Billy Duffy: "Siempre he tenido la sensación de que nunca hubo un final de The Cult"

VALÈNCIA. Casi tres décadas contemplan la relación entre València y The Cult. La entidad de semejante historia se resume en datos tan aleatorios como que, al inicio de esa relación, Michael Jordan todavía no había ganado su primer anillo de la NBA con Chicago, Green Day aún no había publicado Dookie y todavía se podían ver los carteles de El Silencio de los Corderos en los cines. Menos aleatorio -y más terrenal- es el dato que certifica que los británicos tocaron en 1991 en la hoy decrépita Arena Auditorium. "Si te mantienes el tiempo suficiente como hemos hecho con The Cult, te conviertes en parte de la historia de muchos lugares grandes alrededor del mundo", explica Billy Duffy, el guitarrista de la banda británica.

Duffy es, junto a Ian Astbury, la constante de The Cult durante los últimos 35 años. Una constante de dos caras que, sin embargo, ha dejado de serlo durante diferentes momentos a lo largo de la existencia de la banda; las tensiones de una relación a larguísimo plazo forzaron pausas entre 1995 y 1999, y entre 2002 y 2006. "Siempre he tenido la sensación de que nunca hubo un final de The Cult", reconoce Duffy, que al mismo tiempo tiene claro que vivir en sitios distintos -que diría Nacho Vegas- y “darse tiempo” son algunas de las claves del perpetuo estado de supervivencia a pesar de todo de The Cult.

Duffy, Astbury y compañía forman parte del cartel del 4ever Valencia Fest. The Cult actuará el 29 de junio en La Marina junto a The Jesus and Mary Chain y Simple Minds, entre otros.

-Han pasado 2 años desde la salida de Hidden City. ¿Cómo os sentís a día de hoy con el disco?
-Estamos muy contentos con la reacción en los medios al respecto de Hidden City, pero lo más importante para nosotros ha sido la de los fans -tanto en vivo como en las redes sociales- Siempre es bonito ver que la gente reconoce lo duro que trabajamos para hacer el disco tan especial como pudimos.

-¿Tenéis previsto publicar material nuevo próximamente?
-Siempre tratamos de componer música nueva y ser creativos, pero nunca hemos querido apresurar las cosas; simplemente dejamos que las cosas sigan su curso natural. Así que, sí, habrá nuevo material, pero ni mucho menos hay planes al respecto de cuándo publicarlo. Es demasiado pronto para pensar en todo eso.

-Más de 30 años después es de suponer que no sintáis la presión de tener que sacar discos nuevos, ¿no? ¿Cómo funciona todo esto ahora?
-No sentimos ningún tipo de presión que no sea la de nosotros mismos a la hora de conseguir que el nuevo material de The Cult sea todo lo especial que puede ser. Ese es el reto después de más de 30 años: mantener la intensidad y la pasión, y esa calidad que hace a The Cult tan especial.

-Tocaréis en València el próximo 29 de junio. ¿Qué esperáis del concierto?
-Siempre hemos pasado grandes momentos en València, así que tenemos muchas ganas de que llegue el día del concierto; además, especialmente porque se trata de un festival tan grande, y eso siempre es divertido porque se crea una mezcla con las bandas que están tocando.

-Tradicionalmente València siempre ha sido una plaza muy agradecida para la música y los grupos que surgen de los 80… ¿Recordáis algo en especial de vuestros conciertos en València?
-Sólo recuerdo un público fantástico y apasionado, y una ciudad muy abierta, llena de arte y arquitectura a la orilla del mar.

-¿Algo de aquel primer concierto? ¿Gira del 91 con Ceremonial Stomp?
-La verdad es que no puedo recordar demasiado sobre la gira de 1991, más allá de que me lo pasé muy bien en todo momento. Rock n' roll, baby!

-Muy pocas veces València se ha quedado fuera de una gira de The Cult…
-Sí, tenemos algunos amigos en València. Uno de ellos es promotor de conciertos, por eso normalmente conseguimos tocar en la ciudad y siempre lo esperamos con muchas ganas.

-De hecho, vuestro nombre está muy unido a santuarios de la música -que por desgracia ya no existen- como Arena Auditorium.
-Bueno, si te mantienes el tiempo suficiente como hemos hecho con The Cult, te conviertes en parte de la historia musical de muchos lugares guays (cool) alrededor del mundo; por desgracia, a veces estos lugares desaparecen. En cualquier caso, es fantástico ser parte de recuerdos increíbles en lugares sacrosantos a nivel musical.

-Habéis tenido altibajos como banda. Rupturas, reuniones, pausas… ¿Esto es rock and roll o sólo el reflejo de una relación larga?
-Cualquier relación que se extiende en el tiempo va a tener altibajos, pero la realidad es que ha habido muchos muchos más altos con The Cult. Y ojalá siga así en el futuro.

-Andrew Fletcher me confesó no hace mucho que, en los 90, pensó más de una vez que Depeche Mode se había terminado por los problemas de adicción de Dave Gahan. ¿Alguna vez has tenido esa sensación de final con The Cult?
-Siempre he tenido la sensación de que nunca hubo un final de The Cult; incluso a pesar de que nos tomamos ese "descanso" entre 1995 y 1999, y luego el de finales de 2002 hasta 2006. Básicamente Ian y yo seguimos llevándonos bien; somos conscientes de lo afortunados que somos de habernos encontrado y de poder hacer música como la ha hecho The Cult y como lo seguirá haciendo. Quizá esos dos parones nos hizo darnos cuenta de todo eso, porque desde 2006 no hemos dejado de tocar de forma constante.

-Fletcher me explicó que, de hecho, su clave de la supervivencia es vivir separados y reunirse cada cada dos años para grabar y tocar. ¿Cuál es la vuestra?
-Ian y yo también llevamos vidas separadas fuera de The Cult, lo cual es lo normal cuando maduras y te haces adulto. Hoy en día nos queremos y respetamos. Todavía tenemos desacuerdos sobre muchas cosas cuando quedamos para hacer música con The Cult, pero trabajamos a pesar de todo eso y conseguimos avanzar. La razón principal es que todavía amamos lo que hacemos. Esa es una de las claves. También darnos tiempo y espacio.