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fases para el desarrollo del sector

El uso público de las harineras de Benalúa: el reto de encajar las viviendas y atraer actividad comercial

21/04/2021 - 

ALICANTE. La operación impulsada por la Concejalía de Urbanismo de Alicante para que los edificios de las harineras de Benalúa se conviertan en inmuebles de titularidad municipal queda expuesta todavía a varias fases de planificación e incluso de reformulación del planeamiento. El objetivo es conseguir que los elementos de valor arquitectónico de las dos fábricas puedan conservarse y rehabilitarse para tener un uso público ligado a funciones administrativas o a la implantación de actividades culturales y deportivas. La definición concreta de esos usos futuros está por definir. Y también se carece de plazos concretos para ello.

En principio, la pretensión es que esa rehabilitación y adaptación pueda abordarse mientras se lleva a cabo la reurbanización del sector y la edificación de las viviendas previstas en el programa: en torno a 143 inmuebles. Es decir, algo más de la quinta parte del conjunto de las previstas en la Unidad de Ejecución número 1 de Benalúa Sur, en la que ahora se prevé iniciar la construcción de los primeros edificios. En todo caso, sea simultánea o posterior, según fuentes consultadas, se trabaja con la intención de que esa actuación para dotar de un uso público polivalente a los edificios de las fábricas sirva como elemento dinamizador, capaz de generar flujos peatonales y de atraer actividad comercial para los bajos de todos los residenciales previstos en el conjunto del nuevo barrio de Benalúa Sur.

Ese es uno de los retos que debe abordar el departamento municipal que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Cs). Pero no el único. Antes, se debe dar una solución que permita redistribuir la construcción de esas 143 viviendas en el resto del solar del Plan Parcial, una vez descontada la superficie y la zona que ocupan los edificios de las dos fábricas a respetar. Según fuentes consultadas, a esa solución se le dará encaje a través del proyecto de reparcelación, que queda en manos del propio Ayuntamiento, en función de lo previsto en la Ley de Ordenación del Territorio (Lotup).

Como informó este diario, el primer paso para el desarrollo del sector se dará previsiblemente en el pleno ordinario de abril, el próximo jueves, con la aprobación definitiva del Programa de Actuación Integrada (PAI). Con ese acuerdo, las empresas propietarias de las harineras asumirán de manera oficial la condición de agente urbanizador. Se trata de un trámite consensuado con Harinas Bufort y Harinas Cloquell, que vienen esperando esa resolución desde hace 21 años, y que permite consolidar sus posiciones sobre la urbanización del sector, justo en un momento en el que las dos industrias están abordando el traslado de su actividad al polígono industrial de Riodel, en Mutxamel.

Díez días después de que el PAI pueda quedar aprobado en el pleno, se prevé la firma de un convenio urbanístico para fijar las condiciones de su desarrollo, en el que se concretará que el Ayuntamiento asumirá la propiedad de las fábricas como parte de los aprovechamientos urbanísticos que le corresponden a la administración. Y, a partir de ahí, el compromiso de la Concejalía de Urbanismo es redactar ese proyecto de reparcelación con una reordenación de volúmenes dos meses después. Según fuentes consultadas ya se barajan varias alternativas distintas para resituar esos nuevos edificios residenciales en distintas ubicaciones dentro del Plan Parcial una vez garantizada la conservación de las fábricas (o de los elementos de ellas que merezcan ser conservados). 

Dicha reubicación es un proceso que requerirá una modificación del planeamiento previsto hasta ahora -en el que se contemplaba la demolición de las harineras-, además de un ajuste paralelo de los costes de urbanización, con el ahorro que supone no tener que ejecutar el derribo de esos inmuebles. Básicamente, en esas alternativas que se sopesan para reorganizar la ubicación de las futuras viviendas se plantea que los nuevos edificios envuelvan a las dos fábricas situándolos en su lateral más próximo a Óscar Esplá o bien en su parte posterior, en paralelo a Catedrático Soler. Como hasta ahora, la pretensión municipal es que todo es proceso se coordine con los propietarios de las fábricas.

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