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Canciones atemporales para despedir el 'annus horribilis'

Un pequeño setlist colectivo que nos transporta desde la chanson francesa con sello belga de Jacques Brel hasta la música de raíces valencianas de Pep Gimeno o Pep Laguarda. Del pop contagioso de Captain and Tennille a las cadencias hipnóticas de Nurse With Wound

31/12/2020 - 

VALÈNCIA. Si hubiésemos lanzado esta propuesta cualquier otro año, la lista de canciones resultante sería una juerga; una invitación a sumergirnos en los placeres de la noche a muchas revoluciones por minuto. En su lugar, nuestros invitados -personas vinculadas de una forma u otra al ámbito musical valenciano- nos han dejado una selección musical elegante, exquisita y bastante introspectiva.

La nota más lúdica de este setlist colectivo la pone el músico valenciano Luis Prado, que recomienda un tema publicado en 1975 en el que, como es de esperar, el piano tiene mucho protagonismo. El líder del veterano grupo de pop valenciano Sr Mostaza se decanta por Love Will Keep Us Together de Captain & Tennille, el dúo formado por el teclista y arreglista Daryl Dragon, y su pareja, la pianista y cantante Toni Tennille. Una canción de pop optimista y festiva que por otra parte es un hit atemporal en toda regla.

Prado nos explica las razones de esta elección: “Si tengo que pensar en la canción que más he escuchado estos últimos meses, puede que sea esta joya altamente contagiosa de un dúo del que no había oído hablar jamás, Captain and Tennille. Me la descubrió un amigo (o redescubrió, porque tuve una ligera sensación de haberla oído antes ) y no sé si me gusta más la canción o los arreglos. Me gusta también el hecho de que sea un tema compuesto por Neil Sedaka, el hombre con la imagen más anti-rock que existe y con un talento melódico a prueba de bombas. El riff de piano es brutal, los bajos a contratiempo, la voz de ella, los toques burlones de sinte... para mí es una de esas piezas pop perfectas que, como tantas otras, desearía haber compuesto yo”.

Estos últimos días antes de mandar a paseo 2020 interceptamos también a Alberto Montero, otro de los grandes maestros de pop que tenemos por estas tierras. Su elección no dista mucho cronológicamente de la de Luis Prado, pero se gestó a miles de kilómetros de distancia. Montero nos propone despedir el año con la elegancia exquisita de Jacques Brel, uno de los cantautores más influyentes del siglo XX (David Bowie y Leonard Cohen estudiaron a fondo su estilo como cantante y letrista).

“Durante los últimos seis meses he estado muy metido en la música de Jacques Brel, al que no había explorado mucho todavía. Estoy enganchadísimo a sus canciones, especialmente a “Les Marquises”, que es la que dio título a su último disco. Describe una escena que suena a una noche de verano frente a la costa. Una escena de mar y cocoteros agitándose con el viento. Los arreglos son maravillosos y su poesía es siempre increíble. Me llama la atención la magia con la que describe un momento presente, y la siento muy cercana porque me recuerda a las circunstancias en las que compuse mi anterior álbum, La Catedral Sumergida”.

Vamos ahora con Mario Ballester, de Calivvula. “Estaremos de acuerdo en que 2020 ha sido para todas el año más extraño. Y para mí, sin duda, el más importante. He vivido los momentos más felices y algunos de los más tristes también, y si tuviera que quedarme con alguna banda sonora para acompañarlos a todos, sería con la discografía de Nick Cave. Durante el confinamiento estuvo siempre presente, y desde que salió el disco Idiot Prayer no he conseguido salir del mismo, así como de su Obra Lírica Completa, publicada hace unos meses. Quedarme con una sola canción es realmente complicado, pero elijo Waiting For You, porque... sometimes a little bit of faith can go a long, long way”. Mario nos adelanta de paso los planes de Calivvula para los primeros compases de 2021: dos nuevas canciones y una nueva grabación con el músico y productor Guille Mostaza en los estudios de Alamo Shock.

A través de las grietas de este año espantoso han logrado colarse -menos mal- algunos discos maravillosos. Sin duda, uno de ellos ha sido A lo pesau, a lo bajo y a lo llano, de San Isidro. Este álbum, en el que mezcla de una forma muy personal la música tradicional mediterránea con la psicodelia, enlaza, aunque sea en un plano más simbólico que musical, con la canción que ha escogido el polifacético músico valenciano Isidro Rubio.

Bolero estrella es el segundo tema del disco Balls i Cançons de la Costera, grabado por el grupo-rondalla Sarau en 1985. “Normalmente no me atrae mucho la música instrumental -aclara-. Si tengo que elegir, prefiero un disco a capela a uno instrumental. Pero en este caso la melodía es suficientemente elocuente y evocadora por sí sola y además, al no tener letra, me ahorro los comentarios y las insinuaciones con respecto a este año maldito. En cualquier caso, este temón te alegra el día por nublado que se presente. El disco entero es un cañón, el grupo suena apretadísimo y los arreglos de laúdes y bandurrias son de inspiración divina. Dato ineludible: un joven Pep Gimeno canta la mitad de las canciones y, Lola "La de La Torre", un auténtico prodigio de voz que pone los pelos de punta, la otra”.

