ALICANTE. Ahora sí: Alicante inicia la cuenta atrás para implantar la recogida selectiva de los residuos orgánicos (los restos de comida). La ciudadanía deberá separar ese tipo de desechos en una bolsa diferenciada y depositarla en contenedores específicos a partir de este otoño. Esa es la última programación planteada por la Concejalía de Limpieza y Gestión de Residuos, tras el anuncio de varios calendarios que no han llegado a poder aplicarse por circunstancias como la necesidad de promover una modificación del contrato del servicio de recogida precedente (con el consiguiente incremento de costes, cifrado en 1,1 millones) cuando se encontraba en su última fase de vigencia, o el retraso en la introducción de ese quinto contenedor específico, de color marrón.
Esas dificultades habrían quedado ahora disipadas. En primer lugar, el servicio queda a cargo de una nueva concesionaria (UTE Netial, participada por FCC y PreZero) desde el 1 de septiembre. Y en la prestación, con un gasto anual de 40 millones, ya se incluyen los costes derivados de la inclusión de esa nueva tarea no prevista en el contrato anterior. Además, también se dispone de los 1.950 contenedores marrones encargados a Contenur, con una inversión de 1.778.700 euros. De hecho, incluso se ha comenzado a activar su instalación en la vía pública junto a la de otros 1.946 destinados al depósito de envases ligeros (contenedores amarillos), 1.917 de cartón (contenedores azules) y 2.481 de la fracción resto (contenedores grises).
Así, la puesta en marcha de ese sistema de separación extendido sobre la facción orgánica de la basura solo depende ya de un último factor: la provisión de los sistemas de cierre electrónico que permitirán activar su apertura en los horarios establecidos para el depósito de las bolsas con el uso de una tarjeta identificativa. Ese es, en realidad, uno de los requisitos incorporados en el pliego de condiciones del concurso para contratar la prestación, en el que se concretaba que su adjudicatario quedaba obligado a instalar un sistema "TAG en todos y cada uno de los contenedores de cualquier fracción" y, al menos, de forma obligatoria, "en el servicio de recogida selectiva de biorresiduos, al objeto de implantar el sistema para la identificación de usuarios con tarjeta personal, llave RFID o Smartphone con NFC, para el control de acceso a contenedores".
Así, el pliego concretaba que "dichos contenedores incorporarán los siguientes elementos: unidad de electrónica de control, lector RFID, módem GSM/GPRS y baterías; cerradura, que es el sistema mecánico para realizar el cierre/bloqueo de la tapa del contenedor; y un sistema de identificación de usuarios y control de acceso".