el sur del sur  / OPINIÓN

¿Estamos en el fin de una era?

13/11/2022 - 

Esta semana he acudido a tres eventos, y en los tres he oído que puede que estemos ante el fin de la era que conocemos. También hay que decir que en cada uno de los eventos lo he oído con diferente intensidad, y con muchos matices.

Empiezo por el martes, en el Foro de Innovación organizado por Alicante Plaza. Quizás fue el evento menos apocalíptico. Allí, el grupo de expertos que compartió mesa de debate vino a decir que para cada uno de nosotros y para cada empresa hay una solución diferente, lo cual tranquiliza bastante. Es verdad que con la pandemia se ha avanzado mucho, y que ahora estamos en una etapa de prueba/error para cada caso, con soluciones a bajo coste para las empresa y a la que se le puede sacar mucha rentabilidad. Sigue estando la brecha digital, entre aquel que le sigue temiendo a la tecnología o no tiene recursos o conocimiento suficiente para sacarle provecho, algo que espero que con el tiempo que se arreglará. 

Otra cuestión es la irrupción del metaverso, esos realidades virtuales que se van a crear para disfrutar de nuevos espacios, lugares y quién sabe si para compras futuras. ¿Se imaginan un metaverso de un concesionario de coches en el que el cliente puede ver en una realidad virtual cómo será su coche y cómo lo configura? Pues eso puede pasar, es más tangible que lo del turismo o cualquier otra compra online. No sabemos cuándo llegará, pero es un escenario que no debemos descartar en una generación que ahora tiene 15 años y que piensa y actúa totalmente diferente al resto de generaciones híbridas.

El escenario más radical de todos lo plantea el consultor Antonio Sola. El jueves, tras exponer el resultado del Observatorio social para la Comunitat Valenciana: Expectativas, miedos, alegrías y nuevas exigencias, una encuesta que viene a recoger la grieta que existe entre los políticos y posiblemente una gran parte de la sociedad valenciana. Pero más allá de eso, Sola habló del fin de la intermediación tal y como hoy la conocemos. Hablo de un caso en el que los efectos ya son tangibles, como es el caso de la banca -ya interactuamos con entidades a través de aplicaciones y el ordenador-, la religión -Sola expuso que posiblemente los fieles puedan relacionarse con su Dios con una aplicación, sin necesidad de tener que acudir a un templo- y finalmente, habló del fin de la política, tal y como la conocemos. Da más detalles en la entrevista que nos ha concedido. Como ejemplo de lo que podamos ver en el futuro sea el partido político danés dirigido por una inteligencia artificial, que se dio a conocer en la reciente campaña de octubre, que finalmente no presentó candidato, pero que estaba dirigido por un chatbot. ¿Se imaginan este escenario en un país tan pasional como España? Pues ahí queda el reto.

En un término intermedio si situó la mesa redonda organizada por el Instituto de Cultura Gil-Albert, dentro de la segunda sesión de las jornadas ComunicALC, celebrada, en este caso, en Elche, sobre la convivencia entre el mundo analógico y el digital. Con la presencia del divulgador científico Santi García, de la UMH; la periodista de Radio 3-RNE Marta Echeverría y el escritor Juan Soto Ivars. Los tres abordaron las diferentes formas en las que la tecnología está revolucionando el mundo cultural y cómo se ha democratizado la creación, ya sea desde el canal de Youtube, como elaborador de contenidos, hasta Tik-Tok como consumidor de los mismos. Aunque cada uno mostró sus preferencias y sus fobias ante diferentes modelos, coincidieron un poco con los expertos del Foro de Innovación de Alicante Plaza: para cada registro existe un modelo, que puede ser puro, impuro o híbrido, y que cada avance también genera una contrarrevolución, algo que quizás no pasa en las soluciones para las empresas. En todo caso, en el mundo económico, están las crisis, que generan pausas para mejorar, revisar o descartar las fórmulas (hasta ese momento) de éxito.

He sido testigo de los tres eventos. Quizás en los tres había un denominador común, que también es palpable. Y es que asoma una generación con otro tipo de modos para conseguir los mismos objetivos. Ahora bien, como todo, los cambios no suelen ser radicales en el momento (salvo en contadas excepciones), sino con el devenir de los años. Acaban imponiéndose por conveniencia de la mayoría, aunque convivan con otros modelos. Lo que cuesta creer es el fin de la intermediación en la política, sobre todo, en todo lo que rodea al Mediterráneo. Curiosidad tengo.

Noticias relacionadas

next
x