acuerdo pendiente del pleno y de su reparcelación

Alicante valida el PAI de las harineras que procura su uso público: los nuevos edificios, listos en 6 años

23/04/2021 - 

ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante da el primer paso para completar la urbanización del nuevo barrio de Benalúa Sur y, al tiempo, abre el camino para proteger los elementos de valor arquitectónico de las fábricas de Harinas Bufort y Harinas Cloquell con el fin de que tengan un uso público. La comisión de Urbanismo ha dictaminado favorablemente, sin votos en contra, la aprobación del Programa de Actuación Integrada (PAI) de la unidad de ejecución número 2 del sector Benalúa Sur, que afecta a las harineras, con una superficie total urbanizable de 8.355 metros cuadrados, tras el acuerdo alcanzado con las empresas propietarias. Se trata del segundo sector del Plan Parcial, en el que ya se ha concluido la urbanización de su primera unidad de ejecución, en la que se prevé iniciar ahora la construcción de cerca de 600 viviendas distribuidas en once torres residenciales en urbanización abierta.

Como informó este diario, la tramitación del PAI de las harineras arranca en 2003 y se ve desbloqueado ahora, tras 18 años de trámites, a la espera de que pueda quedar ratificado en el pleno ordinario de abril, previsto para la próxima semana. El acuerdo, que convierte a Harinas Cloquell y Harinas Bufort en agentes urbanizadores del sector de manera oficial, recoge el compromiso de que los dos edificios de las industrias harineras, construidos entre 1934 y 1935, pasarán a ser de propiedad municipal, como transferencia de los aprovechamientos urbanísticos que corresponden a la administración, con el fin de que puedan tener un uso público, vinculado a cuestiones administrativas, culturales o deportivos. 

Eso sí, esa adscripción queda pendiente de que se redacte y se apruebe el proyecto de reparcelación, en el que se debe contemplar una redistribución de volúmenes para reubicar las cerca de 143 viviendas que se contempla construir en el PAI. Ahora, en esa reubicación, queda excluida la superficie de los edificios de las fábricas que se consideren que deben conservarse por su valor histórico, como muestra de la arquitectura industrial de estilo racionalista de la época. Como también ha informado este diario, los técnicos de la Concejalía de Urbanismo sopesan todavía varias alternativas para la redistribución de esos nuevos edificios residenciales en los límites del propio Plan Parcial.

El dictamen favorable a la aprobación del PAI ha prosperado con los votos del equipo de gobierno (compuesto por PP y Cs), de PSOE y de Compromís. Unides Podem y Vox, por su parte, se han decantado por la abstención. En principio, todo parece indicar que el resultado de esa votación se reproducirá durante la sesión plenaria. Una vez que se materialice ese paso, el ayuntamiento prevé firmar en diez días un convenio urbanístico con las dos empresas harineras (que además de agentes urbanizadoras, son propietarias del suelo) en el que se regularán las condiciones para el desarrollo del sector. 

Dos meses después, quedará trazado el proyecto de reparcelación donde se determinará los metros de aprovechamiento definitivos que corresponden al Ayuntamiento y que se pretende encajar con la superficie ocupada por las dos fábricas. Será a partir de entonces cuando pueda definirse el destino concreto de los inmuebles a conservar. Una vez determinada la cantidad de techo edificable que le corresponda al ayuntamiento, se decidirá el uso al que irá destinado estos inmuebles. Sea como fuere, como también ha indicado este diario, queda descartada la posibilidad de que los edificios de las dos fábricas puedan quedar vinculados al desarrollo de un Palacio de Congresos en esa misma ubicación. 


Cuando ese proyecto de reparcelación quede validado, se prevé que las obras de urbanización puedan iniciarse en el plazo de un mes después, con la condición de que queden coordinadas con el desarrollo del calendario escolar, ante la cercanía del Colegio Público de Benalúa. Además, el conjunto de los trabajos de reconfiguración de viales y parcelas debe quedar terminado transcurrido un año desde su comienzo. Por último, el PAI contempla que la edificación de los solares resultantes, con la construcción de las nuevas viviendas, se ejecute en un plazo máximo de seis años después, aunque se subraya que la duración "conveniente" para ese desarrollo sería de solo dos.

La urbanización completará el nuevo barrio de Benalúa Sur, en el que ya se prevé iniciar la construcción de los primeros edificios residenciales de la primera unidad de ejecución

Fuentes municipales han concretado, a través de un comunicado, que la primera versión del PAI se presentó en 2019 y que, tras su exposición pública, se recogieron más de veinte alegaciones, en su mayoría relacionadas con la conservación de los inmuebles dado el valor arquitectónico de los mismos. Ambos edificios son obra del reconocido arquitecto Miguel López González, y constituyen un ejemplo racionalista de la escasa arquitectura de carácter industrial de la ciudad de Alicante. En este sentido, con el acuerdo consensuado con las empresas harineras, se descarta el derribo total de los edificios que se preveía hasta ahora, "ya que supondría una agresión al patrimonio arquitectónico de la ciudad, por lo que se propone a su incorporación al Catálogo de Protecciones de Alicante", según concreta el comunicado.

El estudio técnico recoge 19.600 metros de techo construido que pertenecen a los urbanizadores mientras que el Ayuntamiento tendrá 5.000 metros aproximadamente que se corresponden con la extensión de los edificios de harineras. En el acuerdo alcanzado, además se contempla la cesión de 9.000 metros de edificabilidad añadidos a los propietarios como compensación por el traslado de su actividad. De hecho, las dos industrias ya han puesto en marcha el proceso para disponer de nuevas instalaciones en el polígono industrial Riodel, en Mutxamel.

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