jubilaciones, nuevas aventuras o falta de relevo

2020, el año en el que cierran tres de los bares decanos de Elche: Casa Villalobos, Fina y Bar Nobel

1/03/2020 - 

ELCHE. Independientemente de los cierres que está habiendo en algunas zonas del Centro, ahora más goteo que no en 2018 cuando la salida de Inditex fue un 'efecto dominó', y con muchos factores en liza (competencia online, salida de grandes firmas a centros comerciales, precio de alquiler, falta de políticas públicas mayores), 2020 será también el año en el que cierren tres de los bares históricos de la ciudad. Algunos como Bar Restaurante Fina, en la Plaça de les Barques, ya lo han hecho. Y escalonadamente lo harán también el Bar Nobel en Vicente Blasco Ibáñez y el emblemático Villalobos en Empedrat. Todos por diferentes motivos. 

Tres bares de distinto perfil y que bajan la persiana este año también por diferentes historias. Empezando por el Bar Restaurante Fina, tanto Fina como Gaspar se han jubilado después de años de dedicación a la restauración, en un enclave que ha tenido una trayectoria de lo que se podría decir "un bar de toda la vida", con sus raciones y tapas a precios económicos y el litro de cerveza para cenar, otro de los pequeños detalles de este tipo de establecimientos. Apenas llevaba un par de semanas cerrado, pero el local ya lo han cogido otros familiares, eso sí, ahora con el nombre de bar-cafetería 'El Encuentro', un nombre que simplifica también el sitio de paso que suponía Fina y su terraza tanto para quienes iban y venían del Centro, estudiantes del viejo CEU o funcionarios municipales. Por el momento han reformado la entrada con nueva cristalería y suelo. 

El siguiente en cerrar será otro histórico, el Bar Nobel al final de Vicente Blasco Ibáñez, junto a lo que era el cine Altamira y la aún sempiterna sala Limousine —donde más de uno cena previa entrada al flirteo—. Otro clásico para tomar raciones y tapas con las opciones no solo de menú económico, sino también de medio menú, y con unos bocadillos bien contundentes. En este caso, el restaurante cerrará el lunes 2 de marzo, tras haber empezado una nueva aventura con el nombre oficial de la empresa, Restaurante by Parres, en el Parque Deportivo, que era una de las cuentas pendientes de cubrir tras el concurso de acreedores del Dátil de Oro, pues también gestionaba este espacio. Se inauguró a finales del año pasado y de momento está teniendo una buena acogida, en un enclave único como el palmeral, con una buena terraza y grande en el interior. De hecho, hace unas semanas cerca de ochenta seguidores zaragozanos fueron allí a comer de cara al encuentro contra el Elche CF. Ahora queda por ver qué pasará con el local y el edificio donde está el viejo Nobel —que sigue funcionando—, puesto que se pueden levantar varias alturas y parece que los propietarios tienen planes para el inmueble.

Y por último, cierra el más histórico, el emblemático Casa Villalobos, con algo más de 100 años de historia. Un bar que lleva desde principios de los 60s en la calle Empedrat ofreciendo sus míticos almuerzos de bocadillo (o medio) de atún al peso junto a los encurtidos, guindillas y los litros de cerveza. En su caso, Vicente Villalobos bajará la persiana el próximo mes de agosto aunque por un motivo bien diferente, se jubila y los hijos no seguirán con el negocio, por lo que ante la falta de relevo generacional, cerrará este histórico bar que en 1901 se llamaba Casa Barceló, y que estaba en otra calle, pasando a ser propiedad en 1932 de José, bisabuelo de Vicente. Desde 1962 llevan en la calle Empedrat siendo los referentes en esos almuerzos en los que confluyen tertulias, seguidores del Elche, trabajadores que acuden tras la jornada laboral y familias que disfrutan de la terraza al sol los fines de semana. Sin duda, el final de un ciclo de tres bares impresdincibles en la historia gastronómica y popular del municipio en las últimas décadas. Afortunadamente, aún quedan otros clásicos, pero como dirán los nostálgicos, no será lo mismo. Y tendrán razón. 

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