El polígono de Las Atalayas de Alicante. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Nuevo ciclo para los polígonos industriales de Alicante. El equipo de Gobierno, compuesto por PP y Cs, acaba de intensificar los contactos con los empresarios afincados en siete de las once áreas empresariales asentadas en la ciudad con el propósito de incentivar una mayor profesionalización en su organización mediante la constitución de entidades de gestión y modernización.
Se trata de un instrumento para el fomento de la colaboración público-privada contemplado en la Ley 14/2018 de 5 de junio de la Generalitat Valenciana, que permitiría agrupar a las empresas radicadas en cada zona industrial con el propósito de mejorar su planificación urbanística y de acometer proyectos de modernización, mediante la incorporación de nuevos servicios comunes, como la implantación de sistemas de eficiencia energética, la dotación de plazas de estacionamiento o la generación de zonas verdes, entre otras. De hecho, la constitución de esas agrupaciones empresariales es la condición indispensable para que cada zona industrial pueda optar a las líneas de financiación habilitadas por la Generalitat para desarrollar inversiones encaminadas a mejorar sus prestaciones y elevar la categoría de su clasificación.
Hasta el momento, solo dos áreas empresariales de Alicante están gestionadas desde hace años por entidades de conservación. Se trata de las dos zonas más consolidadas: el polígono de Las Atalayas y el del Pla de la Vallonga. Ambas se han provisto de servicios compartidos y una organización común para optimizar la operatividad de sus empresas. El objetivo es extender ese modelo al resto de áreas mediante la constitución de entidades de gestión. Para ello, la Agencia Local de Desarrollo, bajo la dirección de la edil de Empleo, Mari Carmen de España (PP), ya ha iniciado contactos con los industriales del recinto industrial de Aguamarga en busca de liderazgos que puedan pilotar la constitución de su propia entidad de conservación.
Fuentes municipales indicaron que el siguiente paso se acometerá entre los empresarios instalados en el polígono de Rabasa, en el que también proliferan los talleres industriales y los centros de almacenaje. Después, el proceso continuaría con los industriales del área del Llano del Espartal y los de Florida-Babel con el propósito de que también puedan constituir sus propias entidades de conservación.
La relación de polígonos industriales de Alicante se completa con las áreas del cluster alimentario de Mercalicante (dotado de gerencia propia), el Parque Científico de la UA (también con un consorcio a cargo de su dirección), Garrachico y el entorno del Puerto de Alicante.
Con la constitución de esas entidades de conservación, según fuentes municipales, se contaría con capacidad de interlocución para facilitar, también, la gestión de futuras ampliaciones de suelo industrial, como las que siguen en proceso de planificación en la actualidad. Entre ellas, la que continúa siendo más factible sigue siendo la ampliación de superficie del polígono de Las Atalayas. No obstante, su desarrollo continúa postergado por relevo de cargos ejecutivos que se ha sucedido a lo largo del último año y medio en el Sepes, la entidad dependiente del Ministerio de Fomento que asume la propiedad de la mayoría del suelo de su entorno en el que se proyecta su ampliación. A esa primera expansión, se añadiría a largo plazo la configuración de un cinturón industrial desde Las Atalayas y el Pla de la Vallonga hasta el Parque Científico de la UA.