Isidro descubrió Balls i Cançons de la Costera a través de su hermano, Dj Rosvil, quien lo encontró a su vez en un rastro. “Tiene una portada muy bonita que es una reproducción de un grabado de Doré, y en la contraportada aparece el nombre de Albaida. Al verlo, mi hermano automáticamente decidió que era de interés familiar y tenía que comprarlo, porque nuestra madre Reme nació allí e incluso fue reina de las fiestas un año. Decisión absolutamente peregrina por la cual tuvo que quedarse con cuatro o cinco copias para cerrar el trato. Me llamó y me dijo: Isidro, tengo un disco que te va a gustar” ¡Y así fue!

Trasladamos ahora la pregunta a la fotógrafa María Carbonell, cuya cámara ha retratado una cantidad ingente de conciertos en la ciudad de València durante los últimos años. También ella tira hacia la música valenciana con raíces. Concretamente, escoge Caseta del plater, incluido en el mítico álbum Brossa d'ahir (1977) de Pep Laguarda y Tapineria. “Este disco fue un flechazo a primera vista, por todo lo que entró en mi interior con una primera escucha, por tener un sabor a ese folk en valenciano que tanto me gusta (me encanta dejarme llevar por sus armónicas, el rasgueo de las guitarras y las voces). Aquello que escuchaba era desnudez, sinceridad, almas libres, cantos a la libertad, proximidad con la naturaleza, un sentimiento y canto colectivo, blues de la terreta, tantas cosas… Caseta del plater me inundó el corazón con su sencillez, me tocó tanto la fibra que la escojo para despedir este año tan cruel. Porque aunque sucedan cosas malas a nuestro alrededor, siempre nos quedará esperanza en unos versos tan cortos y directos, que esconden un mensaje tan profundo y liberador que yo ya cuento con ellos para balancearme en la paz cada vez que quiera”.

El productor e ingeniero de sonido Daniel Castelar, vinculado también como profesor al campus Berklee Valencia, escoge un tema de los norteamericanos The National. “Es una banda que he escuchado mucho a principios de 2020 y que suelo tener presente en mis trabajos de producción. Escojo I am easy to find, la canción pone el nombre a su último disco, y a su vez es el título de un cortometraje súper interesante de Mike Mills sobre la interpretación que hace él mismo de la música de The National. Es una canción sencilla, metida dentro de un disco complejo. Escuchamos dos voces: una femenina (Kate Stables), y la de Matt Berninger. La instrumentación y los arreglos son muy sencillos, pero es una canción con un fondo emotivo muy importante. No solo trata del reencuentro entre una pareja (el disco entero está basado en la relación entre Matt y su mujer, Carin Besser, que es una escritora muy conocida), sino que me gusta porque es fácil trasladarla a un concepto mucho más universal: el del desencuentro y el reencuentro con uno mismo, con familiares o con amigos. Hay varios versos súper emotivos que me recuerdan a cuando estaba en el balcón durante el confinamiento y veía a la gente, apartados unos de otros. Me identifico mucho con esta canción por su capacidad para representar la facilidad con la que el ser humano se rompe, pero también la facilidad con la que es capaz de recomponerse”.

Terminamos este escueto -pero intenso- setlist con una canción de Nurse With Wound que nos proponen desde Abstrakce Records. La discográfica y distribuidora valenciana -cuya labor de rescate y reedición de clásicos avant-garde es verdaderamente encomiable- reeditó este año Rock´roll Station, disco publicado originalmente en 1994 por la citada banda londinense de música experimental. “Ha sido sin duda nuestro hito de 2020 -señala Guillermo Cerdá, socio del sello junto a Jonathan Bordes-. Nurse with Wound (nombre artístico bajo el que encontramos a Steve Stapleton) es uno de nuestros artistas favoritos de siempre. El tema que da título al LP, que es el que compartimos aquí como propuesta para despedir el año, es experimental, rítmico, psicodélico, repetitivo, pero en constante mutación. Es onírico e instrumental, pero con voces... es decir, reúne muchas cosas que nos gustan. Por cierto, es una versión de un tema original de Jac Berrocal (con voz de Vince Taylor) de 1976, que también nos mola mucho”.

Aprovechamos para preguntar a Guillermo por las novedades en las que trabaja Abstrakce para 2021. “El nuevo año viene cargadito. Tenemos varios discos en fábrica, y otros programados. Es difícil saber aún cuál va a ser el hito del año, pero ahora mismo cualquiera de estos nos vale: el nuevo disco de la super-banda valenciana Mecánica Clásica; las reediciones del Siver Beach del compositor noruego Erik Wollo (todo un clásico del ambient, en una edición que incluirá temas inéditos) o la reeedición del Dinner at Eight del músico de jazz de vanguardia Wayne Horvitz.

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