Caro o barato, según se mire

Foto: Rafa Molina
17/03/2017 - 

ALICANTE. A un total de 49.000 euros asciende la cantidad que el Hércules abonó por el arrendamiento del estadio José Rico Pérez en la temporada 2014/15.

El curso pasado, el importe que facturó Aligestión (y que en enero estaba pendiente de liquidarse por el club, algo que se iba a hacer con cargo a lo obtenido con la eliminatoria de Copa del Rey ante el Barça) fue de 66.000 euros.

Esas sumas que se corresponden con el 7% de los ingresos por los conceptos de abonos, taquillas y derechos de televisión que ha tenido la entidad blanquiazul en cada uno de esos ejercicios, el criterio que se fijó en el contrato suscrito con Aligestión Integral en 2007 para determinar cada año el precio del arrendamiento, son cantidades que equivalen a la tercera y cuarta parte de los 200.000 euros que el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri apuntaba este miércoles que se valora cobrarle anualmente al club una vez la instalación sea titularidad del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y este la ceda previo pago de una cantidad similar al Ayuntamiento de Alicante, aunque desde el banco del Consell insistían ayer que se trata de una cuestión que se abordará una vez se confirme que la subasta de bienes y derechos de Aligestión se cierra dando al IVF como ganador.

A "entre 180.000 y 200.000 euros" ampliaba Echávarri que ascendería ese canon que según también el primer edil el Hércules podría pagar íntegramente o no, en función de que quiera garantizarse en exclusiva el uso y disfrute de la instalación: algo con lo que no ha contado hasta la fecha porque el contrato con Aligestión no contemplaba esa posibilidad, de hecho la sociedad de Enrique Ortiz entre otros y que hoy está en plena fase de liquidación arrendó el estadio también al desaparecido Alicante CF, obligando al Hércules a compartir espacios con él.

Caro o barato, según se mire

De acuerdo con el coste que el alquiler del Rico Pérez está teniendo para el club blanquiazul en Segunda División B, pagar un precio de 180.000-200.000 euros/año se puede considerar muy elevado, incluso aunque sea a cambio de un uso en exclusiva. Eso sí, si comparamos la citada cantidad con lo que, con el contrato de Aligestión en la mano, le correspondería al club pagar si militase en Primera y Segunda División A..., podemos considerar ese precio como una auténtica ganga en el primer caso y más que ajustado en el segundo.

Ahora bien, si lo que se plantea es un arrendamiento con opción a compra, ya no hablamos de lo mismo: Gabriel Echávarri apuntaba ayer que "se está pactando una opción de compra preferente para el Hércules", si bien desde el banco del Consell se limitaban a apuntar al respecto que la intención sigue siendo sacar a subasta el estadio, estando pendiente por decidirse tanto el precio de salida como si se incluyen en el lote también las acciones del club que quedarían en manos del IVF una vez se resuelva la subasta de Aligestión y las que controla indirectamente el banco del Consell vía Fundación.

La voluntad de Juan Carlos Ramírez y Enrique Ortiz no es otra que asegurarse que mantienen el control del Rico Pérez y del Hércules, evitar que un tercero se hace con el estadio y la mayoría accionarial del club en una subasta. Por eso tratan de que prospere sobre la vía de la subasta la alternativa de conceder al club la posibilidad de hacerse con el Rico Pérez y las acciones a plazos, a cambio de una cantidad mensual o anual que iría en función de la categoría en la que milite el club y siendo garantía ante el impago el propio estadio y esas acciones que confieren el control del club. Esa es su 'solución global'.

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