financiación es un asunto fundamental en la agenda valenciana. Rajoy no cambió el modelo caducado desde 2014 y ahora Sánchez ha rechazado afrontar la reforma en esta legislatura. ¿Cuál va a ser su posición si lidera el PP sobre esto?
-El actual modelo no me gusta. Es un modelo fracasado de 2009 propuesto por el PSOE y con el voto en contra del PP que no contenta a nadie: ni a las comunidades autónomas que tienen un déficit de financiación por demografía ni a las CCAA que tienen el problema de la prestación de los servicios por la despoblación o la natalidad. Así que hay que volver a una negociación para que, a ser posible, todos los partidos alcancen una acuerdo como ya ocurrió, al menos con PP y PSOE, en 2002. Es evidente que la Comunitat Valenciana necesita mejorar su financiación pero no olvidemos que la responsabilidad del modelo es del señor Ximo Puig y del señor Rodríguez Zapatero.
-¿Cómo va a presionar a Pedro Sánchez con este asunto?
-Quiero recordar que las manifestaciones por la financiación del PSPV eran manifestaciones contra ellos mismos, contra su propio modelo. Nosotros dijimos que nos queríamos sentar y consensuarlo, avanzamos en los informes técnicos y la realidad que ahora se comprueba es que los barones socialistas no se ponen de acuerdo entre ellos.
-València fue noticia recientemente por la acogida del Aquarius autorizada por el Gobierno de España. ¿Qué opina de ese movimiento de Sánchez en la política migratoria?
-La posición con la inmigración no puede ser demagógica, a golpe de titular. Debe impulsarse una postura de coordinación en Europa para proteger las fronteras y que no haya un efecto llamada que es explotado por las mafias para lanzar a estas personas en ataúdes flotantes al Mediterráneo. Y por otro lado, hay que potenciar la cooperación en origen para que, en esos países, pueda haber oficinas para que se tramiten permisos y que la inmigración sea legal y ordenada, además de cooperar para que esas personas no tengan que abandonar su tierra y puedan prosperar allí. En definitiva, no estoy de acuerdo con la política de papeles para todos que ya dio mal resultado con Zapatero, y sí me gusta la política que se hizo en el PP durante los años 90 que permitió que cinco millones de personas se integraran en España sin ningún problema.
-¿Qué opina de la reacción del PSPV y Compromís respecto a las detenciones relacionadas con la Diputación de Valencia?
-Al final este es el primer caso de corrupción desde que el presidente es Pedro Sánchez. No admitimos el doble rasero de que exista mayor exigencia y presencia mediática de casos con exmiembros del PP que cuando se refiere al PSOE. El señor Ábalos y el señor Sánchez deberán dar muchas explicaciones de este caso y de otros como el de los ERE de Andalucía en vez de justificar una moción de censura vergonzante con independentistas, batasunos y podemitas con la sentencia de un caso absolutamente pasado del PP cuyos responsables están expulsados desde hace muchos años e incluso algunos ya cumpliendo su condena.
-¿Cómo ve las vías de diálogo abiertas del nuevo presidente con acercamiento de presos y otro tipo de posibilidades que vienen esbozándose?
-Se va demostrando todas las facturas que tiene que pagar Sánchez. A los batasunos con el tema del acercamiento de presos etarras; a los podemitas con el asunto de tomar Televisión Española como un órgano de propaganda y a los independentistas catalanes retirando el mecanismo de supervisión financiera, insinuando que pueden pactar un referéndum y, lo último, diciendo que van a acercar también a los presos que supuestamente han cometido delitos gravísimos contra la Constitución y la libertad de todos los españoles. Lo preocupante es qué facturas más habrá debajo de la mesa y cuánto nos va costar a los españoles la moción de censura.
-¿Cuál es su plan para frenar el ascenso de Ciudadanos?
-La estrategia de ignorarles o criticarles no ha sido eficaz. Lo que hay que hacer es ganarles en las urnas y dejar claro así que nuestra propuesta es mejor y la que merece recuperar la hegemonía del centro-derecha de los 11 millones de votos y que yo aspiro a lograr. En definitiva, es fundamental recuperar la confianza de los españoles y no depender de ningún tipo de bisagra que diluya nuestra identidad.
Casado reivindica su legado estos casi cuatro años y expresa su lealtad en esta nueva etapa a Feijóo, al que desea "mucho acierto"