Un proyecto abierto que surge de la sociedad civil y podría terminar fraguando en el ansiado Museu Valencià del Disseny
VALÈNCIA. El diseño valenciano vive un momento histórico que hace tres años era más que una quimera y hoy, esta fantasía, ha sido presentada y refrendada a nivel institucional. Como ya adelantó Cultur Plaza, la semana pasada se presentó el Arxiu Valencià del Disseny, cuya creación cuenta con el apoyo de Generalitat Valenciana, Universitat de València y Escola d'Art i Superior de València. Por encima de este apoyo, tal y como apunta el profesor de diseño Xavier Giner, uno de sus impulsores, “es un proyecto abierto que surge de la sociedad civil y es la generosidad y el compromiso de los diseñadores con el diseño lo que lo hace posible”.
Más allá de esta encantadora idea, es cierto que el proyecto se enmarca desde el principio dentro de una historia tejida desde la responsabilidad y dedicación de algunos profesionales que ya habían participado en la historia del diseño valenciano por otros motivos, desde los Premios Nacionales de Diseño Vicent Martínez, Dani Nebot y Nacho Lavernia a quien fuera Director del CDD IMPIVA Disseny, el profesor Manuel Lecuona, o al ya mencionado Xavier Giner de EASD València.
Y es que suena todo muy idílico, pero la historia realmente es preciosa por cómo se fueron dando una serie de situaciones en una especie de alineación planetaria, en el momento justo en el lugar exacto, que pueden sonar a una concatenación de casualidades pero que si ahondamos un poco nos daremos cuenta de que no ha sido tanto el azar sino más bien la experiencia y la visión estratégica de los protagonistas de la foto superior, quienes nos cuentan de primera mano como se fraguó la idea de este Arxiu y la sucesión de acontecimientos a lo largo de casi un año hasta ser presentado en el Palau de la Generalitat Valenciana el pasado martes.
Como afirma Xavier Giner, “es un proyecto precioso en el que me ha sido muy placentero trabajar pero también muy fácil ya que, en cierto sentido, ha salido sólo. Tan sólo hemos tenido que acompañarlo”.
Remontémonos al verano pasado, a una conversación casual, en “un encuentro azaroso y contingente” como define Xavier Giner, entre Antonio Sánchez, subdirector de la EASD, y Vicent Martínez, a raíz del traslado a la EASD del fondo del Centre de Documentació IMPIVA Disseny compuesto por más de 14.000 publicaciones sobre diseño (libros y revistas), que habían llegado previamente a Las Naves tras desaparecer el IMPIVA. Y es que, aunque el proyecto del Arxiu Valencià del Disseny se articula con el Centro de Documentación del IMPIVA, son realmente independientes, pero fue precisamente la última mudanza de estos fondos lo que dio pie a que Martínez, diseñador y fundador de la histórica Punt Mobles, comentase a Sánchez que toda la documentación de proyectos de su empresa hasta 2012 y su legado profesional junto al de la diseñadora Lola Castelló estaban depositados en la Universitat Politècnica de València a cargo de Manuel Lecuona, Catedrático de Universidad en Gestión del Diseño, pero debía ser sacado de allí en breve sin tener aún destino claro, con ofertas de otros centros de fuera de la Comunitat Valenciana.
El histórico diseñador de mobiliario Vicent Martínez, Premio Nacional de Diseño en 1997, admite que durante toda su vida profesional le ha gustado preservar la memoria, y en este sentido le gusta citar a García Márquez: “La vida no es lo que hemos vivido, sino aquello que podemos recordar y contar”. Y es por lo que recogió junto a Lola Castelló todo el archivo personal como fundadores de Punt Mobles al acabar su última etapa de gestión de la compañía, cedido a Lecuona ya que éste era ya depositario de varios legados de otras empresas y diseñadores. Y ahí es donde entró Xavier Giner para buscar solución junto a Martínez y Lecuona, en lo que puede considerarse la semilla del Arxiu Valencià del Disseny.
“Queríamos que fuera un proyecto público con vinculación al patrimonio y sensible al diseño”, afirma Giner. “Exploramos y sondeamos algunos museos valencianos pero no vimos interés en el proyecto, además del problema de que desgraciadamente un cambio en los responsables políticos implicaría un cambio de proyecto, y el Arxiu exige estabilidad en el tiempo para que tome sentido”.
“Todo cambió a partir del primer encuentro con la EASD”, continúa Martínez, “donde alumnos de la Universitat de València estaban catalogando fondos de la antigua Escuela, y es donde se abrió un camino que permitió trabajar y elaborar distintos escenarios hasta llegar a una propuesta a la UV que acogió con entusiasmo el proyecto”. Giner añade: “Estábamos colaborando con la Universitat en la catalogación y rehabilitación del patrimonio histórico de la EASD, así que propuse a Vicent explorar esta vía pero me pidió que involucrásemos a Manolo (Lecuona) para contárselo ya que le había hecho el favor de recoger su material cuando tuvo que llevárselo de Punt”. La siguiente reunión recuerdan que se hizo en el estudio de Nacho Lavernia, donde Lecuona ofreció sumar los fondos que ya tenía legados a su nombre, y es como la idea del Arxiu tomó forma de repente materializándose con una gran potencia inicial, que hoy confluye ya con los fondos de Punt sumados a los de Martínez Peris, el de Curvadora Valenciana, el de Gasisa, y el legado de La Mediterránea.
