reapertura el 10 de septiembre

Así nace House of Varietats, un centro queer autogestionado pionero en España

Culturplaza visita el edificio de la Calle Quart, 47 y conversa con su impulsora Lucía Poncelas sobre sus pretensiones, expectativas y sobre la realidad a la que se enfrenta el colectivo

14/08/2021 - 

VALÈNCIA. Probablemente la Calle Quart haya quedado marcada de por vida. En el número 47, haciendo esquina con Lope de Rueda, el edificio del mítico pub Víbora atiende ahora a un momento inédito para la ciudad de València. La House of Varietats es ya una realidad.

De puertas para afuera, un rótulo en el que se puede leer la palabra ‘Varietats’ y una persiana negra sobre la que reza un mensaje: “La nostra casa busca la unió, el respecte i fer familia. Ací tractarem de cuidar-nos entre totes perquè la col·lectivitat ens fa més fortes”.

De puertas adentro, el pub en el que se han presenciado diversidad de espectáculos de cabaret a lo largo del año. Y justo encima, el edificio tiene tres pisos más. Todavía no están del todo habilitados, pero hay una diferencia notable entre lo que fueron hace tan solo seis meses y lo que son ahora. La House of Varietats ya está cogiendo forma. Nunca ha habido nada igual en València, y probablemente tampoco en España. El día 10 de septiembre reabrirá sus puertas con todo dispuesto: además del pub, un local social en el que se celebrarán charlas y debates sobre el colectivo, el drag, la transexualidad o el feminismo; un cine (recuperado de La Guerra, uno de los cuartos oscuros más importantes de los 80 en València); y una oficina donde ofrecer asesoramiento y ayuda profesional al colectivo.

Todavía tienen trabajo por hacer, pero el proyecto marcha viento en popa. Recientemente han lanzado ofertas de membresía por medio de las cuales se podrá acceder a multitud de actividades por seis o diez euros al mes. Y ante una actualidad tan turbulenta para el colectivo LGTBIQ+, la House of Varietats cobra un sentido renovado. Culturplaza la visita y conversa un rato con su impulsora, Lucía Poncelas, sobre las novedades del proyecto y el papel de Varietats para con el colectivo.

Un espacio seguro y libre de prejuicios

A partir del 10 de septiembre, la House abrirá de martes a domingo. Las socias podrán acudir a una actividad distinta cada día, y el pub estará abierto todas las noches. Lucía Poncelas deja claro que, además de un lugar que garantice la seguridad de todas, House of Varietats es un centro cultural. En ese sentido, la idea es darle muchísimo peso a temas como la identidad, el arte y el drag. Todo desde una mirada queer. Por ahora han programado las primeras charlas y debates, pero a partir de octubre dejarán que sean las propias socias quienes decidan de qué hablar. “Por el momento, ya estamos organizando el debate Ser artista y no morir en el intento, sobre las inquietudes de artistas del espectáculo, graffiteras, pintoras… También tenemos previsto celebrar un ciclo mensual: Ser mujer es una mierda. En él ahondaremos en las problemáticas que implica ser mujer en los distintos entornos profesionales”.

Poncelas recuerda que la House es un espacio que no está cerrado a gente ajena al colectivo. Tres tardes a la semana se ofrecerá asesoría artística a profesionales del mundo drag. Y como novedad, tienen pensado fijar un día a la semana para dar apoyo psicológico al colectivo. “El objetivo de este edificio es que la gente tenga un lugar propio en el que sentirse libre”, sentencia la directora del proyecto.

La magnitud de esta iniciativa es enorme y, quienes ven el edificio, se suelen sorprender del punto al que tan rápido está llegando teniendo en cuenta lo casero que ha sido el proceso hasta ahora. Sin ir más lejos, el edificio está siendo remodelado por ellas mismas, las integrantes del proyecto.

Visibilidad frente al recrudecimiento de la LGTBIQfobia

La House of Varietats se enfrenta a un panorama delicado. Hay un doble rasero: por un lado, durante los últimos meses, España ha atendido a un recrudecimiento de la discriminación al colectivo. Agresiones, asesinatos y un debate político cada vez más hostil. Por el otro lado, la conciencia mediática y social al respecto ha aumentado, y proyectos como este ya son una realidad inobjetable para la mayoría.

El papel de la House of Varietats ante todo esto es, según Poncelas, “ser más y más visibles”. Reivindica la necesidad de crear conciencia sobre “el hecho de que, aunque el peligro para el colectivo existe, tenemos que ser valientes, ser capaces de vivir nuestra realidad y tener espacios como este, donde todas estemos seguras”. Pone un ejemplo sobre esa necesidad de hacer piña frente al peligro: “Cuando la gente está aquí, en el pub, se siente segura. Pero al irse a casa, muchas veces se organizan para irse juntas por miedo. Eso es una desgracia. La gente que tiene miedo debe ser consciente de que aquí nos apoyamos de esa manera, y eso siempre va a ser bueno para sus vidas”.


Sobre la actitud de la ultraderecha (tanto en el plano político como en el social), Poncelas advierte de que “Vox y su discurso hacen que ciertos sectores de la población se envalentonen y crean que la libertad de expresión implique poder insultar o agredir a alguien al grito de maricón. Hay discursos que amparan actitudes, y la mayoría de la sociedad no está preparada o no tiene la fuerza para pararlo. Nosotros, como colectivo, sí tenemos la fuerza”.

Varietats ya plantó la semilla hace meses de un panorama que ha ido creciendo sin tregua. Con las restricciones sanitarias, muchas discotecas y pubs apostaron por los espectáculos de cabaret drag, y Varietats comenzó a dejarse ver. El fenómeno televisivo Drag Race España también ha sido trascendental en todo esto. Poncelas apunta que “cada vez más público y artistas buscan que en los lugares que visitan haya algo más que un simple espectáculo. Cada vez tenemos más clara nuestra moral y nuestras ideas políticas, y nos importa quién hay detrás del lugar al que acudimos a pasarlo bien. Esto antes no era una realidad, ahora sí”.

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