VALÈNCIA. El expresidente del Gobierno José María Aznar reapareció el pasado jueves en València para clausurar el foro Ideas FAES sobre sanidad y educación organizado por la fundación de la que él mismo es presidente. Aznar, que en su discurso se mostró contrario a una reforma constitucional si es "el pago a plazos" de lo que los independentistas no han logrado, respondió a Alicante Plaza sobre la estrategia del Gobierno de Rajoy en esta crisis.
En este sentido, reiteró que el Ejecutivo debería haber actuado mucho antes y afirmó: "Que los golpistas actúen sin ninguna consecuencia me parece uno de los aspectos más impresentables de esta situación. Y por lo tanto, que el gobierno actúe es algo que los ciudadanos españoles entienden como algo no solo deseable sino elemental".
Su llegada a València se produjo dos semanas después de que la fundación FAES apremiase a Mariano Rajoy para que actuase en Cataluña ante el "ataque frontal" a la ley y a la democracia del mandatario catalán Carles Puigdemont.
Preguntado por cómo hubiese actuado si bajo su mandato se hubiese producido esta situación, Aznar recalcó la necesidad de responder a lo que considera un golpe de Estado. "Si en España ha habido un golpe de Estado, y lo ha habido porque en eso consiste el proceso de secesión; si el Rey ha declarado clara y solemnemente que debe ser restablecido el orden constitucional; si el gobierno ha remitido a la Generalitat unos requerimientos que simplemente leerlos son una exposición de todas las ilegalidades cometidas por la Generalitat, pues es difícil de explicar que los responsables de esa situación sigan al frente de sus responsabilidades", afirmó.
Para el expresidente, la eficacia en el uso de todos los medios disponibles debe estar por encima del uso que se pueda hacer de imágenes de cargas policiales como las que trascendieron en la jornada de votación del referéndum ilegal o de la detención de los líderes de la ANC y Òmnium Cultural. "Lo más importante es impedir este golpe de Estado y no aceptar sus consecuencias. Hay que tomar decisiones judiciales y políticas, pero todas con un mismo objetivo. Un proceso de secesión no puede estar condicionado con lo que pueda parecer o con ser más o menos simpático, sino con hacer lo que hay que hacer: restablecer la legalidad y el orden constitucional y que quien cometa una ilegalidad pague por ello", concluyó.
Aznar, en distintas ocasiones, se ha mostrado muy crítico con la gestión del Ejecutivo del PP. Más, si cabe, en todo este proceso que ha criticado duramente a través los análisis de su laboratorio de ideas, en los que ha afeado al Gobierno de Rajoy que no se hubiese establecido una estrategia "eficaz y temprana frente al empuje del secesionismo".