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NUEVO COORDINADOR DEL PP DE ALICANTE 

"Aquellas ideas que estén fuera de la Constitución, aunque vengan de Vox, el PP no las va a apoyar"

16/12/2018 - 

ALICANTE. Raúl Dalmau (Teulada, 1982) acaba de ser nombrado coordinador general del Partido Popular en la provincia de Alicante. Considerado como un hombre de la estricta confianza del presidente provincial, José Císcar, Dalmau alternará finalmente su labor como concejal de Urbanismo de Teulada con la de asesor en la Diputación de Alicante y su cargo orgánico, que llega con algún recelo de los casadistas más puros, que hubieran querido otro perfil más neutro. Rechaza de plano que su nombramiento esté relacionado con un futuro nombramiento como diputado provincial por la Marina Alta. "Soy hombre de partido; estaré donde el PP me diga, pero ahora es pronto para hablar de eso", zanja.

-¿Por qué acepta Raúl Dalmau el cargo de coordinador del PP de Alicante?

-Por responsabilidad, ilusión y porque creo que puedo aportar mi granito de arena para que César Sánchez pueda ser presidente de la Diputación de Alicante; Isabel Bonig, presidenta de la Generalitat Valenciana, y para que todos mis compañeros puedan ser alcaldes en la mayoría de los municipios de la provincia de Alicante.

-¿Admite que hay militantes a los que no les ha sentado bien su nombramiento? 

-Lo desconozco totalmente. No me han trasladado en ese sentimiento. El otro día todo fueron felicitaciones, y se lo agradezco a la gente, pero el nombramiento se aprobó por unanimidad.

-Quizás una parte de la militancia esperaba un perfil que fuera del gusto de todos aquellos que respaldaran a Pablo Casado como candidato...

-Es que a día de hoy, yo apoyo a Pablo Casado. Hubo un congreso en un momento dado, el congreso ha pasado y aquí, Raúl Dalmau, José Císcar, César Sánchez, Isabel Bonig...todo el mundo está al lado de Pablo Casado. La intención es que Casado sea cuanto antes presidente del Gobierno.

-¿Se considera un hombre de Pepe Císcar?

-Evindentemente, me considero un hombre de Pepe Císcar. Decir lo contrario sería una barbaridad.

-¿Tiene una misión especial diferente a la de su antecesor, Rafael Candela?

-No. Prácticamente es la misma, el día a día del partido. Me gustaría resaltar la labor que hizo Rafa Candela y espero estar a la misma altura que él. Y si puedo mejorar algo, lo intentaré.

-Usted va a ser, además, asesor del Gobierno de César Sánchez. ¿Necesita ese gobierno un impulso?

-Ese gobierno, durante estos años, ha hecho una buena gestión. César Sánchez ha liderado la provincia y es el Gobierno de la Diputación de Alicante que ha hecho más inversiones que nunca. El impulso a estas alturas ya no es necesario. La labor, el bagaje y los resultados están ahí para demostrarlo.

-¿Los resultados de Andalucía -aunque los del PP no han sido buenos- ha entusiasmado a la militancia con la posibilidad de liderar el gobierno?

-Ha dado un poco aire fresco. El PP es un referente dentro de la política valenciana, o alicantina, que es la me toca a mí. Yo nunca había visto a la militancia desilusionada. Sí que es verdad es que con el resultado de Andalucía se abre un panorama político: el bloque de izquierdas y el de derechas se iguala en número de partidos, y que puede generar un nuevo abanico de partidos en las Cortes Valencianas y en los grandes ayuntamientos.

-El PP siempre ha sido muy crítico con los bipartitos, tripartitos o cuatripartitos. ¿Ahora, a lo mejor tendrá que conformarlos o liderarlos?

-Bueno, en política no puedes decir que de esta agua no beberé. Siempre hemos defendido que gobierne la lista más votada, pero el primero que no lo ha aplicado es Pedro Sánchez en el Gobierno. Y desde el no respeto de Sánchez al PP, esa responsabilidad que hay que tener con la lista más votada, se ha roto. 

-En caso de que Vox obtenga representación, ¿usted es partidario de pactar con ellos? 

-Perfectamente. Si concurre dentro de la legalidad, de la democracia, de las reglas electorales... hay que escucharle como a todos los partidos; es un partido más, es verdad que Vox es de derechas, con lo que podemos tener más afinidad con ellos. Perfectamente, podemos escuchar a Vox y sentarnos con ellos...