Al día siguiente de esa reunión, EASD planteó formalmente el proyecto a la Universitat de València y les pidió que se implicasen. “Aceptaron”, prosigue Giner, “e iniciamos un trabajo de reuniones a dos bandas entre escuela, donantes y universidad, en las que fuimos definiendo el proyecto y buscando el marco jurídico. Finalmente nos sentamos todos juntos en el Vicerrectorado de Cultura y acordamos los términos, vinculando el Arxiu a la Fundación General de la Universitat en una fórmula adaptada pero inspirada en la de la colección de arte Martínez Guerricabeitia, un legado gestionado de forma autónoma aunque pertenece a la Universitat”. Así pues, el funcionamiento administrativo y legal del Arxiu estará garantizado por la Fundació General de la Universitat de València.
El Arxiu Valencià del Disseny dispondrá de una Dirección Ejecutiva, una Comisión Técnica de Asesoramiento y una Comisión de Seguimiento que evaluará y supervisará su funcionamiento, en la que estarán representados, además de la Universitat de València y la EASD de València, los donantes, el mundo del diseño a través de sus asociaciones, las instituciones públicas y aquellos patrocinadores privados que colaboren a la financiación del proyecto, así como personalidades de reconocido prestigio en el ámbito del diseño, la cultura y la empresa.
El orden de los factores
Es un archivo valenciano y no sólo del diseño valenciano, porque como argumenta Xavier Giner “lo que es valenciano es la iniciativa, los promotores y la financiación principal del proyecto. Además se ubicará en València por expreso deseo de Vicent y también de Manuel Lecuona, sin embargo el diseño no tiene localidad, y de hecho si ves los fondos de Punt verás que hay diseñadores de muchos lugares. Al Arxiu le interesa dotarse de buen diseño: gráfico, de producto y de interiores, en un sentido abierto, buena documentación profesional de diseñadores o empresas vinculadas al diseño, venga de dónde venga”.
Como dicen sus promotores, es un proyecto que nace con voluntad de reunir, conservar y poner en valor la experiencia profesional del diseño, y si bien algunos enseguida hemos vaticinado este Arxiu como una primera piedra de un futuro Museo Valenciano del Diseño, de momento es preferible ir poco a poco asentando este importante legado histórico y cultural.
En Barcelona también se juntaron fondos de varios centros y colecciones para configurar lo que desde 2008 es el Museu del Disseny de Barcelona, con la finalidad de que el público entienda el diseño, un denominador común como objetivo para otros museos del diseño que no hacen sino replicar el nivel de cultura del diseño de otras regiones del mundo en las que esta disciplina ha dejado huella como elemento cultural de la sociedad. Porque el diseño es cultura.
Precisamente en la pasada presentación en el Palau de la Generalitat Valenciana, el President Ximo Puig comentó que la creación del Arxiu ponía en el horizonte un Museo del Diseño, como cuenta Xavier Giner: “Vicent y yo nos miramos emocionados porque en la primera reunión que tuvimos me habló que su verdadero sueño era conseguir un Museo del Diseño para València. Y yo le dije que si esperábamos al Museo podíamos perder el Archivo”. Vicent Martínez le respondió con una sonrisa: “De acuerdo, vamos a trabajar por el Archivo”.
Y en medio de toda esta presentación, la Generalitat Valenciana ha lanzado otra acción en apoyo institucional por el diseño valenciano en forma de carta que Ximo Puig ha enviado al nuevo Ministro de Economía, Industria y Competitividad, Román Escolano, transmitiendo la petición para que el acto de entrega de los Premios Nacionales de Diseño el año 2019 se realice en la Comunitat Valenciana, algo que ya ocurrió en 2012 y que al Gobierno valenciano le gustaría repetir alegando su compromiso con la innovación precisamente como estrategia de crecimiento y con el diseño muy presente en el desarrollo de actividades y políticas.
Esta candidatura (enviada a inicios de marzo) no ha recibido por el momento ninguna respuesta, y el apoyo de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Gobierno de España, como el propio Puig hace constar en la carta, sería una excelente noticia para el tejido empresarial y para el conjunto del sistema de la Innovación de la Comunitat Valenciana
Volviendo al Arxiu, el apoyo de la Generalitat es claro pero aún no hay nada concretado, y es por lo que se va a crear una mesa de trabajo. Mientras, con carácter transitorio y hasta que tenga una ubicación definitiva, los legados se depositarán en la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València para poder iniciar los trabajos de catalogación y conservación.
“El arranque va a ser una realidad en breve plazo, donde se podrá depositar toda la memoria de lo que ha sido y va a ser el diseño, más cercano a todos nosotros”, afirma Vicent Martínez. Y es que ahora hay que hacer existir el Arxiu. Xavier Giner añade: “Todos los fondos se van a digitalizar y estarán al acceso de todos desde la plataforma que la Biblioteca de la Universitat de València tiene, integrado en la plataforma digital pero independiente y diferenciado física y legalmente”.
Probablemente el Arxiu Valencià del Disseny desembocará en el Museu Valencià del Disseny, y para entonces un gran Centro Valenciano del Diseño tendría sentido, y por dar ideas, podría reunir el asociacionismo valenciano y otras entidades afines o incluso llegar al modelo del Design Council británico, integrando dentro de las instituciones a diseñadores profesionales. Inevitable no soñar cuando, de repente, un Archivo nos da alas.