El responsable del festival de mediometrajes La Cabina toma el relevo de Rafa Maluenda, cabeza visible de Cinema Jove durante 16 años
VALENCIA. Cinema Jove ya tiene director para su 32º edición. Carlos Madrid, hasta ahora director del Festival Internacional de Mediometrajes La Cabina, toma el relevo de Rafa Maluenda, tal y como han confirmado desde la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte. El esperado cambio llega después de que el pasado verano el Consell de dirección del Institut Valencià de Cultura (IVC), responsable a su vez del Institut Valencià de la Cinematografia, optara por extinguir el contrato de Maluenda, responsable del festival durante los últimos 16 años y, oficialmente, hasta el pasado 20 de septiembre, tal y como anunció Cultur Plaza. Tras meses de especulación, hoy acaba el juego de caras de un festival que, por fuerza, llegará renovado en 2017.
Madrid ha sido seleccionado mediante un proceso interno, pues ya hace meses que Cultura descartó definitivamente la convocatoria de un concurso público e internacional, siendo este un proceso similar al de Sagunt a Escena. “La secciones oficiales de Cinema Jove han traído a la ciudad algo que no llegaba por cauces comerciales. Cinema Jove me ha descubierto toda una generación de cineastas y por eso sigo confiando en la marca dándome igual el nombre del director. Los encuentros con el público en el Astoria te permiten preguntar de primera mano a cada cineasta lo que quieras, más allá de la proyección de la película. Vemos el otro lado del cine y del cineasta”, ensalzaba Carlos Madrid en octubre de 2015, precisamente en un encuentro con Rafa Maluenda, moderado por Violeta Garín, para València Vibrant.
“Un defecto de Cinema Jove es que en la última edición ya no estuvieran estas secciones de ‘El joven…’ o ‘Cuadernos de rodaje’ […] Además, quitasteis la limitación de edad para presentarse para no ser endogámicos con el cine de cineastas jóvenes. Creo que hay tanto cineasta joven que ya no seríais endogámicos. A veces tengo ese choque de conceptos. Lo de “Jove” yo intentaría reforzarlo más”, defendió el entonces director de La Cabina frente al que hoy es un antecesor. Con la llegada de Carlos Madrid se cierra oficialmente el ciclo de Maluenda, que se hizo cargo de Cinema Jove en el año 2000, dando paso a una nueva etapa para la que el IVC tiene tres objetivos: más público, una mayor potenciación de las producciones valencianas y una mejor planificación comunicativa.
El último ejercicio no ha sido un camino de rosas para Maluenda. Un recurso interpuesto por Quatre Fulles contra la empresa adjudicataria, Solventa Solucions Bàsiques per Entitats i Ciutadans S,L., paralizó la organización del festival por primera vez en su historia, que a dos meses de dar el pistoletazo de salida a la edición no había iniciado las gestiones de protocolo, producción, logística y comunicación. Con algo más de 500.000 euros de inversión y organizado in extremis a partir de contratos menores se ejecutó la trigésimo primera edición, la última de un Maluenda que afirmaba no tener apego al cargo, “pero sí al festival”.
El nombramiento de Carlos Madrid no sorprendió este miércoles entre los profesionales del sector, ya que era uno de los candidatos más firmes al puesto. Desde el principio encabezó un primer listado de veinte personas a las que se consideraba capacitadas para relevar a Maluenda. La semana pasada tuvo lugar una reunión en la que desde Cultura se optó finalmente por acotar la lista de candidatos a sólo cuatro. Y de nuevo Madrid partía con ventaja, siendo el primer nombre de esta lista reducida.
Fue este martes cuando tuvo lugar la última reunión para dirimir el nuevo director de Cinema Jove. Si bien en la Conselleria de Cultura sopesaban la posibilidad de que el director fuera una mujer, idea muy del agrado del conseller Vicent Marzà y del secretario autonómico Albert Girona, las cualidades intrínsecas de Madrid y el apoyo decidido de diferentes responsables institucionales han hecho que su nombre se imponga al final.
Director fundador del festival de mediometrajes de La Cabina, Madrid se ha hecho un hueco en la vida cultural valenciana con un certamen modesto en su presupuesto pero muy ambicioso en su programación, que este año ha alcanzado su novena edición con cerca de 10.000 espectadores. Con humildad y un trabajo serio, bajo el paraguas de la Universitat de València, La Cabina se ha consolidado como una de las propuestas culturales más sólidas nacidas en las dos últimas décadas en la Comunitat Valenciana, con una preeminencia al margen de vaivenes políticos y una independencia más que loable.
La rigurosidad del trabajo de Madrid y el celo desempeñado por este gestor y su equipo, con Sara Mansanet a la cabeza, les hizo ser visto con buenos ojos por parte de la cúpula de la Conselleria. Ejemplo de este apoyo, desde el departamento de Campanar se facilitó a la organización del festival el uso del Auditorio Superior del Palau de les Arts para la inauguración de este año, un acto que contó con la asistencia de Girona.
Licenciado por la Universitat Jaume I de Castellón, Madrid fue durante cuatro años responsable de Comunicación de uno de los festivales artísticos más interesantes del principio de milenio, el Observatori que impulsaba Blanco Añó. Vinculado a diferentes iniciativas relacionadas con jóvenes creadores, ahora con Cinema Jove tendrá la oportunidad de desarrollar todo su potencial e impulsar el festival a una nueva dirección.
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