Zassh y amigos

ALICANTE. Corren tiempos convulsos en el Hércules, para variar.

Con independencia de que filtraciones interesadas han precipitado todo (al peor momento, con el equipo jugándose la vida), la realidad es que Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez han de clarificar su relación y si van a seguir compartiendo inversión en relación con la entidad del Rico Pérez.

La sociedad 'Ortiz-Ramírez' echó a andar en el verano de 2014, poco después de que el Hércules diera con sus huesos en Segunda B, tras una temporada en la que Quique Hernández fue el entrenador (salvo en el tramo final) y buena parte de los fichajes llegaron de la mano de Quique Pina. 

La relación entre ambos empresarios ha vivido muchos altibajos, pero durante estos años se ha extendido a otros ámbitos al margen de Hércules, del que son 'padrinos' (a fondo perdido, pues canjean por acciones la deuda derivada del auxilio económico que protagonizan): esta campaña decidieron darle las llaves de la entidad a Carmelo del Pozo, que asumió la dirección deportiva con varios años de contrato y un blindaje de sus competencias para profesionalizar la entidad, al tiempo que mantenían su apuesta inversora (en gran medida por los gravosos contratos que se arrastran de temporadas anteriores). El problema es que los resultados deportivos tampoco han llegado (el equipo vuelve a pelear la permanencia) y ambos hace tiempo que tienen claro que hay que dar un nuevo giro de tuerca (coinciden con Del Pozo): ahora bien, la forma en la que proceder al mismo y qué papel desempeñarán no la tienen nada clara. 

Ramírez no esconde su hartazgo, algo que no es nuevo (hace un año llegó a anunciar que se desvincularía a 30 de junio de la entidad y finalmente continuó) y Ortiz no quiere ser el responsable de lo anterior. No obstante, los dos vuelven a coincidir en la necesidad de un cambio de modelo y, lo que es casi más importante, están muy vinculados económicamente: como los lectores de Alicante Plaza ya saben, en lo que al Hércules se refiere, Zassh Tecnológica es la mercantil que da cobertura legal a esa relación económica. Dicha sociedad, a la que ambos empresarios han cedido los derechos de crédito de otras de sus empresas contra el club, no solo ostenta cerca del 30% del capital social (fruto de la adquisición de un paquete de acciones de la entidad que había quedado en manos del Instituto Valenciano de Finanzas, pero también de la citada cesión de créditos y de su canje de deuda por acciones), es que tiene embargada la mayoría accionarial (alrededor del 55% del capital social), el paquete de acciones de la Fundación Hércules, al haber adquirido también en su día la deuda que esta mantenía con el banco del Consell. 

Zassh Tecnológica es una mercantil cuyo accionariado se reparten a partes iguales Ramírez a través de la sociedad Kuntajara y Ortiz por medio de dos de sus hijos de los hijos y la sociedad patrimonial Real State GO2.

La situación de indefinición sobre el futuro, esa conversación pendiente de la que ambos hablan y que no tenían intención de mantener todavía, es el principal motivo por el que, por ejemplo, el Hércules no ha convocado todavía a sus accionistas para aprobar las cuentas del ejercicio pasado y es que la intención es también incorporar al orden del día la aprobación de otro canje de deuda por acciones (de deuda del club con Zassh), algo que no se hizo hace un año por la pandemia (en ese momento el canje a realizar era de unos dos millones de euros).