VALÈNCIA. El efecto 'Alberto Fabra' ha alcanzado a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig. Allá por octubre de 2012, el entonces jefe del Consell sorprendía en Les Corts anunciando que los diputados valencianos de su partido presentarían enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de Mariano Rajoy por un montante de 144 millones de euros. El conato de revuelta fue sofocado rápidamente desde Madrid, que ninguneó al líder valenciano aceptando una modificación de un asunto menor por unos pocos miles de euros y mandando a un cajón el resto de reivindicaciones. En el siguiente ejercicio, Fabra desistió de repetir el desafío aunque las cuentas presentadas volvían dejar a la Comunitat en el furgón de cola de la media estatal.
Algo similar parece haberle ocurrido a Bonig. Si el pasado año protestó inicialmente junto a los partidos que sustentan el Consell del Botànic por las inversiones territorializadas que contemplaban los Presupuestos Generales del Estado que había elaborado el Gobierno de Rajoy, este año dista mucho de seguir la misma senda. Los populares valencianos, de hecho, consideran que las cuentas estatales de 2018 son "justas y adecuadas" y, por ello, no presentarán ninguna enmienda.
"No presentaremos enmiendas porque las principales reivindicaciones están recogidas en los Presupuestos, algunas de ellas históricas. Las que deben estar, están, y la inversión ha mejorado un 27%", manifestó la líder del Partido Popular este lunes en una rueda de prensa tras una reunión del Comité de Dirección valenciano.
Unas declaraciones que, sin embargo, chocan -a la par que sorprenden- si se contemplan las cuantías que destina a la Comunitat Valenciana el Ministerio de Hacienda que ocupa Cristóbal Montoro. Cero euros para financiar el Transporte Metropolitano de València, la misma cifra que aparecía hace un año en el casillero valenciano y que contrastan con los 48 millones de euros que recibirá Canarias para el mismo cometido, los 127 que percibirá Madrid o los 109 de Barcelona.
Pese a tratarse de la tercera ciudad de España, ni para Rajoy ni para su Ejecutivo, València juega en la misma liga. Y así de claro lo dejaron con el portazo que dio Hacienda el pasado viernes -último día para presentar enmiendas a las cuentas- al Consell cuando éste se desplazó a la capital -también acudió el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues- para negociar la posibilidad de que se incluyera una inversión de 38 millones de euros para el citado transporte. Una expedición derivada de la sonora reivindicación en Madrid por parte de medio centenar de alcaldes valencianos que exigían al Gobierno central esta subvención.
Con esta negativa, y para corregir este cero en el Excel de Montoro, Ciudadanos presentó la semana pasada una enmienda para que se destinaran 10 millones de euros para poner en marcha el contrato programa que garantice ayudas al transporte público en la capital del Turia y en su área metropolitana. Es decir, a los naranjas no le parecían "justas y adecuadas" las inversiones en este caso.
Sin embargo, la presidenta del PP valenciano aseguró este lunes que tampoco pensaban apoyar esta enmienda. La segunda manifestación del día que sorprendía, ya que fuentes del partido que lidera Albert Rivera señalaron a Valencia Plaza que en los últimos días se habían producido intensas negociaciones con el Ministerio de Hacienda que culminaron en un acuerdo para que se aprobara la citada partida en el debate de enmiendas. No en vano, diputados valencianos naranjas en el Congreso como el candidato a la Generalitat, Toni Cantó, se hicieron eco de tal acuerdo del que, a juzgar por su declaración, Bonig desconoce o al menos no tiene en consideración que vaya a plasmarse.
La presidenta regional, en su lugar, emplazó al Ejecutivo de Ximo Puig a elaborar un Plan de Movilidad -incluso prestó su ayuda al jefe del Consell para realizarlo- para percibir subvención que permita financiar este contrato programa mediante concurrencia competitiva, y no por línea nominativa como reciben Madrid, Barcelona y Canarias. "Se nos dijo desde el ministerio que en estos momentos era complicado abrir la línea nominativa; así que para que reciban dinero tienen que presentar un Plan de Movilidad del área metropolitana, porque díganme: ¿Cómo es posible que tú quieras recibir dinero y no pongas una parada en el Perelló y en Alboraya?", cuestionó Bonig. Una pregunta con el orden de los factores invertidos: el dinero que no recibe la Generalitat es precisamente para eso, para conectar los municipios colindantes con la ciudad de València.
Ahora bien, además de los cero euros destinados al transporte metropolitano pese a haber constituido la Entidad Metropolitana de Transportes que exigió el Gobierno central como requisito años atrás para percibir esta ayuda, también hay inversiones en otras materias que quedan lejos de ser "justas".
Así, en lo que se refiere a inversión por habitante, un valenciano recibirá 150 euros cuando debería recibir 217 para estar en la media española. Pese al ascenso en las cuentas de este ejercicio, en el anterior la Comunitat se situaba a 66 euros de distancia de la media estatal mientras que en estos presupuestos se queda a 67 euros.
En el área de Cultura, por ejemplo, el Palau de Les Arts recibirá este año 600.000 euros; la misma cuantía que en 2017. Una cifra lejana a la que reciben algunos de sus espacios 'hermanos'. De esta manera, el Teatro Real cuenta con 9,39 millones de euros –más una partida especial de medio millón para la programación del 200 aniversario–; el Consorcio del Teatro de la Maestranza y Salas del Arenal cuenta con 1,67 millones de euros; y el Liceo de Barcelona tendrá una aportación ordinaria para sus actividades de 7,1 millones y una aportación adicional de 1,2 millones para necesidades de tesorería.
También los 62,2 millones programados para las distintas áreas relacionadas con el Cap i Casal quedan muy alejadas del resto de principales capitales españolas. La capital valenciana recibirá mucho menos dinero, ya no solo que Madrid y Barcelona, sino también que Sevilla y Zaragoza pese a que posee 100.000 habitantes más que estas dos localidades.