ALICANTE. El 2020 pasará a la historia del Elche por ser el del ascenso más inesperado de su historia a Primera División, pero también por ser el del año en el que el club encontró un nuevo sabor argentino en todas las parcelas de la entidad, desde su dirección administrativa y su cuerpo técnico hasta la plantilla y su fútbol base.
El Elche ya había tenido fuertes lazos con Argentina a lo largo de su historia, de la que forman parte con letras de oro entre muchos otros Alfredo Di Stéfano como entrenador, Marcelo Trobbiani, único campeón del Mundo que ha jugado en el club, el portero mundialista Willy Caballero o técnicos como Roque Olsen y Felipe Mesones, los dos con más partidos dirigidos.
El actual propietario de la entidad, el agente futbolístico Christian Bragarnik, adquirió el club junto a varios socios, entre ellos los jugadores Darío Benedetto y Gustavo Bou, en diciembre de 2019, pero apenas influyó en la dinámica deportiva e institucional de la entidad hasta que finalizó la temporada pasada, en agosto de 2020.
Fue a partir de ese momento tras el ascenso a Primera División, objetivo que el empresario se había marcado a medio plazo, cuando Christian Bragarnik dio un importante golpe de timón, comenzando por el banquillo.
El agente decidió no renovar pese al clamor popular el contrato de José Rojo ‘Pacheta’, quien había llevado en dos años y medio al club de Segunda B a Primera, para apostar por su compatriota Jorge Almirón.
Además, el dirigente entregó la cantera y metodología del club ilicitano a un argentino con gran experiencia en la formación de jugadores, como Jorge Raffo, con una extensa trayectoria en clubes como Barcelona, Boca Juniors o Shakhtar Donetsk.
El club también apostó por el mercado argentino para renovar su plantilla al realizar seis incorporaciones el pasado verano.
Llegaron como refuerzos el lateral Juan Sánchez Niño, los delanteros Lucas Boyé y Guido Carrillo, el portero Diego Rodríguez, el medio centro Iván Marcone y el media punta Emiliano Rigoni.
No era la primera vez que el Elche contaba con seis futbolistas y un entrenador argentino, ya que en la década de los setenta y a finales del pasado siglo el club vivió una situación idéntica en dos ocasiones, pero la diferencia con la etapa actual es que la cúpula del club y sus cimientos, el fútbol base, también tienen esta misma nacionalidad.
Hasta el momento, y tras un año de gestión, los resultados económicos y deportivos no pueden ser más positivos, ya que el club saldó su deuda con las administraciones públicas y el equipo logró el ascenso y compite, aunque con apuros, en Primera.
Además, su fútbol base está logrando excelentes resultados en esta primera parte del curso, como lo confirman los lideratos del filial, en Tercera División y del equipo juvenil en su categoría.
Sin embargo, la afición ilicitana echa de menos una comparecencia pública del propietario para explicar su proyecto, ya que sus únicas declaraciones sobre el Elche o han sido a medios argentinos o a través de los canales oficiales de la entidad.