-¿A pesar de que plantee proyectos inconstitucionales?

-¿Cómo cuáles?

-Eliminar las comunidades autónomas...

-Una cosa es lo que se promete en campaña electoral, pero no siempre se cumple todo lo que se propone en esa campaña. Esas son cuestiones que son inviables a día de hoy. Pero sí que puede haber puntos de encuentro en los que podemos estar de acuerdo. No en todo lo que propone Vox, como tampoco están de acuerdo en todos los puntos que proponen PSOE y Podemos en el Gobierno, o PSPV o Compromís en la Generalitat Valenciana. Eso depende de la situación y del momento, y de las exigencias a los posibles pactos a los que se pueden llegar. Pero aquellas ideas que estén fuera del marco de la Constitución, el PP no las va a apoyar, aunque vengan de Vox.

-¿Teme un posible 'sorpasso' de Ciudadanos al PP, o eso ya está descartado?

-Eso está totalmente descartado. La aparición de Vox en las andaluzas ha dinamitado cualquier sorpasso de Ciudadanos al PP. Bien es verdad que nunca confié en él; la organización territorial del PP nunca ha estado en peligro, pero si tenía una mínima oportunidad, con la aparición de Vox se ha dinamitado. Ciudadanos y Vox se han estado alimentando de los dos grandes partidos, de gente descontenta con PP y PSOE ...Ahora, al repartirse esos electores, creo que el sorpasso es inviable. 

-El PP de Alicante tiene algunas patatas calientes por decidir. Quizás la más difícil es saber qué pasa con el candidato/a de Orihuela...

-La mayoría de los municipios de más de 20.000 habitantes de la provincia de Alicante tienen a sus candidatos ya nombrados. El caso de Orihuela es una ciudad que depende del comité electoral regional y estoy convencido de que buscará a la persona más adecuada y apropiada para que esté al frente de la candidatura de Orihuela, que es de los más importantes de la Comunitat Valenciana.

 -¿Puede darse el caso de que Génova imponga algún candidato?

-Dudo mucho que haya interferencias de Génova. Ha demostrado su compromiso y confianza en Isabel Bonig, y en las dirección provinciales. Pero, cómo van a desautorizar a la presidenta regional; al presidente provincial o al secretario nacional de Transparencia? Es algo que no se va a producir porque la sintonía entre Pablo Casado, Isabel Bonig o Pepe Císcar es total. No veo sensatez a la interferencia de Génova.

-¿La losa de la corrupción puede seguir pesando?

-Creo que ya está amortizada. Es algo que ocurrió, que el PP pidió perdón en su momento por los casos y por la gente que se aprovechó de nuestras siglas. Es algo del pasado; está amortizado y hay un nuevo PP, un PP que se ha regenerado; el mismo Pepe Císcar, en 2012, fue pionero en la regeneración, fue el primero en nombrar a un 90% de su dirección con hombres y mujeres de menos de 40 años, José Juan Zaplana, Eva Ortiz, César Sánchez... es decir, regeneró el partido. La corrupción es algo del pasado. No creo que sea determinante en las próximas elecciones.

-La próxima campaña ¿se centrará en el debate territorial o de ideas?

-Yo creo va a ser un debate muy territorial. El intento de catalanizar la provincia de Alicante por parte del Consell ha generado la imposición lingüística, de centros escolares... Todas estas cosas que se han ido produciendo, y que han coartado de libertad a la gente, van a centrar el debate de las próximas elecciones autonómicas. Es más, Isabel Bonig lo tiene claro: ha defendido la libertad educativa; nada de imposición lingüística... Lo que no puede ser es que en la zona de la Vega Baja, castellanoparlante, les estén llegando escritos de Sanidad en valenciano, y tiene que ir a buscar un traductor para saber qué les comunican. No digo que no se fomente el valenciano, pero en la zonas en las que sólo hay castellanoparlantes se debe comunicar, cuando menos, en los dos idiomas oficiales... y que no exista una imposición. Eso mismo sucede con la nueva televisión valenciana... sólo se habla en valenciano. Las cosas que se aprueban con calzador, y ese es el caso de À Punt, creo que es perjudicial para la lengua. Está muy bien fomentar el valenciano, pero no imponerlo. Si no tu generas ninguna franja de televisión a los que no son valencianoparlantes, acaba siendo un problema, en vez de un incentivo para mejorar el uso de la lengua    

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